Málaga encara el verano con las vacaciones mucho más caras
Turismo
Aehcos estima que los hoteles malagueños subirán un 10% sus tarifas y los vuelos o los restaurantes también tendrán precios más altos para compensar el incremento de costes por el combustible, la luz o las materias primas
Los hoteles de Málaga pagan ahora 68 millones de euros más al año en luz que en 2019
Málaga/La inflación disparada y los ciudadanos locos por viajar tras dos años de encierro por la pandemia. El resultado es que este verano será mucho más caro de lo habitual viajar tanto al extranjero como a los destinos nacionales porque hay más demanda y porque los costes que están afrontando las empresas están por las nubes y, en mayor o menor medida, lo acaban repercutiendo en el cliente.
El primer paso a la hora de hacer un viaje es el transporte. Si se va en coche propio, el combustible ya está a dos euros el litro por lo que, pese al descuento del Gobierno, toca tirar de cartera. Según el dato del IPC de abril publicado por el Instituto Nacional de Estadística, el precio de los combustibles y carburantes se ha incrementado en España un 30% en el último año. Ese fuerte aumento también lo están sufriendo las empresas ferroviarias y las aerolíneas, que están aumentando sus tarifas.
En el caso concreto de los vuelos, es difícil establecer una media ya que hay mucha diferencia de precio en función del destino, la fecha del viaje o los complementos. No obstante, es prácticamente imposible que una familia de cuatro personas -dos adultos y dos niños- puedan comprar un vuelo de ida y vuelta en agosto por menos de 1.000 euros, según el análisis realizado en varias rutas y compañías con salida desde el aeropuerto de Málaga.
Los hoteles también van a ser más caros. Javier Hernández, vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), asegura que el incremento de costes en los hoteles en la provincia está siendo tremendo. En el caso de la luz, Hernández detalla que en 2019 Aehcos hizo un estudio de costes de electricidad y el consumo medio por cliente alojado era de 11 kilovatios/hora mientras que en 2021 ascendió a 13 kilovatios/hora. El problema no es que haya un mayor consumo, sino que el precio se ha disparado. El vicepresidente de Aehcos subraya que “en 2019 el precio del kilovatio hora era de 0,0923 euros y ahora está en 0,2715 euros. Y con picos de 0,33 euros en función del horario. Esto supone una subida alarmante del 247%”. “Si las facturas totales de electricidad en los hoteles de Málaga en 2019 eran de 27,4 millones de euros, ahora son 95 millones de euros, un aumento de 68 millones de euros”, añade Hernández.
Los hoteleros malagueños, por tanto, están pagando ahora 68 millones de euros más de luz que en 2019. Pero no solo ha subido el precio de la luz. Según datos de Exceltur, en el primer cuatrimestre de este año se ha incrementado un 26% interanual el precio del combustible utilizado en los hoteles, un 28% el gas y un 16% las materias primas. “Unido a la inflación, causa estragos colaterales provocados por la postpandemia, la guerra, la huelga de transporte y otras motivaciones que han afectado gravemente la línea de flotación de la rentabilidad del sector hotelero”, insiste Hernández.
Los hoteleros saben que no pueden repercutir todo ese incremento de costes en sus tarifas porque se quedarían sin clientes. Hernández estima que los hoteles en la Costa del Sol tendrán que subir los precios en torno a un 10% este verano. “El sector está intentando sostener lo máximo que puede el precio para poder ser competitivos respecto a otras zonas del Mediterráneo como Turquía, Grecia, Croacia, Egipto o Túnez que están lanzando ofertas a la baja”, afirma el directivo de Aehcos.
Pese a la subida de precios, los hoteleros malagueños creen que va a ser un buen verano porque los turistas quieren viajar y pasarlo bien tras dos años de restricciones por la pandemia. La ocupación hotelera en mayo fue igual que la de 2019 y, aunque para el resto del verano está aún en niveles más bajos a los de hace tres años, podría acercarse con las reservas de última hora.
El verano, más o menos, está descontado en el sector pero sí hay preocupación por lo que pueda ocurrir en el otoño y el invierno como sigan subiendo los costes porque tendrán que repercutirlos más en las tarifas y esas fechas son temporada baja, lo que puede provocar que los turistas elijan otros destinos más baratos. “La clave va a ser el otoño-invierno”, asegura Hernández. En el sector ven como la cuenta de gastos se dispara y analizan con lupa los ingresos para no acabar en quiebra. Y los ingresos son los clientes.
Las agencias de viaje están notando un fuerte incremento de clientes tanto ahora como para el verano, aunque también reconocen que el precio está subiendo de forma considerable. “Todo ha subido y nos comunican que se va a encarecer más por el precio del combustible, aunque nuestros precios son muy variables y pensamos que no es tampoco una subida exagerada”, afirma Sergio García, presidente de la Agencias de Viajes Asociadas de Andalucía (Aedav).
García detalla que, por ejemplo, en estos momentos hay “precios disparatados” en viajes de larga distancia a América porque “hay personas que llevan más de dos años sin ver a sus familiares y están viajando o personas que tienen que ir por motivos de trabajo”. Entre los destinos preferidos por los malagueños para este verano, España, Europa y EEUU están siendo muy demandados.
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