La Junta trabaja para traer a Málaga barcos de hasta 40.000 metros cúbicos de agua potable

La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha vuelto a reunirse con el secretario de estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, para seguir avanzando en medidas y actuaciones necesarias para aliviar los efectos de la pertinaz sequía que está sufriendo Andalucía. Entre los temas que abordaron se encuentran los barcos cisterna que podrían llegar a Málaga "en caso de que la situación de sequía se torne más extrema", según la consejera.

En este sentido, Carmen Crespo ha explicado que están trabajando para traer a Málaga barcos con hasta 40.000 metros cúbicos de agua potable para inyectar directamente al sistema de conducciones. De igual forma, la consejera y el secretario de estado de Medio Ambiente han acordado que “se aplicará la misma fórmula que están utilizando con otras comunidades autónomas para el impulso de esta medida”.

Por otro lado, Crespo fue desgranando una a una las actuaciones que contempla el IV Decreto de Sequía que aprobó el Parlamento de Andalucía el pasado miércoles. Sobre la mesa puso aquellas en las que tiene que colaborar el Ejecutivo central, como es el caso de los terciarios y los sondeos que va a poner en marcha la Consejería con la ampliación del terciario del Guadalhorce, que es de su competencia; así como el impulso de las aguas regeneradas.

De este último encuentro de trabajo, Crespo ha destacado que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se abre a la concesión, como ha pedido la Junta, de cinco hectómetros cúbicos de agua por emergencia, procedente de la Desaladora Bajo Almanzora I, a los regantes de la comarca del Levante almeriense.

Asimismo, otra de las peticiones de Andalucía al Gobierno de España que siguen avanzando es la de conseguir que los ejecutivos español y portugués alcancen el grado de entendimiento necesario para aportar más agua desde tierras portuguesas hacia la presa del Bocachanza en la provincia de Huelva. Su objetivo con esta medida es desplazar el tapón salino existente y aportar esos 75 hectómetros que requieren los regantes en la actualidad. Se trata, según la consejera “de una actuación que supondría que la provincia onubense alcanzara, junto a las diferentes obras que estamos poniendo en marcha desde el Gobierno andaluz, el tan ansiado equilibrio hídrico”.