Kaikoo, la plataforma de entrenamiento para 'gamers' que ha conquistado a Iker Casillas

Desde que era un adolescente, Juan Antonio Tejada ha tenido inquietud emprendedora. El riesgo ha formado parte de su vida laboral y con tan solo 25 años ya puede presumir de haber fundado dos empresas. La última es Kaikoo, una plataforma de entrenamiento para jugadores de videojuegos basada en inteligencia artificial. Junto a dos socios, Daniel Ruiz-Giménez y Alberto Antequera, constituyó la startup en diciembre de 2020 y en menos de dos años han conseguido unos 78.000 usuarios activos y la atención de la aceleradora de empresas de Iker Casillas, Sportboost.

Junto a Wayra, de Telefónica, el fondo de inversión del ex portero del Real Madrid Iker Casillas ha seleccionado a la firma malagueña como uno de los siete proyectos con los que van a trabajar. Y eso que se presentaron 120 iniciativas de 17 países distintos. “Vimos que Sportboost abría candidatura y, aunque estaba muy enfocada al deporte tradicional, pensamos que les podría encajar algo de esports esportsy de gaming y así fue, llevamos hablando con ellos desde marzo”, comenta Tejada.

“No han invertido en nosotros, no han depositado capital, pero nos van a dar contactos con inversores, con clubes de fútbol que sean potenciales clientes y también entramos en análisis para que inviertan en Kaikoo”, subraya el CEO de la compañía. Para él, lo más importante de esto es dar a conocer el sector y derribar miedos que frenen la entrada de dinero en su proyecto.

“El hecho de que una startup de gaming entre en un programa tan importante como este para nosotros es una gratificación, la constancia de que se está empezando a tener en cuenta y todo el que venga detrás lo va a tener mucho más fácil”, dice.

Y eso, subraya Tejada, que España no es Estados Unidos. “Allí una idea como la nuestra hubiera levantado millones con tan solo presentar un power point”, asegura. “Allí todo el mundo apuesta por el gaming, aquí hemos levantado más de medio millón de euros de inversión pero nos ha costado sudor y lágrimas porque no se conoce el sector”, añade.

El fracaso también es una opción, dice, pero está convencido de que con Kaikoo están “abriendo muchas puertas para los que vienen detrás, había muchísimas ideas erróneas, el sector es muy grande y la gente no lo sabe, no conoce sus cifras ni entiende su potencial”, considera.

Un equipo de nueve personas en distintos puntos del país

El equipo de Kaikoo lo forman nueve profesionales y muchos no se conocen en persona. Aunque la firma es malagueña, su oficina es virtual, así que trabajan desde sus propios escritorios en distintos puntos de España y están en contacto a través del servicio de mensajería Discord. “Aportamos flexibilidad, trabajo por objetivos y una libertad absoluta para que la vida laboral se adapte a la persona y no al revés”, comenta Tejada, nacido en Algeciras y afincado actualmente en Málaga.

Sirocco, una empresa de consultoría y organización de eventos enfocados al sector de videojuegos, fue la primera experiencia de este joven, que comenzó a estudiar Ingeniería Informática y se pasó al Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones. Este proyecto familiar, que tuvo clientes en Málaga y otras provincias andaluzas, se quedó paralizado con la pandemia, cuando cortaron todos los contratos. Ante la incertidumbre, comenzó a buscar otras formas de generar ingresos y accedió a Demium, una incubadora de startup y fondo de inversión que apoyó su talento y su proyecto, una vez encauzado, con 100.000 euros.

Entró sin socios y los fue buscando, uno de ellos a puerta fría a través de LinkedIn. Daniel y Alberto dieron el salto al vacío e iniciaron la aventura con Juan Antonio. Aunque los primeros meses fueron de auténtica travesía en el desierto, ahora están en plena expansión y desde el pasado febrero tienen implantación en los países de habla hispana de Latinoamérica. De allí son el 60% de sus usuarios. “Allí hay más masa crítica, mayor potencial”, apunta Tejada y explica en qué consiste su servicio.

'League of leyends'

Actualmente trabajan con jugadores de League of Leyends. Tienen un acuerdo con el desarrollador del videojuego y les ofrece acceso a sus servidores. “Nosotros somos capaces de extraer todos los datos de las partidas que juega cada usuario, recibimos un archivo y sabemos lo que ha pasado minuto a minuto, de ahí podemos sacar una foto de lo que ha pasado en la partida”, cuenta. “Desarrollando un motor lo suficientemente potente podemos encontrar los errores que ha cometido el jugador y ser capaces de decirle cómo mejorarlos”, agrega.

Los gamers juegan pensando en ganar la partida, pero eso son macroobjetivos que pueden resultar muy frustrantes si no se logran, como destaca Tejada. Por eso, Kaikoo propone dividirlo en microobjetivos concretos para cambiar el concepto del jugador y animarlo a ir superando sus debilidades y a conseguir resultados más estimulantes. Son verdaderos entrenadores de sus usuarios, que se pueden suscribir de forma gratuita o con dos tarifas, de 5 ó 9 euros al mes. Cada una da acceso a unos servicios determinados.

“Los vamos guiando hacia ese gran objetivo y como efecto colateral van a terminar ganando más partidas que antes de utilizar nuestro sistema”, indica. Y no trabajan exclusivamente con profesionales de los esports. Su mercado está abierto a cualquier jugador que quiera mejorar. Por eso, subraya Tejada que sus usuarios potenciales podrían ser más de cinco millones.

Si 2021 fue el año dedicado al desarrollo de Kaikoo, tardaron unos nueve meses en tener listo el código con el que trabajan, este 2022 lo han centrado en la expansión con su entrada en Latinoamérica. El próximo año el reto será la monetización, es decir, intentar que más clientes sean de pago y abrir una nueva línea de negocio para empresas. "Por ejemplo, que una franquicia de hamburgueserías le regale al jugador un menú si consigue llegar a cierto objetivo", explica Tejada.

Con tan solo 25 años, Tejada tiene la clarividencia de esos visionarios que suelen llegar lejos. Sabe que el terreno que pisa es inexplorado, movedizo quizás, pero que le puede llevar a un lugar fascinante. Y todo ello, como dice, sin moverse de su escritorio.