El valor de los restos arqueológicos obliga a Málaga a cambiar los planes del Astoria
La concejala de Cultura asegura que es una tesis manejada también por el alcalde
Apunta el compromiso para seguir excavando en los puntos donde se localizaron hallazgos romanos
Málaga/El guión que durante años había redactado el Ayuntamiento de Málaga para dar una salida airosa a los antiguos cines Astoria y Victoria salta por los aires. El resultado de los sondeos geoarqueológicos ejecutados meses atrás para determinar la existencia o no de más restos de valor bajo la cota -5,5 metros, que es la alcanzada en la primera fase de las excavaciones, concluye la necesidad de profundizar más en el subsuelo. Al menos en los extremos de la finca, donde fueron localizados hallazgos de época romana.
Y ello, salvo sorpresa, toca de lleno la viabilidad del proyecto arquitectónico contemplado para ocupar el actual vacío. Una de las particularidades de este edificio, promovido por un grupo empresarial de Córdoba y bautizado como Malaga All Space (MAS), es que incluye un auditorio soterrado de dos plantas, que alcanzaría los 10 metros bajo tierra. Según ha podido saber este periódico, la construcción del inmueble tal y como está concebido es incompatible con la presencia de los restos.
Si bien es cierto que la última palabra respecto a lo que acabe sucediendo con el solar corresponde a la Delegación de Cultura, varias fuentes consultadas dan por seguro que el pronunciamiento de los técnicos autonómicos (que tienen la memoria en sus manos desde el pasado día 30 de abril) será proclive a la conservación de lo ya encontrado. En conclusión, esto obligaría al Ayuntamiento o a alterar de manera clara el nuevo edificio o a encontrar un nuevo modelo.
Del revés que esto supone para el Consistorio ha dado cuenta este miércoles la concejala de Cultura, Noelia Losada, y no los responsables de la Gerencia de Urbanismo, organismo responsable de las actuaciones arqueológicas impulsadas en la parcela. De hecho, preguntado por este asunto, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, ha declinado pronunciarse sobre el asunto.
López ni ha confirmado ni ha desmentido las palabras de su compañera de equipo de gobierno. La también portavoz de Ciudadanos en la Casona del Parque, citando las explicaciones recibidas desde Urbanismo, ha asegurado que los sondeos materializados avalan la necesidad de excavar más en los puntos donde fueron localizados los restos romanos.
"Hay más romano, no se sabe el qué, ni de qué entidad ni su conservación, pero hay más cosas", ha enfatizado, valorando este hecho como una "buena noticia" para seguir con la investigación. Por el contrario, de este mismo trabajo se deduce que en la parte central, coincidente con el antiguo hospital de Santa Ana, no será necesario continuar con las actuaciones.
En este contexto, Losada da por "descartado" el proyecto arquitectónico que fue validado hace ahora unos tres años por el Consistorio. Y, por lo que parece, no sólo ella. Según ha confirmado a este periódico el propio alcalde, Francisco de la Torre, asume esta misma tesis. "Hablando con él hemos dado ese proyecto como no factible, lo doy por descartado", ha precisado.
Noelia Losada, concejala de Cultura
"Hablando con el alcalde hemos dado ese proyecto como no factible, lo doy por descartado"
Esta circunstancia, pendiente de nuevos acontecimientos, fuerza al equipo de gobierno a trazar una nueva hoja de ruta. Y en ella Ciudadanos quiere ser tenido en cuenta. Su planteamiento, ha apuntado Losada, pasa por un edificio de bajo impacto visual, que permita la permeabilidad con la Alcazaba y que haga posible el mantenimiento de los restos arqueológicos. A esto añade que el mismo tenga uso cultural.
El zoco cultural hasta ahora manejado para ocupar el vacío de los antiguos cines iba a suponer una inversión próxima a los 21 millones de euros, con unos dos años de construcción. Diseñado por los arquitectos Alberto García Marín y Manuel Sánchez la Chica, incluía dos plantas de sótano y tres alturas. Una de las particularidades de la planta baja es que se integra en el entorno, al punto de convertirse en una extensión de la Plaza de la Merced.
En el inmueble se proponían actividades de ocio (tanto para el público infantil como para el público adulto) y gastronomía. La planta media quedaba reservada para la Fundación Pablo Picasso, al tiempo que se concebía para exposiciones de arte, congresos y eventos, incluyendo un auditorio para 300 personas. Y la cubierta, de casi 800, estaba pensada como mirador.
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