Juan Gómez Canca 'El Kanka': Un trovador con la ironía como lenguaje
En plena gira de su cuarto disco, nos acompaña en este encuentro en el restaurante Alea
Volar, lo que se dice volar,
Volar, volar, volar, no vuelo.
Pero desde que cambié
el palacio por el callejón,
desde que rompí
todas las hojas del guión,
si quieres buscarme,
mira para el cielo.
(Letra de la canción Volar. El Kanka).
Juan Gómez El Kanka, aunque también podría llamarse "el malagueño" por la vehemencia y el apasionamiento con el que habla de nuestra tierra, es nuestro invitado de hoy. Es lo que tiene cuando uno quiere con pasión a lo suyo y pasa mucho tiempo fuera. El Kanka es uno de los autores y cantautores más importantes en habla española en la actualidad, pues no solo sus discos se cuentan por éxitos en España. También en latinoamérica se lo rifan. Y aprovechando que ha venido unos días a Málaga, quedamos para este encuentro. Hablamos de todo eso. Bienvenido a casa.
El RESTAURANTE
Y como se trataba de descansar, nos acogió un lugar que, para nuestro gusto, cumplía con todos los requisitos para la ocasión: ubicado en un edificio singular dentro del casco histórico de nuestra ciudad, con una atmósfera tranquila y relajada y con una gastronomía de las que yo denomino de superación, como objetivo diario de sus chefs. Estoy hablándoles del restaurante Alea, ubicado en la calle Fajardo, a pocos metros del Museo Carmen Thyssen. Allí fuimos recibidos por su propietario y coordinador general, Rodrigo Bocanegra y su gerente Manolo Medina. Con personas así da gusto. A partir de ahí todo fue rodando al mismo ritmo que nuestro encuentro.
Una vez que José Francisco Bentue, jefe de sala, nos acomodó, quedamos en manos de Miguel Ariza quien nos sirvió durante toda la comida con unas explicaciones y presentaciones de los platos de verdadera academia gastronómica. El chef Antonio Hidalgo hizo el resto, que no fue poco. Cabe destacar que este restaurante cuenta, aparte del mencionado chef, con los servicios del chef Pachi Barrera, toda una garantía para los fogones de este prestigioso y emblemático establecimiento. Les seguiré contando.
EL INVITADO
Comencé, emulando el oeste americano, disparando fuerte y le pregunté si se consideraba un cantautor. "Bueno, no sé qué estilo de música hago, ni tan siquiera si tengo estilo [risas], pero creo que cuando uno se dedica a lo que yo, se debe tener un mínimo compromiso con la letra, con la poesía. Creo que existen muchos tipos de cantautores. Muchas de mis canciones se pueden bailar, de hecho se bailan en mis conciertos". Y le hablé de la indiscutible ironía de sus letras. "Considero que los andaluces somos muy irónicos. Es cierto que mis letras pueden ser a veces algo ácidas, pero creo que nada censurables. Soy una persona muy conciliadora. Mis letras tienden a construir. Creo que son muy positivas. ¿No?", termina preguntándome entre risas. Este joven autor destaca por sus cada vez más conocidas letras. Su trabajo en el estudio es encomiable. Tiene fama de pulir cada una de las palabras que componen sus originales y, en muchos casos, reivindicativas canciones. Aunque nunca llueve a gusto de todos.
Su biografía
El Kanka es un joven malagueño, 35 años, del Parque Mediterráneo, viejo músico (lleva más de veinte con la guitarra a cuestas), que declinó los estudios por el mundo de la música, pero estos, los estudios, especialmente los de filosofía, han influido mucho en sus pensamientos y en su carrera musical. Estudio guitarra clásica y se marchó a Madrid a probar en el mundo de la música. “Pero mis comienzos musicales, realmente, surgieron a aquí en Málaga. Mis primeros conciertos los daba, gratis, naturalmente, para veinte o treinta amigos. Después estuve un tiempo en la teteria El Harem. Ahí ya cobraba algo a la vez que iba labrando su estilo. Saltó a Madrid y de ahí a Barcelona donde reside en la actualidad y de ahí de nuevo… “Pues de momento a la gira americana. Luego ya veremos. Sin prisas”. Y le pregunté si se siente profeta, musicalmente hablando, en su tierra. “Me siento muy querido en Málaga, desde siempre, desde que tocaba solo para un puñado de personas. O alrededor de una hoguera en las noches de verano. Málaga siempre me ha influido mucho. No sé si eso es ser profeta en tu tierra. Solo sé que la quiero mucho”. Y para terminar tan entrañable encuentro quiero reproducir una estrofa de uno de sus inconfundibles temas:
Para que la verdad
sea la moneda,
Y para que los besos
curen el llanto,
Para que las canciones
sean las banderas,
Para eso canto.
(El Kanka)
Hasta muy pronto, aquí, en Málaga.
