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Málaga/Málaga sigue siendo la provincia andaluza donde, en términos absolutos, más agresiones totales se registran de Andalucía en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). En el primer semestre de 2022 hubo una diaria. Del total de ataques en los centros sanitarios, tres de cada cuatro fueron verbales. El resto, físicos. De hecho, Málaga también fue en ese periodo la provincia andaluza con mayor número (en términos absolutos) de ataques físicos, un lamentable liderazgo en el que repite. Los agresores, en su mayoría, eran personas normales, que no tenían trastornos psiquiátricos o deterioro cognitivo. Esa es –en apretado resumen– la realidad cotidiana que enfrentaron los profesionales del SAS de enero a junio inclusive del año pasado.
Y otro dato importante: las agresiones registradas durante el primer semestre de 2022 –187– igualaron a la suma de todo 2021, que fue precisamente ese mismo número. Los últimos datos disponibles sobre este asunto son los correspondientes a los seis primeros meses de 2022. Los dio el SASa las organizaciones sindicales y fueron facilitadas a Málaga Hoy por el Sindicato de Enfermería (Satse). Se refieren únicamente a la sanidad pública, pero incluyen a los profesionales de todas las categorías.
Según estas cifras, en ese periodo se registraron en la provincia en los centros del SAS 187 agresiones. De ellas 46 físicas (25%) y 141 verbales (75%). En realidad hubo más, porque todo lo que no se notifica, no se contabiliza en las estadísticas. Así que, como siempre denuncian los profesionales, estos números son sólo la punta del iceberg.
En comparación con 2021 suponen un incremento. Porque en ese ejercicio, hubo 187 agresiones, pero en todo el año. Entonces, de éstas, 50 fueron físicas y 137 verbales; unos indicadores con el que Málaga repitió como la provincia con más ataques físicos de Andalucía. Ya lo había sido en 2020 y 2018.
Sevilla es, después de Málaga, la provincia andaluza con más agresiones totales en el primer semestre de 2022. Suma 175. Ambas son las zonas que más plantillas tienen dentro del SAS. De modo que ello puede explicar que, en términos absolutos, encabecen repetidamente el ranking. Según el análisis por tasas, Málaga, con un indicador de 12,35, se sitúa en cuarto lugar después de Huelva (16,30), Almería (13,43) y Cádiz (12,10). En el resto de Andalucía le siguen Jaén (10,10), Sevilla (8,79), Córdoba (7,72) y Granada (7,22).
El documento facilitado por el SAS a los sindicatos no recoge un detalle por categoría profesional del agredido. Pero sí precisa que la amplia mayoría de los ataques los cometen pacientes o usuarios normales. Del total de 898 registradas a nivel autonómico, el 83,52% (750) fueron protagonizadas por estas personas (En este apartado se incluyen aquellas que estaban bajo los efectos del alcohol o las drogas). Las cometidas por pacientes o usuarios con trastornos psiquiátricos o deterioro cognitivo fueron proporcionalmente minoritarias. Exactamente, el 16,48% (148). Estos datos no están provincializados y se refieren a las cifras autonómicas.
Respecto a las víctimas de las agresiones, en términos absolutos, la amplia mayoría son mujeres. El 62% cuando el agresor es un paciente con trastorno psiquiátrico o cognitivo y el 73% cuando es una persona normal. Pero si los números de agredidos se analizan en proporción a los hombres y mujeres que conforman la plantilla, la conclusión es que en Málaga están muy equiparadas las víctimas. La tasa es de 12,27 entre los hombres y del 12,37 entre las mujeres.
Entre las personas normales que agreden, el detonante del ataque verbal o físico es el desacuerdo con el trato o conducta del profesional (22%), discrepancia con las normas de funcionamiento del centro (17,20%), sin causa aparente (11,60%), petición de atención sin cita previa (8,67%), exigencia de medicación para un familiar (8,677%) o demanda de un tratamiento distinto al prescrito (7,20%). Entre los agresores que tienen un trastorno psiquiátrico o un deterioro cognitivo, la agresión se produce sin causa aparente (35,14%), porque el agresor demanda un tratamiento diferente al prescrito (11,49%) o está en desacuerdo con las normas de funcionamiento del centro.
Y las agresiones no paran. Este año, en menos de un mes, ya han trascendido cinco. La última ha sido verbal contra varios facultativos en el Hospital del Valle del Guadalhorce. Por eso, para este lunes a las 10:30, el Sindicato Médico de Málaga (SMM) ha convocado una concentración frente a las Urgencias a fin de visibilizar el problema y repudiar estos ataques contra los profesionales.
El informe del SAS da un detalle pormenorizado de los recursos para garantizar la seguridad en los centros. En Málaga hay 467 cámaras de seguridad (apenas la mitad que en Granada, que suma 893), 139 interfonos, 373 salidas alternativas 1.803 software antipánico, 1.127 teléfonos, 1.356 timbres en consultas, 23 timbres en ambulancias y una alarma individual. En esta provincia, según la información de las medidas implantadas hasta el 31 de agosto de 2022, no hay tarjetas magnéticas, como ocurre también en Almería y Sevilla. Por contra, en Granada, se han instalado 289.
En los centros se está implementando además la figura del profesional guía que tiene el objetivo de acompañar, asesorar en los trámites y dar apoyo al trabajador que sufre una agresión. El Plan de Prevención y Atención del SAS entró en vigor hace poco más de dos años tras el acuerdo unánime de la Mesa Sectorial de Sanidad.
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