Cerebros para un rescate

Lunes noche. Ángel García Vidal vuelve al punto de encuentro, a esa sala de prensa improvisada bajo una carpa instalada a varios cientos de metros del pozo por el que hace ahora nueve días cayó el niño Julen. El ingeniero, en su papel de portavoz del equipo técnico y de coordinación de las tareas de rescate, informa de la terminación del túnel vertical horadado en la montaña, en paralelo al orificio de apenas 25 centímetros que guarda en su interior al pequeño.

"Está cansado pero nunca lo he visto decaer en optimismo; anoche (por el lunes) fue muy importante cuando se comunicó que se había terminado el pozo; ese cansancio quedó apartado por la sensación de satisfacción", comenta una persona muy próxima al contingente de rescate. Pero esa pequeña victoria, tras más de una semana de tarea incansable, quedó a primera hora de ayer apagada por un nuevo contratiempo. La trayectoria de la oquedad impedía su encamisado, obligando a reiniciar en buena parte los trabajos.

García Vidal es delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos en la provincia y gerente de la consultora Avanza. Es uno de los integrantes del equipo técnico que desde el domingo 13 diseña el plan mediante el que acceder al interior del Cerro de la Corona para encontrar a Julen. Es el que pone voz a cada paso que se da en una obra ingenieril que, según varios expertos, necesitaría de meses en cualquier otro escenario menos trágico. En Totalán el tiempo corre con una sensación de premura constante, en una cuenta atrás vital.

El cerebro de la operación de rescate, por el momento fallido, está compuesto por una doble mesa de coordinación. Una, con los responsables de las administraciones estatal, autonómica, provincial y municipal al frente; la segunda, de base técnica, con ingenieros, cuatro de ellos de la Junta de Andalucía y al menos ocho pertenecientes a empresas que desde el primer día se ofrecieron a colaborar en la intervención. Todos ellos liderados por un director técnico, Antonio Nieto, dependiente de la Administración autonómica, y Ángel García Vidal. "Las decisiones se toman de manera consensuada", explicaban a este periódico fuentes cercanas al equipo.

Por lo que cuentan fuentes conocedoras de los integrantes, cada uno de los elementos que componen esta cadena de profesionales tiene un perfil muy específico. García Vidal es, por su propia condición de representante del colegio a nivel provincial, portavoz del grupo. Su trayectoria está relacionada en las dos últimas décadas con firmas constructoras como OHL, durante dos años y nueve meses; Salvador Ruz López Construcciones, otros dos años y ocho meses; Unión de Iniciativas Empresariales (Udisa), en calidad de gerente, entre octubre de 2004 y septiembre de 2006. Su última parada es en la firma Avanza Ingeniería como director gerente.

Portador del trono de la cofradía de los Estudiantes, tiene la condecoración Escudo de Plata de la cofradía. "Es una persona muy querida por sus compañeros", destacaba el hermano mayor de la cofradía, Pedro Ramírez, quien recordó que la Junta de Gobierno "pidió por el niño y mandó mensajes de apoyo". Algo que también hizo La Pollinica, a la que también está relacionado García Vidal.

"Un profesional con habilidades de liderazgo, gestión y organización de equipos de trabajo multidisciplinares, con capacidad para trabajar en grandes proyectos, con iniciativa y capacidad de decisión". Estas palabras fueron escritas por él mismo en su perfil de Linkedin, sin saber que, llegado el momento, se vería abocado a llevar al extremo estas virtudes. Es padre de cuatro hijos, condición que le acerca si cabe más al drama de José y Victoria, los padres de Julen. "Es como si fuese nuestro hijo; si tu hijo estuviese ahí irías a por él, pues nosotros vamos a por él", confesaba hace ahora cuatro días.

"Es un profesional muy solvente", comenta un experto relacionado al Ayuntamiento de Málaga cuando se le pregunta por una de las caras visibles del rescate de Julen. "Lo que están haciendo es algo complicadísimo; un proyecto de este tipo hubiese necesitado meses", insistía esta misma fuente, una línea de pensamiento que es ratificada por una ingeniera que subraya que en condiciones normales antes de haber intervenido sobre el terreno se habría realizado un estudio minucioso sobre el terreno.

Algo de lo que en este caso se ha tenido que prescindir por economía de tiempo. "Han sido muy valientes en las decisiones que han tomado porque la idea de hacer el túnel horizontal era muy complicado; se vio que no era viable pero están intentando todo lo posible", apostillaba uno de los técnicos consultados.

Sin un análisis profundo sobre el subsuelo, lo ocurrido en la última semana, con cambios de planes ante la aparición de dificultades geotécnicas sobrevenidas, entraba dentro de la lógica. "Están haciendo todo lo humanamente posible", aseveraba otro experto en obras de este tipo, que, reproduciendo el testimonio de uno de los integrantes del grupo que está en Totalán, destacaba "la improvisación" con la que se están viendo obligados a intervenir.

"Son cosas que inevitablemente se tienen que improvisar", admitía otro ingeniero de caminos consultado, que dispone de la información que recibe de los medios. "Todo surge de la noche a la mañana", incidía para poner de relieve la indefinición de la situación. "Las criticas son muy fáciles; pero los que están allí lo hacen todo con la mejor voluntad", subrayaba. Una afirmación que no escondía sus dudas sobre el resultado final.

Ángel García Vidal lidera ante los medios un equipo mucho más amplio, del que forman parte, entre otros, Francisco Javier Cañada Ruíz, Mauricio Delgado Duarte, José Vicente Fossi Armijo, Jorge Gil Muñoz, José Luis Gómez Vargas, Antonio Moreno Sánchez, Mario Muñoz-Atanet Sánchez.