Málaga Acoge, tras la subasta de su edificio para hacer pisos turísticos: "Es una paradoja, se ven las dos caras de la ciudad"

El inmueble, de titularidad pública y situado en la calle Ollerías, ha sido recientemente adquirido por el fondo israelí White

Málaga: debajo del puente

El edificio de la calle Ollerías subastado por la Junta.
El edificio de la calle Ollerías subastado por la Junta. / M. G.

De la solidaridad al ánimo de lucro. Es la transición que va a realizar el edificio de titularidad pública de la calle Ollerías, en pleno distrito Centro, que actualmente alberga a la asociación Málaga Acoge y que ha sido subastado por la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos por más de 3,6 millones de euros y adquirido por el fondo israelí White para poner en marcha apartamentos turísticos.

Una transacción que, según apunta el director de la institución, Alejandro Cortina representa toda "una paradoja". "Aquí se ven las dos caras de la ciudad. El éxito y la gente más invisible, que es la que en parte ha sostenido a ese éxito. No se puede olvidar que es uno de los distritos con peores índices socioeconómicos. Tiene una bolsa de pobreza muy grande", afirma. "Representa una enorme pérdida, no ya por nuestra labor, sino porque pensamos que este edificio tiene mucho potencial. Puede acoger a otras entidades solidarias porque no lo ocupamos entero. Es una pena que un inmueble público acabe en manos privadas y acabe siendo pasto del turismo. Tiene poco sentido", añade.

De la misma manera, Cortina lamenta que "las administraciones reconocen nuestra labor, que somos una pieza importante, pero nadie nos plantea una solución factible". De hecho, señala que desconocen incluso cuándo tendrán que dejar el edificio: "En la subasta se explicaba que el inmueble estaba en uso, pero que en el momento de formalizar la compraventa estaría vacío. El plazo para ello acaba el 30 de junio. Nadie nos ha comunicado nada por ninguna vía. No sabemos cuál va a ser nuestro futuro".

Antes de eso, explica, la Junta les ofreció una alternativa: unos locales en la calle Palestina, pero que rechazaron porque suponía "reducir en un 30% las actividades que estábamos realizando" y "la pérdida de en torno a un año" hasta ponerse en marcha de nuevo debido a las tareas de reacondicionamiento.

"No queremos que nuestra labor se vea interrumpida". Motivo por el que respondieron a la Junta con la posibilidad de establecer un alquiler o una compra social. "Encontramos un fondo de inversión ético que podría estar interesado. Aunque evidentemente no podríamos haberlo comprado a precio de mercado". Igualmente, la asociación ha hablado con el Ayuntamiento y la Diputación; además de con agentes inmobiliarios, búsqueda de distintas fórmulas de resolución… pero, hasta el momento, no ha habido acuerdo.

"No acabamos de conseguir nada que nos pueda servir en el corto plazo. Eso esto es muy duro", señala el director de Málaga Acoge, que recuerda que solo en los últimos ocho años (llevan existiendo como tal 35) han atendido a más de 4.300 personas en esta sede; por lo que tampoco ve factible seguir llevando a cabo su labor de manera deslocalizada durante un tiempo. "No nos lo planteamos. Apoyamos a gente en situación de a calle, a desempleados...". "Lo único que pedimos es poder sentarnos con la administración y llegar a un acuerdo", concluye Cortina.

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