La Junta apura los plazos para la llegada del Metro al Centro de Málaga, pero sigue sin dar una fecha
La empresa encargada de las pruebas de seguridad de los trenes certificará los trabajos antes de acabar el año, tras lo que deberán iniciarse los últimos trámites
Así son las pruebas de seguridad del Metro de Málaga al Centro
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Málaga/La Junta de Andalucía sigue quemando etapas para que el Metro al Centro se abra al público, pero sigue sin ofrecer una fecha concreta. Una vez pasó en el calendario la Feria de Agosto, el mes de septiembre e incluso el de octubre, todas fechas señaladas como posibles por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y su entonces número 2, Elías Bendodo; la cautela respecto a los plazos es máxima "seguimos trabajando porque sea lo antes posible", se repite una y otra vez; señalando a las pruebas de seguridad.
Es en estas pruebas en las que se ha anunciado un nuevo paso importante, un hito en el argot que vienen manejando los políticos respecto a las obras del Metro. La previsión es que antes de que finalice el año Alstom certifique las pruebas de seguridad independiente., según ha informado Marifrán Carazo, consejera de Fomento, esta madrugada en una comitiva al recorrido nocturno que hacen los convoyes para seguir con las comprobaciones.
¿Son estas las últimas pruebas antes de que se pueda comenzar con la explotación comercial del Metro? No. Sin embargo, el documento que entregará en las próximas fechas la empresa es un condicionante sine qua non para su puesta en marcha y está relacionado con la verificación del correcto funcionamiento del sistema de señalización ferroviaria y el Sistema de Protección de Trenes (ATP), de cara a la puesta en servicio de la extensión al centro histórico (El Perchel-Atarazanas).
Es decir, las pruebas que ahora se están realizando aseguran que, conforme a los resultados obtenidos hasta el momento, la circulación de los trenes a la velocidad comercial no implica ningún riesgo o incidencia para los ciudadanos, ni para el normal funcionamiento de las líneas que ya están en marcha.
Entonces, ¿cuáles son los pasos que quedarán una vez se solvente este dossier? Según ha explicado Carazo, tras esta evaluación deberán comenzar las propias pruebas de los sistemas e instalaciones que lleva a cabo la adjudicataria –es decir, la UTE formada por Acciona y Sando–.
No es hasta que finalicen estas comprobaciones cuando se dan las llamadas pruebas en blanco, las últimas necesarias antes de la apertura al público. Estas pruebas, que se efectúan por parte de la concesionaria, simulan el normal funcionamiento de los convoyes durante varias semanas (para lo que no hay una fecha prevista aún). Tras este paso, el último dossier necesario es la llamada ISA (Evaluación Independiente de Seguridad, por sus siglas en inglés), que consiste, básicamente, en comprobar si todos los documentos anteriores son correctos y se han identificado todos los peligros, se han cumplido todos los requisitos de seguridad y se han atenuado todos los riesgos.
Mantener el servicio, la principal dificultad
Tanto la propia Carazo como el director gerente de Agencia de Obra Pública, Julio Caballero, han señalado la dificultad que entrañan todos estos procesos –tanto los que están a punto de finalizar como los que quedan por efectuar– al tener que conjugar las pruebas con el normal funcionamiento de las líneas 1 y 2; destacando que durante la realización de las comprobaciones "no se ha retrasado ni suprimido ni un sólo servicio para los ciudadanos".
Carazo ha afirmado que “el calendario para la puesta en servicio de la llegada del metro de Málaga al centro histórico va cumpliendo con sus hitos, dentro de un proceso no exento de complejidad, al tratarse de un tramo en el que confluyen ambas líneas, y cuyo circuito consta de numerosos cambios de vía para posibilitar la correspondencia entre las líneas 1 y 2 en el mismo nivel o andén, algo que facilitará y hará más cómoda el trasbordo entre ambos ramales en las estaciones de El Perchel y Guadalmedina”.
Es precisamente la pretensión de no entorpecer el funcionamiento de la línea la que ha hecho que sólo se puedan efectuar las pruebas durante cinco horas diarias, "incluidos fines de semana". La noche de este lunes, al menos en uno de los convoyes, Saray es la maquinista encargada de conducir el convoy durante las pruebas. En el interior una decena de personas comprueban –como cada día– los distintos baremos, datos y métricas que vierten los distintos sistemas de seguridad. Son los últimos coletazos antes de que se anuncie la fecha en la que se podrá llegar al Centro en suburbano. Queda menos.
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