La Junta acepta pagar hasta 17 millones de euros más por el Metro en El Perchel
La cifra sigue lejos de los 32 millones que exige la constructora Ortiz, que recibió la adjudicación de la obra por 42 millones Fomento iniciará la rescisión del contrato si no se asume la propuesta
La obra del Metro de Málaga en Callejones del Perchel va camino de la catarsis. La incapacidad real de desbloquear el conflicto existente entre la Junta de Andalucía y la constructora adjudicataria de la obra, Grupo Ortiz, ante las reclamaciones económicas que ésta realiza para continuar los trabajos hace que se abra de par en par la vía del rescate del contrato. Aunque formalmente la Agencia de Obra Pública de Andalucía no habla de ello, de facto es la senda que ayer mismo inició al comunicar su disposición a tramitar una modificación del contrato de infraestructura y urbanización del tramo Renfe-Guadalmedina.
Tras casi nueve meses de negociaciones entre las dos partes, la Junta muestra su disposición a avalar un aumento del presupuesto inicial de la obra, fijado en 42 millones de euros (sin IVA), de 17 millones, incluyendo los 8,2 millones de sendas variaciones ya aprobadas y relacionadas con la protección de la muralla nazarí y con los trabajos arqueológicos que se han tenido que realizar en la zona. La cifra, no obstante, está muy lejos del aumento que exige el socio privado, de 32 millones. En este sentido, mientras la Consejería de Fomento asume la opción de destinar hasta 59 millones de euros en las fases de infraestructura y urbanización del tajo, Ortiz reclama 74 millones.
La cuestión fue objeto de una reunión mantenida ayer por los responsables de Fomento, entre ellos el director gerente de la Agencia de Obra Pública de Andalucía, Antonio Tallón, con los vecinos y comerciantes de Callejones del Perchel, en presencia del Ayuntamiento de la ciudad. Según fuentes presentes en el encuentro, en la cita Tallón aseguró que de no ser aceptada la propuesta de la Junta se acometería la vía de la rescisión del contrato.
Una opción que genera no pocas dudas entre los propios responsables autonómicos, ya que podría suponer una rémora de hasta diez meses en el discurrir de los trabajos de un tramo crucial en el futuro inmediato del Metro. No obstante, en este escenario se baraja la posibilidad de actuar de manera contundente contra Ortiz y, de forma paralela, abrir un proceso de licitación que permita encontrar otra empresa que continúe la intervención. Esta alternativa se acometería en caso de contencioso judicial entre las partes.
La presencia de las máquinas del Metro en Callejones del Perchel es palpable desde finales de febrero de 2010, cuando se iniciaron los desvíos de servicios afectados. Sin embargo, si bien se estimaba en 18 meses la construcción de los túneles en los 300 metros que discurren entre la estación de Renfe y la Glorieta Albert Camus y, desde aquí, hasta el antiguo edificio de Correos, son ya más de 53 meses los que se acumulan sin ni siquiera haber hecho entrada en la Avenida de Andalucía.
En este escenario, sin que los contactos mantenidos desde octubre del año pasado hayan permitido acercar las posturas, Fomento anunció ayer, un día después de inaugurar el Metro, el inicio del proceso administrativo para tramitar y aprobar un proyecto modificado al contrato de ejecución del tramo Renfe-Guadalmedina. Con este paso busca actualizar la inversión necesaria para terminar el tajo, impulsar la culminación de los trabajos de reposición de la urbanización, abordar la segunda y última fase en la Avenida de Andalucía y cumplir, finalmente, con el calendario establecido para la entrada en servicio comercial de la Estación Guadalmedina en 2016.
El procedimiento ahora comunicado incluye, en una primera fase, la audiencia al contratista, al objeto de que exponga su posición respecto al planteamiento de la Junta. Para ello, tras recibir el requerimiento, dispondrá de 10 días para pronunciarse. A este paso se añade la necesidad de disponer de un dictamen por parte del Consejo Consultivo de Andalucía, de carácter preceptivo, así como la necesaria fiscalización del gasto y de la modificación del contrato.
El proyecto objeto de conflicto incluye un tramo subterráneo de más de 700 metros, entre la zona del intercambiador de El Perchel y el antiguo edificio de Correos. Este punto sirve de frontera para la siguiente pieza del puzzle del Metro, que ha de permitir la llegada de los trenes bajo tierra hasta la Alameda Principal y cuya ejecución no se prevé, como pronto, hasta finales del presente ejercicio. De la obra de Callejones del Perchel se han certificado ya 37 millones de euros, sin que haya sido excavado en su integridad el paso soterrado entre Renfe y Albert Camus, ejecutado la estación Guadalmedina ni acometido la intervención en la Avenida de Andalucía.
Según las explicaciones aportadas ayer desde la Junta, el modificado trata de reflejar las nuevas circunstancias ocurridas desde el inicio de la obra, como incidencias de índole geotécnica e hidrogeológica, de adaptación de los distintos sistemas constructivos a la realidad del subsuelo y estado de las edificaciones, de modificación de determinadas unidades de obra ajustándolas a las nuevas especificaciones técnicas, urbanísticas y de accesibilidad y de incremento en los cambios de los servicios urbanos afectados por las obras.
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