“Cuando el Metro llegue al Centro habrá que replantear el tráfico en la Alameda y el Parque”
José del Río, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga
La apuesta municipal pasa por que sean ejes que funcionen "de manera casi exclusiva para el transporte público y vehículos de movilidad sostenible"
Málaga/–Empecemos por lo último. Casi dos años después de la irrupción de los patinetes eléctricos, Málaga parece ya a punto de tener una ordenanza que regule su funcionamiento.
–Llevamos trabajando desde hace más de año y medio. Cuando entré en mayo como responsable del área tuve el objetivo de poner una ordenanza sobre la mesa para reglamentar de manera definitiva el uso de las bicicletas y de los vehículos de movilidad personal en las zonas peatonales. La medida más importante era sacar estos vehículos de las aceras. Esta ordenanza tiene varios ejes importantes, como apoyar al máximo al peatón, para que tengamos espacios libres de tráfico; e incrementar las zonas seguras para el peatón. Y era claro que una ordenanza de 2014, modificada en 2019, tenía que tener en cuenta los vehículos de movilidad personal, que han venido para quedarse, pero tenían que estar ordenados. Hay un cambio en lo que a la bici se refiere, porque tanto los VMP como las bicis pasan a ser considerados vehículos, adaptándonos a la normativa europea. Creo que la DGT también lo hará en el corto plazo y nosotros nos hemos querido adelantar. La ciudad en los últimos años ha dado un cambio importante, potenciando los itinerarios seguros a los peatones. El último ejemplo de ello es la Alameda, donde ahora el 70% del espacio es para los peatones.
–¿Qué resta para que la norma entre en vigor?
–Tras ser aprobada en el Pleno tiene que ser publicada en el boletín y será sometida a un periodo de información pública de 30 días. Si no hay alegaciones se aprobará de manera definitiva; si las hay tendrán que ser estudiadas y contestadas. Espero que para noviembre pueda ir a aprobación definitiva al Pleno en caso de haber sugerencias.
–¿Va a dar respuesta esta ordenanza al conflicto de los peatones con los vehículos de movilidad personal?
–Sí. Dentro de la ordenanza hay 36 tipos de conducta con son motivo de sanción. Creo que se separa muy claramente la utilización de la zonas peatonales. Está claro que hay una preocupación en la ciudad porque optamos por trasladar las bicis y los patinetes a la calzada. Por este motivo vamos a poner en marcha en un mes o menos una serie de carriles ciclables donde será compatible el uso compartido con el tráfico privado. Ahora mismo ya tenemos una red de carriles bici, así como otros 57 kilómetros en los que se limita la velocidad del tráfico a 30 kilómetros, dando prioridad a las bicis y los VPM. Vamos a ir más lejos y la idea es llegar a los 100 kilómetros de carriles compartidos.
–¿Con qué objetivo se plantea esta medida?
–La idea es unirlos con itinerarios de carriles bici ya existentes. Es algo que ya tienen en otras ciudades. en ellos se limita la velocidad a 30 kilómetros, donde el símbolo de la bici y el patinete está en el suelo, hay una franja discontinua en el suelo y habrá señales verticales y marcas viales. El objetivo es concienciar a los conductores para que si tienen que utilizar esos viales, que deben ser preferentes para bicis y patinetes, tienen que ir a un máximo de 30 kilómetros. Estamos incluso estudiando la posibilidad de que, si fuese necesario, se coloquen radares móviles. No de manera inmediata, pero podríamos llegar a ese punto porque queremos convertir esos carriles en itinerarios seguros. En otras ciudades está dando buen resultado y el coste es casi 300 veces menor que ejecutar un carril segregado. Creemos que son medidas que darán seguridad a los usuarios.
–Algunos colectivos y grupos políticos plantearon una transitoria de dos años en los que se permitiese a estos vehículos seguir circulando por las aceras…
–Eso es prácticamente inviable, porque el proceso es muy lento para cualquier modificación dentro de la ordenanza. Creemos más oportuno hacer esto. En dos o tres meses hemos hecho un cambio importante en la ciudad con estos carriles compartidos y se tiene que tener claro que esto viene para quedarse. Hay que diferenciar entre los pequeños ciclos, que son juguetes que se usan en los paseos marítimos, que no son vehículos, y que podrán seguir circulando, pero si los niños van acompañados por sus papas con las bicis, estos tendrán que ir a pie. No hemos abandonado a los VPM y a las bicis, por eso ponemos a disposición estas medidas.
–¿Y por qué no se apuesta por una segregación real de los carriles o por más carriles bici?
–No nos negamos a ello. De hecho tenemos un carril ya adjudicado que conectará la Avenida Cervantes con el Paseo Pablo Ruiz Picasso. Tiene un presupuesto de 480.000 euros. Y seguiremos en esa línea. Hace tiempo que estamos en conversaciones con la Junta de Andalucía, después de que su interventor parase la posibilidad de dar subvenciones para carriles urbanos. Pero hay dos viales que tienen carácter claramente periurbano, como el del Este, que haremos por fases, y el de conexión del Centro con el PTA. Aún así hay dos proyectos de carril encarpetados por si podemos incluirlos en los fondos Edusi. No vamos a parar de hacerlos, pero en este momento, con la que está cayendo…
–¿Tienen una respuesta afirmativa de la Junta a financiar esos dos carriles?
–Hay compromiso en hacer esos dos carriles. Nosotros hemos puesto esos dos proyectos como prioritarios.
–Dice que se hará por fases.
–Creo que a principios de 2021 se podría impulsar un primer tramo del carril Este; es un recorrido a estudiar muy bien por la afectación de Costas… La Junta asume que sería un buen carril bici.
