Koke Contreras: Un ‘ave’ del área
Turno para una de las leyendas del Málaga CF y uno de los mejores guardametas españoles tras disputar casi 250 partidos
Nuestro invitado de hoy no precisa de tarjeta de presentación. Un hombre conocido y muy reconocido, dentro y fuera de los terrenos de juego por su excelencia como persona. Ex internacional absoluto, jugó como profesional en el Rayo Vallecano, Real Madrid, Málaga, Betis y Cádiz. Pedro Contreras, Koke Contreras para los aficionados al fútbol, dejó su huella personal en los casi 250 partidos que jugó en la élite; en todos los clubes por los que pasó. Toda una vida “sobrevolando” el área, defendiendo con eficacia su portería. Retirado del fútbol activo, vive afincado en nuestra ciudad, concretamente en el Rincón de la Victoria. Hoy lo vamos a conocer un poco más. No se lo pierdan.
El restaurante: Avante Claro
Fue una casualidad muy agradable el restaurante seleccionado para este encuentro dada la vecindad con el lugar de residencia de nuestro invitado: Avante Claro en La Cala del Moral. Situado en el paseo marítimo Blas Infante, este establecimiento cuenta con más de once años de antigüedad y se ha convertido por mérito propio en un punto gastronómico de referencia en la costa oriental, especialmente por sus pescados, mariscos, extraordinarios espetos y la variedad de sus elaborados arroces. No es casualidad que recibiese un Solete de la prestigiosa Guía Repsol. Pedro Calle, metre de contrastado oficio, fue el encargado de atendernos y Adrián Márquez, su chef, el que nos preparó los exquisitos platos que degustamos. Ahora les cuento.
El invitado
Llegó Koke Contreras puntual, montando en moto, desde Benalmádena, lugar de atraque de su barco y donde cuenta además con numerosos amigos.
–¿Ha cambiado los terrenos de juego por el mar?
–Me gusta mucho el mar. Tengo un barco de 12 metros. Cuando llegué a Málaga hice amistad con personas que navegaban, que disfrutaban del mar. Yo ya había hecho un curso básico de vela en Madrid. Aquí comencé a estudiar, a leer libros sobre el mar, hasta que obtuve el titulo de patrón. Y comencé a navegar.
–Tengo entendido que hasta cruzó el Atlántico. ¿Cómo se siente uno en mitad del océano?
–Se siente uno muy pequeño. Las olas te manejan a su antojo y debes saber dejarte llevar. Es apasionante. Vivir esa experiencia fue algo único. Salimos desde Benalmádena, bajamos hasta Canarias y Cabo Verde y enfilamos Trinidad y Tobago, en el Caribe. Después de cinco semanas de navegación y dos escalas llegamos a nuestro destino. Y dio la casualidad que en esa isla vivía el famoso juez de línea que nos anuló un gol, totalmente legal, en el mundial de Corea 2002. Tenía esa espina clavada y fui a visitarlo. Todo quedó en una divertida anécdota.
Muy personal
Madrileño, aunque malagueño de vocación, Koke confiesa no haber tenido jamás en su mente ser jugador profesional. “Eso era una utopía para mí. Lo veía muy lejano y no perdía el tiempo en pensar en ello. Solo quería jugar y aprender”. Sus padres querían que estudiase por encima de todo y se convirtió en técnico especialista en Comercio Exterior. De no haber sido futbolista le habría gustado ser piloto. “Mi padre era controlador de vuelos y seguridad aérea y tengo un hermano controlador aéreo”. Intuimos que de ahí su habilidad para “sobrevolar” las áreas deteniendo balones imparables. A pesar de estar retirado –lo hizo cuando tenía 37 años– nunca ha dejado de ponerse los guantes. “Nunca. Juego con los veteranos del Málaga, del Real Madrid, de la selección. Yo le llamo el maravilloso mundo del veterano”. Su hijo, también portero, de momento, sigue los pasos de su padre. Quién sabe. Y entre plato y plato, anécdotas y un magnifico ambiente, pasamos dos horas de verdadero encuentro. Koke Contreras sigue siendo aquel joven inquieto y sencillo que buscaba la perfección en su trabajo. No por casualidad tanto equipo de limpieza de la ciudad deportiva del Real Madrid como más tarde la del Málaga, llamaban al palo de la escoba Contreras: era el primero en llegar y el último en abandonar los vestuarios. Así se construye un mito. Ha sido un verdadero placer. Hasta siempre.
–Precisamente fue convocado a ese Mundial de Corea y se llevó una bufanda del frente Bokerón.
–Sí. Tuve la oportunidad de acudir debido a la desafortunada lesión de Santi Cañizares [ya saben , el famoso tarro de colonia que le hizo un corte en un pie]. Gracias a las buenas temporadas que hice en el Málaga fui convocado para sustituirle. Una chica del frente Bokerón, unos días antes de salir con la selección, me regaló una bufanda del Málaga. Estuvo conmigo todo el tiempo. Era una muestra de mi agradecimiento a la gran afición de Málaga.
