Málaga administra una vacuna contra el cáncer orofaríngeo en un ensayo clínico mundial
La iniciativa se lleva a cabo en la Unidad Intercentros de los hospitales Regional y el Clínico
A fin de año se sumarán otras similares contra el melanoma y el cáncer de pulmón
Oncólogos demandan poder pedir secuenciación molecular como una analítica o un TAC
Los nuevos casos de cáncer crecen de forma sostenida en Málaga
Málaga/Una vacuna contra el cáncer orofaríngeo se administra desde hace varios meses en Málaga y a final de año comenzarán a ponerse otras contra el de pulmón y el melanoma; este último es el tumor de piel más agresivo. Estas iniciativas de investigación se desarrollan con todas las garantías para los pacientes dado que se llevan a cabo dentro de ensayos clínicos y corren por cuenta de la Unidad Intercentros de Oncología Médica del Regional y el Clínico.
Los enfermos reclutados para la vacuna del cáncer orofaríngeo son tratados en el Hospital Regional. Son cuatro y están incluidos en un ensayo clínico a nivel mundial con 180 pacientes. De los que participan en Málaga, dos reciben únicamente el tratamiento habitual y a los otros dos, además, se les administra la vacuna. Parecen pocos, pero el hito que pueden marcar es muy grande. “Que de 180 pacientes en todo el mundo [en el ensayo clínico] haya cuatro de Málaga es mucho”, apuntó el presidente del comité técnico de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y jefe de Oncología Médica del Hospital Regional, Antonio Rueda. El especialista aclaró que aunque los pacientes pertenecen al Regional, el ensayo clínico es de la Unidad Intercentros que forma este hospital con el Virgen de la Victoria.
La vacuna contra este cáncer es de las llamadas ARN mensajero, como la del Covid. Consiste en inyectar una proteína del tumor que al ser un elemento extraño al cuerpo activa las defensas del sistema inmune para que luchen contra las células malignas. Este estudio internacional comenzó poco antes de la pandemia, a cargo de la farmacéutica BioNTech. Pero precisamente debido a la crisis del coronavirus, se paró. Así que en realidad arrancó hace poco más de un año.
La importancia de la vacuna no es baladí. El cáncer orofaríngeo es uno de los que está registrando un incremento de nuevos casos (incidencia) debido al virus del papiloma humano (VPH) y a las prácticas sexuales de la población, como el sexo oral. Cada año, en España se registran 3.300 diagnósticos.
“En la zona mediterránea este incremento es más lento que en otros, como Estados Unidos, Suecia o Finlandia. En estos países, el crecimiento es mayor que en España o Italia. A su vez, en Barcelona aumenta más que en Málaga”, abundó Rueda.
Para atajar la tendencia al alza de tumores orofaríngeos, las administraciones sanitarias recurren a las vacunas. Unas son preventivas y ya con muchos años de utilización, como la del virus del papiloma humano. Ésta se ha ampliado recientemente también a los varones. Hasta hace poco tiempo, sólo se administraba a las adolescentes. La razón era que el VPH es responsable de la mayoría de los cánceres de cuello de útero. Pero este patógeno también está involucrado en otros procesos tumorales que sufren los hombres, como los de pene. Pediatras, ginecólogos y oncólogos llevaban muchos años reclamando que la cobertura se extendiera a los chicos. Finalmente, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) optó por incorporar la inmunización contra el VPH de forma gratuita al calendario vacunal también para los varones.
En cambio, la vacuna que se administra en el Regional está aún en fase de ensayo clínico y no es preventiva, sino para tratar a los pacientes. “En realidad es un tratamiento para despertar al sistema inmune”, explica Rueda. Es decir, para activarlo y que luche contra las células cancerosas.
Pero mientras la vacuna contra el VPH se administra antes de que surja el tumor a fin de prevenirlo, la del cáncer orofaríngeo del ensayo clínico en el que participa el Regional se pone para combatir la enfermedad una vez que ya ha aparecido activando a las defensas del organismo contra las células malignas. De modo que unas vacunas son preventivas y otras terapéuticas, pero ambas –a diferencia de los tratamientos en los que el cuerpo no hace nada– activan el sistema inmune.
Rueda avanzó que a final de 2023 o principios de 2024 comenzarán a administrarse en Málaga –también dentro de un ensayo clínico y con el correspondiente consentimiento por parte de los pacientes– vacunas contra el melanoma y el cáncer de pulmón. “En Estados Unidos están dando unos resultados fantásticos”, aseguró el oncólogo.
En el ensayo clínico, a unos pacientes se les da sólo el tratamiento convencional y a otros se les administra, además, la vacuna. De esa forma se puede comparar la eficacia de esta innovación. La seguridad del paciente se garantiza mediante la inclusión de estas investigaciones en ensayos clínicos, que obligan a cumplir unos requisitos legales y clínicos muy estrictos y van por fases hasta que llegan a su aplicación en humanos.
La vacuna contra el cáncer de pulmón ya ha comenzado a administrarse, también bajo el paraguas de un ensayo clínico, en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla. El objetivo, según los expertos, es aprovechar la tecnología llamada ARN mensajero, que se ha empleado contra el coronavirus, en este caso para combatir diferentes tipos de cáncer una vez que ya han aparecido.
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