Málaga acaba en 2008 con tres lustros de alegría económica
Los expertos pronostican un crecimiento del PIB inferior al 2% hasta situarse en 30.000 millones · El número de parados ha aumentado un 43% durante los últimos doce meses
Rubén acaba de entrar en la veintena. Hace apenas dos cursos que abandonó los estudios y comenzó a trabajar en una empresa auxiliar de la construcción. Un año después se compró un coche rojo de aires deportivos y, aunque aún vivía con sus padres, acariciaba la idea de la independencia. Sonríe candoroso cuando en el ascensor de su bloque le hablan de la burbuja inmobiliaria y de la crisis financiera. Lo único que tiene claro es que sus sueños sí que han estallado, mientras piensa cómo afrontar las próximas letras del coche impecablemente rojo que le aguarda en un aparcamiento de alquiler. Lo mismo que Rubén, Málaga aún exultaba optimismo hace un año y se empeñaba en ver los signos de crisis inmobiliaria como un grano pasajero. Hace justo 12 meses que la provincia tenía 1,5 millones de habitantes y algo más de un millón de coches, 22 centros comerciales, más de 14.000 bares y restaurantes, 22.000 viviendas en construcción y la compra y venta de casas superaba los 8.000 millones de euros anuales.
Las hipotecas basura de Estados Unidos que intoxicaron el sistema bancario internacional hasta ponerlo al borde del colapso y la caída del consumo sumados a los problemas endógenos de falta de diversificación del tejido productivo y dificultades de competitividad empresarial han llevado a la superficie las fragilidades de una economía que pasaba por ser una de las más dinámicas del país, tras encadenar 15 años de crecimiento.
En el último año el desempleo ha crecido un 43,4%. A finales del mes pasado la cifra de parados se situaba en 133.721 personas y en octubre de 2008 las prestaciones por desempleo en la provincia superaban los 82 millones de euros.
De la misma forma, el número de sociedades creadas entre los meses de enero y septiembre de este año ha retrocedido un 27%, mientras que la tasa de impagos se ha situado en el 7,4%, con 65.800 efectos comerciales sin satisfacer por importe de 442 millones de euros.
Este año también ha sido el del Juzgado de lo Mercantil. Estos órganos habían pasado prácticamente desapercibidos desde su creación en 2004. En el primer trimestre de 2008 se empezó a hablar de ellos y para el verano ya ocupaban titulares: hasta septiembre el juez que atiende estos asuntos en la provincia tenía sobre su mesa 335 procesos de acreedores instados por otras tantas empresas incapaces de cuadrar gastos e ingresos, mientras que en todo 2007 únicamente se habían solicitado medio centenar de procedimientos concursales.
Aún así, todavía hay motivos para el optimismo. José Antonio Muñoz, jefe de proyectos de Analistas Económicos de Andalucía, calcula que a pesar de todos los reveses, el Producto Interior Bruto (PIB) superará este año los 30.000 millones de euros, lo que supone más de la quinta parte del PIB andaluz.
La actividad económica se ha ralentizado, pero "de forma menos intensa que en el conjunto de Andalucía", por lo que Muñoz estima que el crecimiento se situará este año por debajo del 2%, frente al 4% de 2007.
Es más, José Antonio Muñoz estima que la renta per cápita en 2008 alcance en la provincia los 20.700 euros, "claramente por encima de la estimada para el conjunto andaluz, donde este indicador se sitúa por debajo de los 20.000 euros".
Incluso el sector hotelero aguanta por ahora, aunque muestra síntomas de anemia. De acuerdo con los informes de Analistas Económicos de Andalucía, las pernoctaciones en la provincia han crecido un 3,8% entre los meses de enero y septiembre respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que en el resto de Andalucía el negocio está estancado al crecer las pernoctaciones por debajo del 1%.
Otra cosa son los ingresos de este sector que "reflejan un perfil de elocuente moderación" al ajustarse los precios presionados por la "pérdida de vitalidad de la demanda". En definitiva, en estos últimos días del año el panorama económico y social es considerablemente más sombrío en Málaga que hace un año, pero, ¿qué ocurrirá en 2009?
A nadie escapa que pintan bastos. "Las perspectivas para 2009 no son nada buenas, esperándose que la caída del PIB sea aún más intensa que en 2008", admite José Antonio Muñoz, de Analistas Económicos de Andalucía, consultora dependiente de Unicaja.
La estructura productiva local no está suficientemente diversificada. Los servicios suponen el 74% del valor añadido bruto (VAB), mientras que la construcción ha venido representando el 18% y la suma de la industria y la agricultura apenas si alcanzaban el 8%.
Además del excesivo protagonismo que tienen los servicios y la construcción en la provincia, existen problemas de competitividad que juegan en contra en un contexto internacional turbulento como el actual.
Los expertos coinciden en que la baja productividad de la economía andaluza obedece a la menor formación de los trabajadores y al retraso que también se registra en el gasto en I+D. Por tanto, "la mejora de la cualificación de los trabajadores y la investigación son dos pilares básicos para la mejora de la competitividad", al tiempo que llama la atención sobre la conveniencia de diversificar el patrón de crecimiento "muy basado hasta ahora en el consumo y la construcción", elementos que "a largo plazo conllevan problemas como los que estamos viendo ahora".
Este experto de Analistas Económicos reconoce la complejidad de señalar si es o no óptima la estructura productiva de la provincia, aunque precisa que "parece evidente que existe cierta sobredimensión en las actividades inmobiliarias y de construcción y que en los próximos meses se va a producir una corrección por desgracia traumática".
Aunque el pronóstico es desalentador, José Antonio Muñoz observa fortalezas: "El tejido productivo de Málaga es muy dinámico, con gran capacidad de adaptación y emprendedor", cualidades que cree que serán esenciales para superar la crisis con determinación.
Además, recuerda que en otras etapas adversas el sector turístico actuó como estabilizador de la economía, ejerciendo un "papel de arrastre importante sobre otros sectores más afectados". Muñoz confía que de nuevo el turismo pueda volver a jugar este mismo rol.
Mientras, Rubén se pasa el día en su cuarto enganchado a los vídeojuegos y a la televisión. De vez en cuando baja y se da una vuelta en su flamante coche rojo de aires deportivos mientras rebaña los últimos ahorros para hacer frente a las letras. Ya no piensa en comprarse un piso. Antes le parecían caros, ahora un producto totalmente fuera del alcance de su mano.
La revista británica The Economist despacha cierta sorna en su último reportaje sobre el mercado inmobiliario español, que ha tenido en la Costa del Sol uno de sus escaparates de más relumbrón. Recuerda que durante años los españoles nos hemos quejado de los exorbitantes precios de la vivienda, pero que ahora, en cambio, el mercado se está encargando de solucionar el problema.
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