Malagueños en Marruecos durante el terremoto: "Nunca había vivido nada igual, parecía que el edificio bailaba"
Noche de tensión para Noelia, en Marrakech y Said, cerca de Rabat; que estaban unos días de vacaciones
Se elevan a 820 los muertos y a 672 los heridos en el terremoto que azotó Marruecos
Los terremotos en Marruecos se sienten en Málaga
Málaga/Rozaba la medianoche en Marruecos cuando empezaron a notar los temblores desde la cama: "no sabía lo que era, parecía que el edificio bailaba, no sabía que era un terremoto", cuenta Said. La sorpresa fue enorme tanto para Noelia, que pasaba unos días en Marrakech, como para Said, que se encontraba en las proximidades de Rabat. Para ambos malagueños, que pasaban las vacaciones en Marruecos, será una noche para recordar, con el alivio de que no han tenido que lamentar ningún tipo de daños personales.
Noelia y su pareja Fran fueron los que vivieron más próximo el temblor de magnitud 6,9 en la escala de Ritcher. Si en Málaga se dejó notar, ellos, que pretendían "pasar unos días de relax", lo notaron demasiado cerca, "la cama se empezó a mover de más a menos, Fran estaba dormido y yo leyendo". Mientras, aún temblaba notaban cómo la decoración, cuadros y otros elementos de cerámica caían contra el suelo, haciendo un estruendo que les animó a no moverse hasta que el seísmo cesase, "teníamos miedo de que nos pudiera caer algo en la cabeza".
Una vez el Riad dejó de moverse –"tuvimos suerte, son todo muros de carga y no cedió", explica Noelia– bajaron al patio del edificio, donde sólo veían a turistas "intentar hacer las maletas para tratar de volver, iban directos al aeropuerto, ¿a dónde vas a ir ahora si está todo empantanado? Se preguntaba Noelia". Tras esperar y comprobar que no había más réplicas, Noelia y Fran volvieron a su habitación, aunque no pudieron pegar ojo en toda la noche.
Ya por la mañana, la pareja ha salido a la Medina, comprobando los múltiples daños materiales ocasionados en la ciudad y que podía haberles alcanzado, "menos mal que estábamos en la habitación", suspira. Ahora cruzan los dedos por poder volver este domingo, cuando tienen programado su viaje de regreso, "sabemos que para las llegadas el aeropuerto está funcionando, hemos visto turistas llegar esta mañana, pero las salidas sí están teniendo más problemas".
Said, en una ciudad cerca de Rabat, donde va todos los años a visitar a su padre, tampoco pudo pegar ojo en toda la noche. Por suerte ni él ni ninguno de sus familiares se vio afectado, "estaba hablando con una amiga de Málaga por teléfono cuando noté como si me marease, entonces salí al pasillo y mi padre me dijo que era un terremoto". Con lo puesto dejaron la vivienda y salieron a un lugar "abierto, lejos de edificio", en la calle "todo era un caos, algunos gritaban, otros lloraban, muchos se pusieron a rezar".
Said y su familia, una hora y cuarto después, volvieron a su casa, aunque "mucha gente se quedó a dormir en la calle, tenía miedo de una réplica". Ahora, después del susto, sólo espera poder volver el lunes a Málaga.
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