–¿Cuál es ese gol encajado que nunca olvidará?
–Son varios, y siempre los que tienen que ver con errores. Es la parte más dura de nuestro trabajo. Kluivert me hizo un gol increíble. Un disparo, el balón me pasa entre las piernas y Kluivert lo clava. No dormí en toda la noche. Pero me dolió más el que nos costó la eliminatoria de la UEFA en el Málaga contra el Boavista. Quedamos 1-1, pero nos eliminaron… Pero estamos preparados para ello. Cuando entreno a los pequeños les pregunto ¿cuántos goles te habrán metido? Y cuando ellos me responden les digo: hasta que no llegues a 500 no eres portero.
–¿Cuál es el mejor portero en la actualidad?
–Nunca he sabido qué responder a esa pregunta. Son muchos factores a tener en cuenta. Por su regularidad y evolución en aspectos técnicos ,actualmente para mí es Courtois. También me gusta mucho Keylor Navas por su rapidez y su velocidad en las salidas. Me recuerda a mí. Hoy el fútbol moderno exige que el portero circule el balón como un jugador más, pero yo lo que valoro es una correcta toma de decisiones, tener claro lo que hay que jugar en cada momento.
La comida
Inmerso estábamos en nuestra conversación llena de nostálgicos recuerdos cuando tras descorchar una botella de Javier Sanz, extraordinario blanco, selección de bodegas Lara, abrimos boca con una ensaladilla rusa de la casa y unas gambas cocidas.
–Ha pasado por numerosos equipos ¿cómo eran las aficiones de la época?
–Muy variadas. Recuerdo la del Rayo. Ese año descendimos y la afición nos despidió arropándonos y animándonos a regresar pronto a primera. En Málaga fueron unos años fantásticos. La afición nos hizo crecer, nos ayudó a consolidarnos como equipo. Entonces no iban al estadio más de 12.000 o 13.000 espectadores, pero hacían el mismo ruido que los 28.000 de hace unos días. Eso es algo que notamos especialmente los porteros.
–¿Tienen mucho tiempo para pensar bajo los palos?
–Demasiado, sobre todo si cometes un error que acaba en gol. Pero intentas concentrarte y olvidar el fallo cuanto antes. Es nuestra profesión.
Como profesión demostraba el espetero que nos preparó los espetos de sardinas que degustamos. Plato al que siguió uno de los más reconocidos de la casa: pan de cristal horneado con una base de aguacate y una loncha de atún a la plancha. No pueden dejar de probarlo. Un plato exquisito de la factoría Adrián Márquez. Y continuamos con nuestra interesante conversación.
–Antes hablamos de goles, pero ¿cuál fue su mejor parada?
–Lo tengo claro, a pesar de encajar seis goles en ese partido, un Barça-Rayo. Guardiola me lanzó un balón a la escuadra; lo saqué y dio en el poste. Vino Luis Enrique a rematar a portería vacía, rectifiqué en el aire y lo paré. En ese momento ya perdíamos 4-0. Luis Enrique me felicitó”.
Recreándonos estábamos en los comentarios de Koke cuando nos fueron presentados unos calamaritos y unos salmonetes de la Caleta de Vélez. Exquisitos
–¿Que mensaje enviaría a la afición del Málaga CF después de una temporada tan irregular?
–Creo que es muy posible que lo sucedido esta temporada fuese necesario para subir ahora tres escalones; porque hemos aprendido. No digo que vayamos a regresar a Primera del tirón, ojalá, pero creo que va a haber una revolución. Toca remar. Vamos a ir a mejor progresivamente. No estoy vendiendo humo, es lo que siento. Se ha tocado fondo, la situación es complicada, pero saben como solucionarlo. La Rosaleda tiene que llenarse, partido tras partido. Los fines de semana, en la mente del aficionado solo tiene que existir este pensamiento: acudir a La Rosaleda.
Y en la nuestra estaba el arroz mixto de carnes y mariscos que nos trajo como plato final Pedro Calle. Una extraordinaria pincelada de la carta de arroces de la casa que no se pueden perder. Para este plato tomamos una copa de Cuatro pasos, tinto del Bierzo elaborado por Martín Codax. Cerramos con una milhojas de nata y crema pastelera con galleta desmigada y miel. Un broche de oro a tan sensacional comida. Felicidades al equipo de cocina de Avante Claro y a todo el personal por su cariñoso recibimiento. Hasta la próxima.
Los vinos
Blanco: Javier Sanz. Viticultor Magnífico blanco de la D.O. Rueda. Elaborado con uvas 100% verdejo, nos acompañó a la perfección durante nuestro recorrido gastronómico. Un vino con carácter y de gran persistencia.
Tinto: Cuatro Pasos. Un vino producido por las bodegas Martín Codax en el Bierzo, 100% elaborado con uvas mencia. Magnifico caldo, representación clara de la excelencia de estas bodegas que se muestra suave, redondo y muy equilibrado.
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