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Málaga ultima el ajuste de las terrazas de los bares en seis de sus grandes plazas

La primera fase incluye a La Merced, del Obispo, Mitjana, del Carbón, de las Flores y Uncibay

En esta última se contempla rebajar la superficie autorizada para mesas y sillas un 40%

Ocupación de la Plaza de las Flores.
Sebastián Sánchez

11 de agosto 2018 - 01:42

Málaga/La hoja de ruta trazada por el Ayuntamiento de Málaga para ordenar la ocupación de la vía pública por parte de los negocios de hostelería repartidos en el Centro histórico, así como para homogeneizar y embellecer el tipo de mobiliario que se emplea, sigue cumpliendo etapas. Los numerosos contactos mantenidos en los últimos meses por los responsables del área de Comercio y de la Asociación de Hostelería Mahos hace que a día de hoy se dé por prácticamente perfilados los planes de aprovechamiento de seis de los puntos clave del casco antiguo: las plazas de la Merced, Uncibay, Mitjana, del Carbón, de las Flores y del Obispo.

Todas ellas forman parte de la primera fase etapa de acción diseñada por el Ayuntamiento para empezar a aplicar buena parte de los componentes de la nueva ordenanza de Ocupación de Vía Pública, vigente desde el pasado mes de julio. La voluntad expresada hasta el momento por el equipo de gobierno del PP pasa por utilizar esta herramienta, que requiere de una serie de informes técnicos de otros departamentos, así como con el aval final de la Junta de Gobierno Local, para "ordenar el régimen de las autorizaciones".

Es decir, para que de facto se respeten las superficies autorizadas a los bares y restaurantes, así como definir el tipo de mobiliario y elementos que se pueden emplear en los veladores. En este sentido, de acuerdo con los detalles aportados por el director general de Promoción Empresarial, Eugenio Benítez, en tres de las seis plazas antes señaladas se producirán ajustes de cierta relevancia en las delimitaciones de las terrazas.

A modo de ejemplo, aludió de manera directa a que la Plaza Uncibay, en la actualidad ocupada casi en su integridad por mesas y sillas, podría rebajar la superficie en un 40%, logrando con ello el objetivo de que al menos la parte central de la plaza quede libre para el paso de los peatones. Aunque con un menor impacto, las medidas pretendidas en el marco de estos planes afectan también a las plazas de las Flores, donde se podría disminuir un 10% la superficie, porcentaje que se mantiene para el caso de la Plaza del Carbón. En ambas localizaciones se maneja la idea de que las terrazas de los establecimientos se resitúen junto a las fachadas de los inmuebles, dejando libre la parte central.

Se da la circunstancia de que la actual configuración en muchos de los enclaves hosteleros del centro hace que el peatón tenga que atravesar el pasillo que queda entre la zona de los clientes de los bares y la misma entrada y salida de los camareros. Benítez aseguró que esta situación se va a tratar de corregir en todas las zonas del Centro, aunque en fases posteriores.

El ejercicio que sí se va a llevar a la práctica en todas las plazas ya señaladas es la mejora estética de los emplazamientos. Para ello, expuso el director general, se pretende seguir un modelo de colores que sirva de guía a los empresarios a la hora de adaptar su mobiliario. Para ello se va a seguir la actual normativa del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Centro, con lo que quedan excluidos "el blanco y el negro" entre otras tonalidades. "Se opta más bien por colores neutros", señaló. Preguntado por la inversión que tendrán que realizar los empresarios, admitió que la cifra no está aún cuantificada y abrió la puerta a que, con el fin de minimizar la afección de esta renovación, se pueda estudiar una posible rebaja en las tasas que pagan al Ayuntamiento en concepto de ocupación.

A esto se suma la apuesta por estudiar la instalación de separadores en aquellas calles y plazas en las que no exista un gran tránsito de peatones. Estos elementos tendrán un objetivo claramente delimitador de la superficie que formalmente tienen autorizados, lo que facilitará la labor de inspección y control por parte del Ayuntamiento. La parte correspondiente a los toldos podría tardar algún tiempo más en aplicarse, dado que la propia normativa fija un plazo de hasta un año para que los empresarios adecuen sus instalaciones a las nuevas exigencias.

Conforme a las previsiones del área de Promoción Empresarial se cree posible que los planes de aprovechamiento sean una realidad a lo largo del mes de octubre. Antes de ello, confió en que a mediados de septiembre se cuente con los documentos listos para su tramitación. Y ello incluye la petición de informes a varios departamentos municipales, que podrían pronunciarse en un mes, al que sumar otro mes para que el asunto llegue a la Junta de Gobierno Local.

Buena sensación en el contacto con los hosteleros

"Hay buenas sensaciones en la parte de la hostelería y apoyo por parte de los empresarios; esa colaboración necesaria tiene que existir porque sin ellos no se puede aplicar la normativa", recalcó Benítez. A la par que se avance en el tema de los planes de aprovechamiento, que incluirá además de estas seis plazas otros ocho puntos más de la ciudad (seis de ellos en el Centro y La Malagueta y Pedregalejo-El Palo), expuso que ya se está trabajando en la redacción de las nuevas autorizaciones, en las que se "identificarán las superficies destinadas a las terrazas, sin relación con el número de mesas; la obligación de que todas las mesas y sillas lleven tacos de goma, y que las teles no se pueden poner en las terrazas". Asimismo, con la emisión de las nuevas autorizaciones a principios de año los locales tendrán que cumplir la exigencia de que la ocupación pública con mesas y sillas no podrá superar el 75% de la extensión del local, frente al 100% permitido hasta ahora.

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