Málaga activa la gran transformación de su recinto ferial, valorada en 232 millones
Apuesta por aprovechar parte de Cortijo de Torres para edificios de oficinas, comercial y aparcamiento soterrado
El modelo es compatible con el mantenimiento de los festejos, aunque el objetivo es que haya uso todo el año
Málaga empieza a poner las primeras piedras de la que podría llegar a convertirse en una de las grandes operaciones urbanísticas de la ciudad en su historia reciente. Año y medio después de poner sobre la mesa la idea, el alcalde, Francisco de la Torre, ha presentado en sociedad su apuesta por aprovechar parte de los terrenos del recinto ferial, en Cortijo de Torres, para la construcción de oficinas, equipamientos sociales y deportivos y espacios comerciales.
De acuerdo con las conclusiones del trabajo encargado por la Gerencia de Urbanismo a un equipo externo, con Francisco González y Juan Gavilanes al frente, el objetivo es convertir esta localización, con el Palacio de Ferias como referente, en una nueva centralidad y eje de oportunidad para la capital de la Costa del Sol.
Muestra de la envergadura de la intervención ahora planteada es que su coste se estima en unos 232 millones de euros. De acuerdo con los detalles dados a conocer este jueves, la misma afecta a un zona de unos 141.660 metros cuadrados, sobre los que se autorizaría un techo edificable máximo.
De éste, 91.893 metros serían para oficinas, dando respuesta a la creciente demanda de los últimos años; otros 2.700 metros serían para comercial. Para tomar en consideración la dimensión de la reserva que se pretende para oficinas, hay que subrayar que este techo máximo multiplica casi por 3,5 la reserva contemplada por el Puerto en los suelos de Muelle Heredia.
Hay otros 42.000 metros cuadrados de suelo contemplado con uso ferial/industrial. Sobre ello, el estudio propone convertir las actuales casetas de uso temporal en edificaciones concebidas como contenedores suficientemente versátiles para recibir nuevos usos polivalentes. Y ello con el fin de generar un nuevo paisaje permanente y la creación de una infraestructura que consolide al actual recinto ferial.
Al tiempo, el Ayuntamiento aprovecha para recuperar la vieja aspiración de ampliar el Palacio de Ferias, con una superficie de 38.000 metros cuadrados. Otro de los usos más potentes previstos es de aparcamiento soterrado, con una superficie de casi 83.500 metros de superficie. La reserva podría rondar las 2.800 plazas.
El deseo del regidor de aprovechar este privilegiado emplazamiento para que tenga uso todo el año y no sólo durante la semana de la Feria de Agosto no tendrá un impulso inmediato. Porque como bien han apuntado, la misma requiere de una modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), lo que puede requerir varios años de tramitación e informes. Sobre ello, el mandatario local ha indicado que la voluntad es que este ajuste esté impulsado en lo que resta de mandato.
La propuesta de ordenación se sustenta sobre la trama urbana existente, valorando de ella la racionalidad de su trazado ortogonal, regulador de un conjunto de diez manzanas ordenadas en dos hileras de cinco que se vertebra en paralelo a la calle Antonio Rodríguez Sánchez. En este sentido, se propone en el actual límite del Recinto Ferial que linda con la zona del palacio la transformación de la calle José Blázquez en un nuevo eje donde se concentren actividades diversas y complementarias y con carácter semipeatonal.
Para ello, se proyecta un nuevo frente edificado de manzanas que se emplazan sobre el límite oeste de la actual parcela de aparcamientos en superficie del Palacio de Ferias y en continuidad con la parcela destinada al hotel que prevé el Plan General.
El programa de usos propuesto conecta unos usos a nivel de la calle relacionados o bien con los habituales del Palacio de Ferias o con aquellos compatibles con el uso de la Feria de agosto con otros usos. Así, los urbanistas ponen sobre la mesa dos modelos de manzanas. La primera de ellas, denominada Zócalo Manzana Feria, hace referencia a las parcelas del actual recinto ferial en las que plantean usos feriales, deportivos, culturales, de carácter temporal que también permitan su ocupación durante los festejos de agosto. Para esta planta baja se plantea una altura de 10 metros.
El segundo modelo, que afecta a las manzanas sobre el actual aparcamiento en superficie del Palacio de Ferias, nombrado como Zócalo Manzana Palacio, "debe prever la integración de una futura ampliación de este equipamiento con usos comerciales que enriquezcan y complementen el entorno a nivel de calle". La altura máxima planteada es de 12 metros en una planta para la zona donde se contempla la ampliación del palacio, mientras que será de tres plantas para el lateral al nuevo eje de la nueva ordenación urbana propuesta, con uso comercial y de oficinas.
Será en la parte superior de las dos manzanas donde se dé cabida en altura el uso principal de oficinas. La previsión es que la cota máxima de estos desarrollos sea de seis, siete y ocho plantas, respetando los límites marcados por las nuevas servidumbres del aeropuerto de la Costa del Sol.
De la Torre ha avanzado que una vez presentada la iniciativa quiere iniciar una ronda de contactos con colectivos sociales y profesionales, al objeto de analizar posibles mejoras en la operación. Entre ellos ha citado al Colegio de Arquitectos y a la Asociación de Constructores y Promotores de la provincia. El alcalde no esconde que se una intervención "compleja", que inequívocamente tendrá que ir de la mano del sector privado.
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