"Creo que tenemos una sociedad con una piel demasiado fina. A veces se ofende con demasiada facilidad. La mitad de mis canciones hablan de que cada uno haga lo que le dé la gana. Al menos eso busco yo. El artista debe saber estar en equilibrio. Solemos tener un punto de locura, pero debemos tener un pie en cada lado (locura-cordura), de esa manera la creatividad tiene sentido. Ese es el equilibrio".
El 23 de febrero se lanzó su cuarto disco, El arte de saltar, que ha contado entre otras, con la importante colaboración de Jorge Drexler. Le pregunté por si no estaría empezando a viajar hacia las nubes con tanto éxito. "El haber grabado con Jorge Drexler ha sido sensacional. Siempre ha sido mi músico de referencia. He cumplido un sueño. Pero respondiendo a tu intencionada pregunta [risas] no me gustaría convertirme en un gilipollas y perder la realidad de las cosas. Se puede decir gilipollas, ¿no? [risas]. Me gusta ir tranquilo por la vida. No me gustaría perder nunca mi identidad. Hacer cada vez mejores discos." Dentro de unas semanas sale para una gira por diversos países americanos (Colombia, Argentina, Uruguay, México), donde su música es muy apreciada. Quise saber cuándo lo tendríamos de nuevo actuando en Málaga."
Creo que muy pronto vendré a cantar para mis paisanos. No quiero dar fechas porque no está cerrado del todo, pero va a ser algo muy especial". Iba a continuar con otra pregunta pero continuó a su aire: "Pero quiero que sepas que me escapo cada vez que puedo a Málaga, a ver a mi familia, mis amigos, y a componer. La mayoría de mis canciones están escritas aquí, en Málaga ". Se podría decir entonces que vienes a beber a la fuente donde naciste. "Así es. No hay nada más allá de los espetos [risas]. Es así, Málaga me inspira, Málaga es …Málaga". Me gustaría que pudiesen ver la cara de este malagueño cada vez que nombra nuestra ciudad. Comenzó tocando él solo, con su ukelele o con su guitarra. En la actualidad le acompaña una importante banda. Le pregunté si eso había cambiado en algo su música, su estilo de vida. "Para nada ¿Esas cosas cambian a la gente?[silencio] No lo entiendo. La guitarra me da más libertad, pero la banda es más rica musicalmente. Depende de cada momento, trabajo con una cosa o la otra. No quisiera ser súper famosísimo. Quiero tener una vida normal. Con eso me siento satisfecho".
LA COMIDA
En vista de que no hacíamos intención de comenzar con la comida, mejor dicho, la degustación gastronómica que no estaba aguardando, el amigo Miguel Ariza tomó la iniciativa, bendita decisión la suya, y tras abrir una botella de vino blanco La Encina del Inglés, riquísimo vino de la D.O Sierras de Málaga, abrió mesa con unos tropezones de atún de almadraba en manteca y un jamón de la dehesa extremeña de los de ponerles un marco. Extraordinario.
No hubo más remedio que rellenar las copas del fresco y afrutado vino malagueño. Un ajoblanco con melón hicieron las delicias especialmente de nuestro invitado que hacía tiempo que no lo tomaba: "Viajo mucho, pero, en contra de lo que pueda creer mucha gente, no me da tiempo a ver nada, y mucho menos a disfrutar de la comida. Esto de hoy es algo excepcional. Por eso la disfruto tanto". O sea que descansas más bien poco. "Me gusta estar componiendo continuamente. Creo que es un ejercicio que me mantiene la mente ágil. Efectivamente, descanso poco".
Y pareció que Miguel andaba pendiente a sus palabras y tampoco le quiso dar tregua a la comida de la que estábamos disfrutando. Un sashimi de salmón con vinagreta de jengibre y mango y un tataki de presa ibérica cebada con castañas vinieron a continuación, momento en el que descorchamos una botella de Simof de Marques de Cáceres que nos acompañaría el resto de la comida. Una elección de la selección de bodegas Lara que celebramos maridando con un no menos exquisito meloso de arroz con pulpo. Extraordinario. Como postre tomamos una tarta de queso viejo algo fuera de lo normal. Mis felicitaciones a Antonio Hidalgo y su equipo de cocina. La comida pasó de saciarnos el apetito a convertirse en toda una experiencia. Y le pregunté por su sueño por cumplir. Tras unos instantes de silencio esta fue su respuesta: "Me gustaría trabajar durante mucho tiempo, pero con más tiempo para poder estar en casa. Tener una carrera muy larga pero sin agobios". Sentido común no le falta.
LOS VINOS
Blanco: La Encina del Inglés
Magnifico vino de la D.O. Sierra de Málaga elaborado con uvas moscatel y Pedro Ximenez lo que lo hacen envolvente y equilibrado sin perder sus sabores frutales. Un vino para tomar , como lo hicimos nosotros, muy fresco.
Tinto: Simof de Marques de Cáceres
Magnifico vino de los considerados de autor. Monovarietal de tempranillo maridó a la perfección con las carnes y el arroz que tomamos. Otro exquisito de las Bodegas Marques de Cáceres.
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Volar, lo que se dice volar,
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