Juan López Cohard: El presidente 'rojo' de los promotores

El ex presidente de los empresarios inmobiliarios dejó la actividad pública tras su paso por la Fundación Málaga 2016

Entregado a la lectura y las tertulias, admira el boom cultural actual

Juan López CohardEl presidente 'rojo' de los promotores
Juan López CohardEl presidente 'rojo' de los promotores / Javier Albiñana
María José Garde

26 de noviembre 2017 - 02:07

Juan López Cohard lleva diez años jubilado de su actividad profesional, la economía y la promoción inmobiliaria, y siete apartado de la esfera pública, desde que Málaga perdió la batalla para convertirse en Capital Cultural Europea, una iniciativa que encabezó como presidente de la Fundación Málaga 2016 y que le dejó muchos sinsabores. Desde entonces dedica su tiempo a disfrutar de las citas culturales de la ciudad, a las tertulias literarias y a tomarse alguna que otra copa de pajarete en uno de sus locales favoritos, La Casa del Guardia.

Inseparable de su sombrero Panamá, que sólo cambia en invierno por otro más calentito, la vida de Juan López Cohard ha corrido pareja al desarrollo urbanístico de la ciudad. Los promotores inmobiliarios malagueños, a los que encabezó entre 1996 y 2002, le llamaban "el presidente rojo", por su pasado comunista en la etapa del franquismo y su cercanía reconocida a los socialistas, aunque sin carné. "Sigo siendo socialista; otra cosa es que esté de acuerdo con el PSOE actual", asegura quien afirma tener tres cosas claras: "soy de izquierdas, ateo y republicano", condición esta última que según aclara, no está reñida con la bandera rojigualda, tan presente estos días. Como economista se define seguidor de la doctrina de Keynes, un "hombre de derechas, pero inteligente, que sabía que sin justicia social se va todo al garete".

La vida profesional de LópezCohard se inició en la informática, en la catalana Gispert, con la que trabajó en Valencia, ciudad donde llegó a ser director de organización informática de la Caja Rural Provincial. López Cohard, que se había licenciado en la primera promoción de la Facultad de Económicas de Málaga, no regresó a su ciudad natal hasta 1980 y un año después inició su etapa como promotor inmobiliario. En 1989 llegó a la dirección general de la Inmobiliaria Echeverría, la empresa responsable de levantar zonas tan populares en la ciudad como Echevarría de El Palo, Huelin, Gamarra o Bizcochero Capitán, en Teatinos. En esta etapa de empresario de éxito empieza su contacto con la política, que le llevaría a participar en el Plan Estratégico de Málaga y a ser un habitual en tertulias y foros. Su paso por las empresas continuó por Apex, la inmobiliaria de Iberdrola, hasta 2002, cuando es sombrado consejero delegado de Salsa Inmobiliaria y Salsa Patrimonio. En 2006 decide instalarse por su cuenta como asesor económico de grandes promotoras nacionales, pero la crisis del sector le dejó sin clientes. El 1 de febrero del 2010 acepta el encargo del alcalde, Francisco de la Torre, para presidir la Fundación Málaga 2016, con la que la ciudad aspiraba a lograr la capitalidad cultural europea que finalmente se llevó San Sebastián.

Aquella elección, dice ahora, "fue un fracaso absoluto", porque se trató de una decisión política y por tanto "una estafa" a las ciudades que concursaron. Pero también admite que Málaga no estaba preparada para ganarlo, que en materia cultural la ciudad no contaba con la proyección y el impulso logrado años después. "Es verdad que el Gobierno se lo concedió al que le dio la gana, pero también creo que no lo hubiéramos ganado nunca", dice hoy con perspectiva. De hecho considera una ventaja que la capital malagueña no fuera la elegida y que haya impulsado su modelo cultural al margen de otros condicionantes. "Málaga ha dado un salto tremendo, -dice- es verdad que quizás sin una política clara en materia cultural", pero que ha tenido sus frutos. El "empeño" de Francisco de la Torre por traer a la ciudad nuevos museos, aunque los primeros como los de Tabacalera o el Astoria "fueran fallidos" ha sido clave en estos últimos años con las llegadas de los museos Pompidou, Ruso o Thyssen. De este último dice que hoy mantiene abiertas una de las mejores exposiciones que recuerda, la de los cubistas Juan Gris y María Blanchard.

Pero no todo es oficialismo en el mundo cultural, a juicio de López Cohard, que ahora que tiene tiempo no se pierde una muestra, un concierto o una conferencia. "En Málaga hay unos movimientos impresionantes, y lo que hace gente como Diego Rodríguez merece un reconocimiento", asegura sobre el presidente del Ateneo de Málaga y la intensa actividad que desarrolla esta asociación, "con más actividad cultural a lo largo de todo el año que la de otras ciudades".

Desde hace año y medio, Juan López Cohard, publica en el blog El jardín de los monos.wordpress.com para no perder el gusto por el articulismo en la prensa local que también ha ejercido en estos últimos años. Las últimas entradas en el blog dan cuenta de una de sus grandes aficiones, el coleccionismo de plumas estilográficas que, unido al acopio de monedas romanas, son sus grandes pasatiempos. Y todo ellos junto a la literatura, sobre todo de historia de Roma.

Juan López Cohard, en el centro de la imagen junto a Diego Rodríguez y José Manuel Cabra de Luna.

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