Málaga reclama la máxima protección cultural para la Farola
El Ayuntamiento acuerda solicitar su declaración como BIC, aunque lo condiciona al visto bueno del Puerto
Otras entidades que ya avalan la salvaguarda del inmueble son la Universidad, el Colegio de Arquitectos e Icomos
Málaga/Málaga abre el camino para que la Farola, icono visual de la capital de la Costa del Sol y de su relación con el mar, sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Lo hace por dos vías diferentes pero coincidentes en el objetivo. La primera, activada hace ahora cinco meses por un grupo de profesores universitarios, entre otros, ante el Gobierno central; la segunda, protagonizada por el Ayuntamiento de la ciudad, que por unanimidad y de manera institucional da su aval a una propuesta en este sentido.
El contenido de ambas proposiciones confirma la existencia de un amplio apoyo social e institucional en pos de otorgar la máxima protección arquitectónica a esta histórica construcción, que en 2017 cumplió 200 años de vida. En este sentido, a la confluencia de todos los grupos políticos con representación en la Casona del Parque, hay que agregar el de instituciones como la Universidad de Málaga, cuyo Consejo de Gobierno se posicionó en este sentido en su última reunión, y el Colegio de Arquitectos, que recientemente se han adherido a la petición original.
Ésta ya tenía el apoyo directo del Comité Nacional Español del Consejo lnternacional de Monumentos y Sitios (Icomos), asesor de la Unesco en asuntos de protección; la Academia de Bellas Artes de San Telmo; la Academia de Ciencias;la Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía; la Delegación Territorial de Andalucía del Colegio de Geógrafos de España y del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias, entre otros.
Uno de los profesores que puso en marcha la petición sobre la Farola, Matías Mérida, puso de relieve el valor del edificio, lo que le hace merecedor de esta protección, al tiempo que mostró su satisfacción por la posición adoptada por la Comisión de Cultura.
Interrogantes sobre la medida y la torre del hotel del puerto
La posible declaración de la Farola como Bien de Interés General (BIC) puede abrir la puerta a un escenario nuevo en relación con el proyecto de construcción de un hotel de 150 metros en los suelos del dique de levante. La propia figura reclamada ahora para el histórico inmueble establece la delimitación de un área de afección en la que no puede acometerse actuación alguna sin el previo pronunciamiento de la Consejería de Cultura. Si bien la distancia respecto al solar elegido para el hotel es de entre 800 y 1.000 metros, la envergadura del edificio propuesto podría hacer necesario un pronunciamiento de Cultura al respecto. Cabe recordar que en pleno debate sobre el proyecto, el departamento autonómico rehusó emitir un informe sobre el impacto del hotel aduciendo que se alejaba unos 3 kilómetros del Centro, catalogado como BIC.
En el ámbito municipal, la moción formulada por Adelante Málaga salió adelante con el apoyo total de los grupos, con el compromiso de que la iniciativa llegue al Pleno con la categoría de institucional. No obstante, el texto final introdujo una enmienda propuesta por el equipo de gobierno con el fin de condicionar la solicitud formal ante la Junta de Andalucía a que previamente dé su consentimiento la Autoridad Portuaria, como responsable directa del edificio.
"Apoyamos su protección como símbolo del mar, de la ciudad", vino a explicar la concejala de Cultura, Noelia Losada, quien celebró la unanimidad lograda en torno a la iniciativa. Cabe recordar que el grupo Ciudadanos ya planteó en 2017, coincidiendo con su segundo aniversario, la organización de una gran exposición.
Desde el PSOE, la concejala Lorena Doña valoró el paso adelante dado. "Nos parece fantástico que La Farola sea protegida y sea declarada BIC", expuso, aunque advirtió de que eso no siempre es garantía de protección real. En este particular, denunció que la inacción del Ejecutivo local ha sido clara ante ciertos bienes protegidos.
La moción hace un repaso sobre la historia de la Farola, incidiendo en que la construcción se levantó donde hasta 1817 se colocaba una linterna de manera que cumplía las funciones de faro. A partir de ese momento, se ejecutó una torre de 33 metros de altura, "con piedra del Monte Gibralfaro y por presidiarios como mano de obra, que tuvieron que trabajar a destajo puesto que se realizó en apenas un año".
Conforme a esta relación de hitos, expuesta por el portavoz de Adelante, Eduardo Zorrilla, el último farero salió en 1993. "Hay razones de peso para reconocer a La Farola como un bien patrimonial, que es el momento de plantearse dotarla de un mayor rango de protección en reconocimiento de sus valores simbólicos identificativos de la ciudad", señaló.
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