Juan Antonio Vigar: “La transformación de Málaga ha sido esencial e inteligente”
20 AÑOS DE 'MÁLAGA HOY'
El responsable de Málaga Procultura señala la primera edición del Festival de Cine como inicio de la transformación social y cultural de la ciudad
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DESDE su posición como responsable al frente de Málaga Procultura, la sociedad municipal que integra el Festival de Málaga, los Teatros Cervantes y Echegaray y la Málaga Film Office, Juan Antonio Vigar ofrece un testimonio revelador sobre la Málaga del presente, su evolución reciente y su perspectiva de futuro. De entrada, si habitualmente se sitúa el origen de la transformación de la ciudad en la Málaga actual en el año 2003, con la llegada del Museo Picasso Málaga y el CAC Málaga como avanzadilla de la Ciudad de los Museos, Vigar retrasa este Big Bang a 1998, el año en que el Festival de Málaga celebró su primera edición y unió para siempre el nombre de la capital con el cine español. Vigar define asimismo esta mutación como “esencial e inteligente. Esencial, porque aquella primera edición del Festival de Málaga se hizo ya con la voluntad de abrir la mirada en términos estratégicos. No se trataba de aguardar a lo que pudiera suceder, sino de dirigir los pasos precisos desde un potencial tan transformador como el que ofrecía la cultura; inteligente, porque esta estrategia se ha desarrollado a partir de criterios de originalidad, bajo la convicción de que lo se hace en Málaga no tiene por qué importarse de otro sitio, de que la ciudad es capaz de generar su propia manera de hacer las cosas e invertir su talento”. Ahora, el reto fundamental es el que tiene que ver con la continuidad, “con la certeza de que los pasos ya dados no constituyen un cambio coyuntural, sino en marcha, con voluntad de futuro y de seguir creciendo con la misma originalidad y la misma inteligencia”.
No duda Juan Antonio Vigar en destacar el sector cultural de Málaga y su evolución reciente como ejemplo ilustrativo: “Los proyectos más importantes se han desarrollado, siempre, de abajo a arriba, y así siguen funcionando. El Festival de Málaga tiene sus cimientos en el tejido audiovisual de la ciudad, la comunidad escénica local es la que sostiene una iniciativa como Factoría Echegaray, y son nuestros creadores de las más diversas los que protagonizan la programación de Málaga de Festival (MaF), la antesala anual del Festival de Málaga. Hemos ido siempre de la mano de la realidad, no ha habido ideas felices aplicadas desde arriba. Se ha fomentado la implicación de los distintos ámbitos de la creación cultural en Málaga
para darles voz, seguros de que ahí estaba el mayor foco de innovación cultural al que podíamos aspirar. Ahora, la posición de Málaga al frente de los principales rankings de las ciudades culturales de España nos da abiertamente la razón. Hemos crecido como sólo nosotros podíamos hacerlo. Y en esa originalidad está nuestra mejor carta de presentación”.
En cuanto al futuro inmediato, Vigar destaca entre las principales fortalezas para Málaga “la plena vinculación de la ciudad con su cultura, cimentada, precisamente, a partir de la misma identidad
del territorio. Cuando los malagueños acuden a disfrutar de la producción cultural que les ofrecemos quieren encontrar ahí sus propios valores, los signos en los que pueden reconocerse, porque, de hecho, los rasgos de nuestra identidad cultural e histórica son los que nos hacen diferentes. Lo deseable sería ahora que esta identidad, esta asociación entre la sociedad malagueña y su cultura, se convirtiera en objeto de un pacto más allá de las decisiones políticas. Es decir, que hubiera un consenso duradero más allá de cualquier particularidad que garantizara la continuidad de este proyecto, fundamental para el futuro de la ciudad”.
Preguntado por los riesgos a los que podría enfrentarse Málaga en el futuro inmediato, y sin salir de la cuestión cultural, Vigar señala, ante todo, los problemas que derivarían de una merma en esta apuesta: “Málaga tiene una identidad cultural clara y reconocida porque se ha apostado por ello, porque se han aportado los recursos necesarios para que ese crecimiento suceda. Lo que corresponde ahora es seguir aportando los recursos para que el desarrollo continúe, porque un estancamiento podría ser nefasto”. Así, “necesitamos un Festival de Málaga abierto al mar, igual que lo ha hecho la ciudad, que refuerce su carácter litoral y mediterráneo. Pero para eso hacen falta más recursos, y ahí resulta imprescindible el compromiso de las administraciones. Existe un peligro real y serio en el encarecimiento de los recursos, pero la apuesta debe seguir siendo la misma. El respaldo que ha demostrado la ciudadanía hacia la cultura en Málaga es claro; no podemos tener menos garantías por parte de las instituciones que la sostienen”.
Considera Juan Antonio Vigar “imprescindible” la definición de la cultura en Málaga “en términos de sostenibilidad económica, social y ecológica”, y afirma que las oportunidades para la prolongación de este desarrollo “ya están, ya existen. Son visibles y notorias. Lo que hay que hacer es asumir que están ahí y aprovecharlas. No hacerlo sería la peor decisión posible”.
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