Málaga diagnostica el barrio de Lagunillas y traza un plan para su recuperación
Un estudio pone de relieve su "degradación física" y reclama la regeneración de calles, la limitación a las viviendas turísticas y creación de equipamientos culturales y deportivos
Málaga/El Ayuntamiento de Málaga trabaja en la necesidad de dar respuesta a las más importantes necesidades del barrio de Lagunillas. Y para avanzar en esta línea de intervención, ha dado forma a un diagnóstico impulsado a finales de 2019 y principio de 2020 en el que se analiza de manera detallada la situación de partida de un espacio localizado a apenas metros de la zona noble de la capital.
La radiografía realizada por el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), en el marco del proyecto Edusi, confirma que pese a una cierta actividad transformadora, sigue presentando un "nivel de degradación física importante, con un alto grado de obsolescencia en sus infraestructuras, con gran cantidad de solares abandonados (19,5% de las parcelas) y poca actividad económica, ya que en la morfología urbana es predominante el uso residencial".
Entre las particularidades de esta aproximación está que se hace desde un punto de vista urbanístico, social y medio ambiental, fijando las actuaciones precisas para corregir la problemática actual. Todo ello objetivos como recuperar la habitabilidad de los espacios degradados y crear un ecosistema de actividad económica que impulse la cohesión social, entre otros.
Un primer campo de estudio se relaciona con la configuración urbana del barrio y sus espacios públicos. Los autores destacan que pese a estar en el centro de la ciudad, "tiene poca relación con su entorno". "Se hace necesario mitigar este aislamiento, aumentando la permeabilidad y la conectividad con las otras áreas urbanas próximas", confirman.
En este marco, apuestan como elemento clave de cualquier operación de regeneración "la renovación y cualificación" de la calle Lagunillas y por la incorporación de hitos de referencia "apoyándose en personajes y elementos de su historia", entre los que se cita a Miguel de los Reyes y Victoria Kent.
Actualmente, el uso predominante del barrio es el residencial, "aunque con incremento del uso turístico". Muestra de ello es que según el estudio de campo realizado antes de la pandemia, un 32% de las viviendas tienen usos o fines turísticos. Entre las propuestas que se manejan está la de "limitar la posibilidad de que el barrio se convierta en una zona de uso hotelero mayoritario, tal y como ha sucedido en la mayor parte del centro histórico, limitando la concesión de licencias para uso hotelero y para viviendas con fines turísticos".
Por el contrario, se detecta una escasa actividad comercial, con lo que el barrio "tiene cada vez menos vida". "Hay un porcentaje muy alto de locales y edificios sin uso, que acaban convirtiéndose en solares vacíos; es fundamental revertir esta tendencia destructiva modificando la imagen del espacio urbano del barrio", se enfatiza en el diagnóstico, en el se plantea revisar las alturas máximas definidas en la normativa del Peri Centro e incorporar los edificios con valor patrimonial al catálogo de edificaciones protegidas.
Al tiempo, se denuncia el tratamiento "deficitario" que presenta la mayor parte de calles y plazas, así como la falta de aparcamientos para residentes, debido, entre otros motivos a la presión que ejerce el campus del Ejido y a la mala urbanización de las calles. "Se hace necesario reordenar el espacio destinado a estacionamiento en la vía pública para residentes y poner en uso los aparcamientos cerrados de los edificios de VPO (265 plazas sin usar) para mejorar la movilidad peatonal y en bicicleta", apuntan.
De manera concretan, mencionan actuaciones como la rehabilitación de la plaza Miguel de los Reyes; la adecuación del espacio urbano junto a los jardines Victoria Kent, la transformación del espacio de unión de la calle Lagunillas con la plaza de la Victoria, la implantación de mobiliario urbano adaptable para la realización de actividades colectivas en plaza de la Esperanza; la rehabilitación integral de la calle Vital Aza y pasaje de Valentín Martínez…
De otro lado, en el diagnóstico se concluye la necesidad de dotar al barrio de nuevos equipamientos públicos, en especial de carácter cultural y deportivos. En este sentido, se apunta como una posibilidad el utilizar la antigua casa de socorro, de propiedad municipal, así como encontrar espacios libres en El Ejido para dotar la zona de instalaciones deportivas.
Asimismo, se señala que la proximidad al campus universitario "plantea la posibilidad de desarrollar equipamientos de residencias de estudiantes y otros usos asociados a la universidad en los edificios o solares de titularidad pública como forma de incorporar la actividad universitaria a Lagunillas". Entre los espacios que se apuntan se encuentran parcelas propiedad de la Junta de Andalucía, incluidas en el fallido plan de las tecnocasas.
En el plano más medioambiental, el análisis de situación pone de relieve la carencia que el barrio tiene de zonas verdes, por lo que se considera "fundamental" dotarlo de un "verdadero espacio verde equipado con juegos de niños y espacios intergeneracionales". De manera directa se propone habilitar una nueva zona verde en el solar destinado a parque canino situado entre la calle Chaves y el huerto urbano La Yuca
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