La Junta proyecta un 'tren' sobre ruedas entre Fuengirola y Marbella
Sin dinero en las arcas públicas que permitan revivir los años de obras faraónicas, sin fondos para asumir los 5.000 millones que costaría ejecutar el denominado tren litoral, aparcado desde hace años por la Junta de Andalucía, y con la incertidumbre sobre la viabilidad de acometer la prolongación de la línea ferroviaria de Cercanías desde Fuengirola hasta Marbella, la respuesta a los problemas de congestión de la Costa del Sol occidental empieza a definirse sobre un modo mucho más económico y corto en el tiempo.
En esta línea, relacionada con la etapa de crisis y la necesidad de reformular las bases de las nuevas infraestructuras públicas, la Consejería de Fomento trabaja desde hace meses junto a la consultora Contorno en una intervención que permitiría conectar Fuengirola con San Pedro de Alcántara mediante una gran plataforma reservada para transporte público.
La iniciativa, puesta sobre la mesa por vez primera hace algunos años en el marco de un estudio sobre la movilidad de este entorno, plantea, entre otras acciones, el desarrollo de un itinerario exclusivo de 40 kilómetros de longitud sobre el que discurriría un BHLS (Bus with a High Level of Service), que no es otra cosa que un autobús de gran tamaño, capaz de transportar un importante número de viajeros cada hora y con frecuencia alta.
El impulso de esta "plataforma multimodal", como señala el responsable de Contorno, José Luis Cañavate, queda supeditado a un acuerdo a tres partes, dado que el mismo requiere del aval del Gobierno central y de los ayuntamientos afectados por la iniciativa. La incidencia sobre la primera de las administraciones reside, fundamentalmente, en que es la competente sobre la antigua carretera N-340, base física sobre la que se quiere desarrollar esta plataforma reservada.
Junto al carril que quedaría habilitado en exclusiva para esta especie de tren sobre ruedas, los autores de la iniciativa dibujan, en función de los tramos y de la capacidad real de la sección, otros viales para "tráficos de desplazamientos cortos y medios", es decir, para vehículos privados a motor; y otro para "tráfico lento", pensado para las bicicletas y para los peatones. Los desplazamientos de largo recorrido quedarían circunscritos, principalmente, a la autopista de peaje AP-7, donde se crearían puntos de conexión con la carretera N-340.
Cañavate subrayó en declaraciones a Málaga hoy la idoneidad de la intervención, dado que sería factible su materialización "con una financiación asequible y en un tiempo muy razonable". Un calendario factible, indicó, sería "una o dos legislaturas". Las líneas marcadas se alejan sobremanera de aquellas que hizo suyas la propia Administración regional cuando lideró la construcción del bautizado como tren litoral. Cuestionado por una posible solución ferroviaria, el experto dijo que no se analiza en la solución realizada "porque requiere de inversiones de compleja realización en el momento actual y requiere de una transformación del territorio más amplia".
"Lo que hemos planeado es usar lo que hay pero de otra forma; la capacidad de transporte de lo que proponemos sería similar a un tranvía", incidió, a lo que añadió: "La gran jugada es reservar la antigua N-340 para transporte público, convirtiéndola en un plataforma multimodal". Aunque no se precisan presupuestos concretos para la plasmación en realidad de la plataforma, aludió a que puede ir desde unos 20 millones a 200, en función de las intervenciones que se ejecuten.
Si bien la cuestión del BHLS es la más llamativa, no es la única de cuantas se plantean para mejorar la conexión de un territorio históricamente dependiente del vehículo privado. Muestra de ello es que según las encuestas realizadas en la fase previa a las propuestas indican que el 58,2% de los desplazamientos se realizan en vehículo privado, un 37% en medios no motorizados.
Muy lejos aparecen el autobús, con un 3,7% y el tren, con un 0,9%. Cuando se pregunta a los usuarios por los motivos que le llevan a usar un medio concreto, el 32,4% hablan de que el coche es más cómodo, un 22,1% lo justifican en que hay mala combinación, un 15,9% en que quieren ahorrar tiempo y un 14% en que no hay servicio público.
Con todo, los estudios iniciales estiman como posible trasvasar al transporte público del orden de 600.000 viajes en este entorno físico. La mayor parte, unos 505.520, serían usuarios que se desplazan dentro del corredor con movimientos de media-larga distancia; 55.546, lo hacen desde el exterior para entrar al corredor, y otros 34.988 que desde el corredor quieren desplazarse a zonas exteriores, principalmente a Benalmádena, Torremolinos y Málaga.
Además, del gran corredor de transporte, el proyecto, presentado hace un par de semanas en Sevilla, en el marco de las jornadas organizadas por la Junta con motivo el quinto aniversario de la puesta en funcionamiento del Metro, señala la creación sobre el territorio de dieciséis puntos de intercambio modal. Enclaves en los que facilitar el intercambio entre el sistema de transporte de altas prestaciones y los modos privados, ya sean motorizados o no motorizados. Los mismos, expuso el experto, se configuran como nuevas áreas de oportunidad y de creación de "microcentralidades" territoriales.
Al objeto de hacerlos viables desde el punto de vista económico, una de las opciones es que estos nodos estén ligados a actividades privadas, algo alimentado por el atractivo de las localizaciones elegidas, en los entornos urbanos. "Además de ser atractivo desde el punto de vista funcional pueden serlo desde el punto de vista urbanístico de cada ayuntamiento, porque se busca optimizar el espacio que ya hay, sin generar nuevos suelos", añadió.
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