–Antes hablábamos de la nueva ordenanza y de los patinetes. ¿Admite que durante mucho tiempo el Ayuntamiento ha sido excesivamente laxo con las empresas de alquiler de patinetes?
–Tenemos que asumir que sí. Las ocho empresas que entraron aquí lo hicieron como un caballo en una cacharrería, generando una discordia importante. Hemos tardado tiempo en reaccionar. Está claro que tenemos que ir en la línea de endurecimiento en la utilización del espacio, eso tiene que tener su repercusión económica. Antes de las conversaciones con las empresas teníamos muchos problemas, con los patinetes abandonados encima de la acera; poco a poco les hemos exigido el cumplimiento de unas normas. Pero la ordenanza lo regula, al punto de que año tras año tienen que renovar la autorización. De hecho, el que tengamos que retirar vehículos suyos puede suponer que no se les renueve.
–Usted habla de nuevos carriles bici. ¿Entre ellos no está el de la Alameda Principal?
–De momento la intención es que vaya por la zona norte de la calzada. De hecho creo que está marcado, pero quizás hay que marcarlo más para delimitar ese carril bici. Es una zona en la que la convivencia entre peatón y bicicleta es complicada. Pero no era compatible llevarlo por la calzada. Está claro que el día que el Metro llegue al Centro tendremos que replantearnos la utilización del vehículo privado tanto en la Alameda como en el Parque.
–¿Sabe el Ayuntamiento cuándo será ese día?
–Espero que sea pronto. Hablamos de un medio plazo. Lo más importante era que la herida de la obra del Metro quedase eliminada. Y ahora la Alameda se puede utilizar. No me atrevería a decir si es un año, diez meses… Lo que está claro es que cuando el Metro llegue tenemos que replantearnos el uso del vehículo privado.
–¿Pero cómo se configuraría?
–Cuando el Metro llegue al Centro buscaremos la fórmula de utilizar la Alameda y el Parque de manera casi exclusiva para el transporte público y vehículos de movilidad sostenible.
–Durante el estado de alarma y el confinamiento por el Covid cayó drásticamente el tráfico de la ciudad. ¿En qué punto estamos ahora?
–Comparada la intensidad diaria se observa una reducción media del 14% respecto al tercer cuatrimestre del año pasado. Y en cuanto a la EMT estamos en un 60% de la utilización que teníamos en las mismas fechas del año pasado. Quiero mandar un mensaje para que los ciudadanos sepan que el uso del transporte público es seguro.
–La situación de la EMT hoy por hoy es más que delicada.
–Si no tenemos el apoyo del Gobierno con el fondo de rescate para el transporte público vamos a estar en unas condiciones muy malas. Si esto sigue como va podemos llegar a final de año con la necesidad de tener que inyectarle unos 11 millones de euros. Once millones más a lo que ya se aportaba anualmente. Si no tenemos ese balón de oxígeno el transporte público en Málaga entrará en una situación bastante crítica, porque no creo que podamos estar mucho tiempo así. Para nosotros es clave que el Gobierno ponga dinero.
–Durante la pandemia se negoció incluso un Erte con la plantilla. ¿Cabe la posibilidad de medidas drásticas en materia de empleo?
–Creo que no. La EMT es una empresa que se reinventa cada día. Cuando vimos la competencia del Metro pusimos en marcha líneas circulares. Sabemos dónde tenemos bolsa de clientes.
–¿Le preocupa la incidencia que pueda tener sobre la EMT la llegada del Metro al Centro?
–Hasta ahora hemos sido capaces de superar esa competencia, reordenando y abriendo líneas nuevas y cuando llegue al Centro haremos lo mismo. Creo que es un servicio complementario, no creo que el Metro pueda generar una crisis de trabajo o empleo en la EMT. Seremos capaces de convivir.
–Hace varios años, el Ayuntamiento apostó por la construcción de una línea BRT en la zona Este. El Ayuntamiento se toma en serio ese proyecto?
–No es que no nos lo tomemos en serio, pero es que tenemos tantos proyectos ahora mismo que tenemos la duda de que sean compatibles con el BRT. Es un tema parado ahora mismo para que técnicamente se solucione. Y si se va adelante será un BRT reversible. Hasta que no tengamos definidas esas grandes infraestructuras de ciudad el BRT está en un momento de standby.
–¿El Ayuntamiento sigue adelante con su plan para expandir la zona SARE?
–La idea es crecer en zonas donde los empresarios y vecinos lo demandan. Ese crecimiento será consensuado. Lo que sí decimos es que en aquellos sitios donde haya incredulidad hacia el SARE que nos dejen ponerlo a prueba. Hay un compromiso claro del alcalde que si en seis o siete meses no funciona se vuelve atrás. Hay zonas de Carretera de Cádiz donde está pidiendo y donde los vecinos no lo ven con malos ojos. estamos estudiando en el entorno de Tabacalera.
–Lo de que se deje poner a prueba iba por La Unión.
–Por todas las zonas. El alcalde tiene claro que en aquellas zonas donde se ponga el SARE y se compruebe que en lugar de beneficiar distorsiona, se quitará.
–Pero es que en La Unión ni siquiera se pudo poner a prueba.
–Nos comprometimos con los vecinos y comerciantes crear zonas de estacionamiento. De hecho acabamos de hacer una rampa para poder usar un espacio del soterramiento del tren. Es un espacio de terrizo donde queremos habilitar una bolsa de aparcamiento. Sabemos que hay una demanda importante de aparcamientos en esa zona de Cruz de Humilladero. Pero entiendo que la puesta a prueba debería conseguirla y asumir lo que dice el alcalde, en el sentido de que si no funciona se quitará.
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