Málaga cierra el acuerdo para que el edificio de Correos pueda ser un hotel de cinco estrellas

Aún queda por ratificar la documentación y cerrar la permuta de parcelas que hará posible el cambio de uso de equipamiento a alojamiento

El hotel de cinco estrellas del Palacio de la Tinta de Málaga abrirá en 2026 tras una inversión de 30 millones

Uno de los edificios de la histórica Villa Fernanda en Málaga pasará de vivienda a restaurante

El edificio de Correos en la actualidad. / Javier Albiñana

Málaga/Ya queda menos para que el edificio de Correos, a la entrada del centro de Málaga, deje su denostada imagen actual, haga caer la lona que hasta el momento lo cubre para prevenir de posibles desprendimientos y acabe siendo un hotel de cuatro o cinco estrellas. El Ayuntamiento de Málaga y el fondo israelí que ostenta su propiedad han acordado, aunque sea de manera verbal y aún tenga que ratificarse vía documentación, el cambio de uso de equipamiento a alojamiento que permitirá desencallar, al fin, el proyecto sobre el edificio.

El edificio fue adquirido en 2019 por un magnate israelí a la Junta de Andalucía por 23 millones de euros, que desde entonces venía buscando la solución jurídica al cambio de uso, que finalmente ha venido de la mano de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) promovida por la propia Junta y que recoge este movimiento como una actuación de mejora urbana, según informó Sur y ha podido confirmar este periódico con fuentes municipales.

Gran parte del último escollo residía en que la propiedad pretendía levantar cinco alturas en un edificio anexo al actual inmueble, que finalmente se quedarán en tres según lo acordado entre la promotora y la Gerencia de Urbanismo, encabezada por Carmen Casero. De esta manera, el edificio podrá acoger hasta 200 habitaciones de la máxima calidad.

Este punto es clave para que pudieran interesarse por la gestión del futuro hotel las cadenas de máximo nivel, como bien podría ser Four Seasons, Mandarín, Shangri-la o Ritz Carlton; lo que supondría un salto de calidad para la oferta de Málaga, que sigue en busca y captura de aumentar la capacidad hotelera de cinco estrellas en la ciudad para mejorar el tiquet medio del turista y las pernoctaciones y auparse en el mercado del lujo.

Del número final resultante de habitaciones y los estándares de cada una de las resultantes podrán interesarse una u otra cadena en la gestión del espacio. Cada una de las firmas hoteleras tiene unos requisitos mínimos para instalarse en un edificio, siendo las cuatro anteriormente citadas las que más calidad ofrecen. Esto es clave para determinar qué hotel se dibujará en el futuro, siendo la cadena con la que termine acordando la propiedad israelí la que determine el número de estrellas final, aseguran los expertos cuestionados por este periódico.

Para salvar el paso de equipamiento a alojamiento, además, la promotora deberá compensar al Ayuntamiento con varias parcelas que equilibren esta pérdida de suelo para la ciudad. De esta manera se han seleccionado varias, una en la zona Este y otra en Cruz de Humilladero, en las proximidades del Hospital Regional. En totla, el dueño de Correos tendría que pagar con una edificabilidad próxima a los 17.000 metros de equipamiento en parcelas.

Correos fue construido en 1980; consta de tres plantas en el cuerpo inferior y nueve plantas en la torre. Su venta formó parte de un paquete mucho más amplio de inmuebles puesto en el mercado por la Junta, que incluyó, también en Málaga capital el Palacio de la Tinta, antigua sede de la Administración regional. El mismo fue adjudicado a la cadena hotelera Hotusa por un valor de 21 millones (su valor de salida fue de 12,5 millones). Este último también ha visto en los últimos meses su futuro clarificado, al presentarse ya el proyecto hotelero que albergará el inmueble. Este abrirá en 2026, como un cinco estrellas, previa reforma de 30 millones de euros. La reforma necesaria para Correos, es exactamente tres veces superior y espera crear entorno a 500 puestos de trabajo.

Preguntado al respecto de la operación, el concejal de Turismo, Jacobo Florido, la ha valorado positivamente, si bien asegura que "no estaré contento hasta que no conozcamos la cadena que gestionará el hotel", asegurando que Málaga busca una primera espada del turismo de lujo para este espacio, de manera que pueda elevarse la ciudad como destino de primer nivel turístico.

El edificio de Hacienda sigue esperando que empiecen las obras

Al otro lado de la Avenida de Andalucía, compartiendo margen derecha del Guadalmedina, se mantiene imperturbable el edificio de Hacienda. Cerca de hacer ya casi un lustro desde que a mitad de 2019 cerrase –dos años después del comienzo del traslado de sus funcionarios– el último paso que se dio alrededor del inmueble, que no parece próximo a alterar su estado, fue la obtención de la licencia de obras de parte de la Gerencia de Urbanismo este pasado verano.

El Gobierno central conseguía así la luz verde municipal para iniciar unos trabajos de rehabilitación de la estructura del inmueble que deberían ocupar diez meses, pero que aún no han comenzado y que tendrá un coste de ejecución de 23 millones de euros. Pero este no es el único coste que debe asumir, sino que el arrendamiento de las oficinas en las que trabajan ahora los cerca de 500 empleados que cumplían en la sede del centro cuesta a la Agencia Tributaria el orden de dos millones de euros anuales.

El edificio lleva vacío desde mediados de 2019. En junio de hace cuatro años comenzó el traslado de los cerca de 500 trabajadores concentrados en la principal sede de la Agencia Tributaria en Málaga capital. Esta construcción albergaba, además, otro centenar de trabajadores dependientes del Misterio de Hacienda, que tramitó la reubicación de manera independiente.

El motivo del desalojo del inmueble es que se tiene que someter a unas obras de gran calado en totalidad del edificio debido a un defecto estructural. El informe técnico recomendó que los trabajos se realizaran sin personal dentro del edificio.

Según los primeros informes, las obras consistirán en la demolición del revestimiento de la estructura principal, incluyendo techos y tabiques. Una vez efectuada esta fase y conocido el estado final de toda la estructura, será cuando pueda elaborarse el proyecto de reforma necesario, lo que dará pie a la posterior etapa de contratación de la obra por parte de los servicios centrales de la Agencia Tributaria.

Será ese momento cuando pueda perfilarse el coste final de la obra y los plazos de la misma. La previsión es que esta actuación incluya el saneamiento de la estructura, la introducción de refuerzos en forjados y pilares mediante placas de refuerzo y vigas de gran tamaño. Igualmente, se indicó que se quería aprovechar el vaciamiento para acometer trabajos de adecuación y modernización integral del inmueble.

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