Málaga tendrá un banco de tejido ovárico para que mujeres con cáncer puedan ser madres

Estará en el Centro de Transfusión y será de ámbito andaluz

El programa, que ya funciona para menores de 18 años en coordinación con el Materno, ahora se amplía a mayores de edad

El Materno congelará tejido ovárico para que niñas con cáncer puedan ser madres

La capitana de un equipo que mejoró la sanidad

Una sanitaria trabajando en el Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Málaga.
Una sanitaria trabajando en el Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Málaga. / Javier Albiñana

Málaga/Málaga será la sede del banco de tejido ovárico andaluz para que mujeres con cáncer puedan ser madres aunque los tratamientos oncológicos hagan mella en su fertilidad. Funcionará en el Centro de Transfusión, Tejidos y Células (CTTC), ubicado en el Hospital Civil. En estas instalaciones se conservarán los trozos de corteza ovárica de cada paciente para su uso personal en el futuro. El programa se desarrollará de forma coordinada con el Hospital Materno, cuyos profesionales serán los encargados de extraer ese tejido antes de la quimioterapia y de, superado el proceso oncológico, volver a implantarlo para que la mujer recupere su capacidad reproductiva.

Ambos centros sanitarios ya llevan a cabo un programa similar para adolescentes menores de 18 años. Para esto, obtuvieron la autorización en octubre de 2019. Ahora el banco de tejido ovárico da un paso más y se amplía a las mujeres mayores de 18 años. La autorización para las pacientes adultas se recibió el pasado jueves 30 de marzo. También serán el CTTC y el Materno los centros responsables del desarrollo del programa.

El hospital ofrece desde hace años a las enfermas que tienen que recibir tratamientos oncológicos –que son agresivos y suelen destruir la fertilidad– la posibilidad de congelar sus óvulos mediante una técnica llamada vitrificación a fin de que puedan gestar en el futuro. Pero el problema es que cuando los oncólogos estiman que no hay tiempo que perder ante un cáncer, no se puede esperar a que la mujer se hormone y transcurran un par de semanas para extraerle los ovocitos para su congelación. Extirpar un trozo de corteza ovárica para su criopreservación es mucho más rápido: puede hacerse en 48 ó 72 horas. Así, la paciente puede comenzar mucho antes su tratamiento oncológico.

El proyecto fue un empeño de la anterior responsable técnica del Banco de Tejidos, la hematóloga Maricarmen Hernández. Las otras piezas claves en esta iniciativa son el cirujano pediátrico del Materno, Rafael Parrado y la actual responsable de tejido ovárico del CTTC, Laura Ponce. Esta facultativa recuerda que antes de jubilarse, Hernández le encomendó hacer realidad el programa de criopreservación de tejido ovárico también para mujeres adultas.

Por eso, para Ponce este logro es “un paso agigantado” y “una mejora para la sanidad pública” de la comunidad autónoma. “Porque de lo que se trata es de ayudar al paciente”, insiste. Hasta ahora, si el tratamiento oncológico podía demorarse y la mujer quería congelar sus óvulos, preservaba su fertilidad. Pero si no había tiempo que perder, no tenía opción de conservar su capacidad reproductiva. Ahora, aquellas que así lo deseen, sí la tendrán sin que por ello se retrase el tratamiento para su tumor. “Llevamos más de 10 años trabajando para que todas las mujeres que lo necesiten tengan esta oportunidad”, remarcó la facultativa del CTTC que insistió en que la iniciativa se desarrolla de forma conjunta con el Materno. El hospital hará la operación tanto para extraer como para colocar el trozo de corteza ovárica y el Banco de Tejidos congelará y almacenará el material biológico. A veces, ese fragmento también se utiliza para regular la función hormonal de la mujer en lugar de utilizar tratamientos sustitutorios; es decir, como si fuera un apósito biológico de la propia paciente.

La ampliación del programa a las mujeres mayores de 18 años se sustenta en la experiencia con las menores de esa edad y que ya suman casi una decena de beneficiarias desde su puesta en marcha. En las niñas se recurre a esta técnica bien porque aún no tienen regla –y por lo tanto carecen de óvulos para congelar– o porque el tiempo apremia a la hora de empezar el tratamiento oncológico que pueda salvar su vida.

El Centro de Transfusión, mucho más que un mero proveedor de sangre

Sin el trabajo de los profesionales del Centro de Transfusión, Tejidos y Células, buena parte de la actividad de los hospitales de Málaga se pararía. Porque desde sus modestas instalaciones del Hospital Civil suministran sangre y hemoderivados a todos los centros sanitarios –tanto públicos como privados– de la provincia. Así, hacen posible cientos de operaciones y tratamientos que salvan muchas vidas. Pero además, allí también se criopreservan las muestras con las que se ha hecho el tipaje de las personas dispuestas a donar médula ósea y las células madre de sangre de cordón umbilical con las que pacientes de cánceres, sobre todo hematológicos, pueden curarse.

El CTTC es además la despensa biológica para los trasplantes de córneas ya que provee de este material humano obtenido gracias a la generosidad impagable de los donantes. Y dado que allí funciona el Banco de Tejidos, también es el que proporciona los huesos que utilizan los traumatólogos en sus pioneras técnicas para dar respuesta a los pacientes y mejorar así su calidad de vida. Otra misión del CTTC es congelar y preservar el esperma de pacientes sometidos a quimioterapia para su uso personal y que puedan ser padres en el futuro. Y, además, la de criopreservar la corteza ovárica de niñas y ahora también de mujeres, a fin de que un cáncer no les impida ser madres en el futuro.

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