Malagueños con carrera y sin posibilidad de comprar una casa
Precios de la vivienda desbocados y alquileres que se comen gran parte del sueldo, los principales motivos
"Si yo, que me considero privilegiado, no puedo comprar una casa, no sé qué será de los demás", dice un ingeniero informático y programador
Comprar una vivienda en Málaga es cosa de 'ricos': precio récord y sueldos más bajos
De la Torre asegura que el problema de la vivienda en Málaga se debe a la falta de formación de los malagueños
Málaga/Jóvenes, que viven en Málaga, con títulos universitarios, másteres y trabajos más o menos estables. Ingenieros, artistas, doctores universitarios, psicólogos. Todos perfiles distintos con un factor común: comprar una vivienda no es más que un sueño que se les antoja demasiado lejano. Jóvenes con titulación, trabajo e idiomas que ven cómo la formación no es suficiente, comprarse una vivienda es algo tan difícil a día de hoy que cruzan los dedos porque el mercado vuelva a regularse.
El alcalde de Málaga, en una entrevista en la Cadena Ser el pasado lunes volvió a señalar a la falta de formación de los jóvenes cuando se le preguntó por el problema habitacional de la ciudad. "En 2004 el abandono escolar era del 40%, yo soy un fuerte defensor de la educación", volvió a decir el alcalde. No es la primera vez que apuntaba a la falta de formación de los jóvenes cuando se le pregunta por este tema, ya lo hizo en junio, después de que un informe del Observatorio del Medio Ambiente Urbano (OMAU) señalara que la subida de los precios estaba alejando a los malagueños de la capital y obligándoles a vivir en el extrarradio, donde el precio del metro cuadrado es más barato.
Alberto tiene 25 años, es ingeniero informático y lleva tres años trabajando a jornada completa como programador, uno de los puestos más demandados y mejor remunerados de la ciudad, en plena cresta de la ola de la Málaga tecnológica. Vive con su pareja, matemática y con un máster. Los dos vivían de alquiler en Málaga, pero tuvieron que mudarse a Torremolinos para poder alquilar un piso con las condiciones que necesitaba a un precio que les parecía acorde, 750 euros al mes más gastos. En Málaga no encontraban nada por el estilo. Pese a la juventud de ambos, ya están pensando en comprar una casa, pero no les salen las cuentas, al menos hasta dentro de siete u ocho años.
Buscan un piso de tres habitaciones "en Málaga sería lo óptimo, no me gustaría tener que valorar ciudades del extrarradio", asegura. Mirando precios ya ha tenido que sacar de la lista muchos barrios de la ciudad, "nada de La Malagueta, el Centro o Teatinos, un piso normal en el que entrar a vivir se va por encima de los 400.000 euros". En el oeste de la ciudad ya está mirando pisos entre los 230.000 y los 250.000 euros. "En caso de que no suban los precios, necesitaré unos 70.000 euros para poder hacer frente a la entrada y los gastos, y dejando ahí todos mis ahorros".
Alberto está en plena transición de cambio de empresa. En su nuevo trabajo cobrará 2.300 euros al mes, su pareja gana unos 1.500. Se sabe privilegiado, además, porque empezará a trabajar para una empresa de Sudáfrica "que paga mucho más que lo que lo hacen las malagueñas, pero tenía un muy buen perfil por mi experiencia en el extranjero y ser bilingüe". Ya tiene tablas de cálculo y multitud de informes: Si es capaz de ahorrar más de 10.000 euros anuales, y los precios se mantienen, le espera una larga carrera de siete años para llegar a su objetivo. Este plan de ahorro supone llevar al mínimo sus planes de ocio con su pareja y evitar todo gasto que no sea necesario, más allá de pequeñas puntualidades, "el único capricho que nos damos es un viaje al año, y vamos a hostales y ahorrando lo máximo", dice.
Su meta es clara, pero sabe lo que cuesta, "si yo, que me considero privilegiado, no puedo comprar una casa y tengo que evitar barrios, no sé qué será de los demás", afirma.
Los ingenieros y los arquitectos son los egresados de la UMA que más cobran cinco años después de acabar los estudios. El salario mensual de estos grupos se sitúa en 1.744 euros, 200 más que la media de graduados, que se quedan en los 1.511,38 euros, según el último estudio de la UMA publicado el pasado mes de abril. Ellas, además, cobran 350 euros menos que ellos.
En Málaga capital, el precio del metro cuadrado terminó en el primer semestre del año de media, 2.234 euros por metro cuadrado, un 1,1 % más que en el trimestre anterior y un 4,6 % más que en junio de 2021, según un estudio publicado el pasado mes de julio por el portal inmobiliario Idealista. Esto no ha frenado, como podría suponerse, en el ritmo de venta de viviendas, sino todo lo contrario.
En el primer semestre del año se han comercializado 22.026 viviendas en la provincia, lo que equivale a una media de 122 diarias, según datos del INE. Para encontrar un dato similar, hay que remontarse a 2007, antes de que explotase la burbuja.
Pero, ¿cuál es el perfil del comprador de vivienda? Según afirmó Violeta Aragón, secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), desde empresas que están adquiriendo bloques enteros para hacer viviendas de alquiler turístico o de larga temporada, hasta particulares que proceden de otros puntos del país o del extranjero y vienen a trabajar a Málaga o a disfrutar de vacaciones y compran una segunda residencia, a los propios malagueños que tienen que atender sus necesidades. Pero, por lo general, ni malagueños ni jóvenes.
Otro de los que puede considerarse afortunado es Pablo Márquez. Pablo tiene 30 años y es programador desde 2015, cuando terminó la carrera. Trabaja para una empresa de Madrid para tener un salario por encima de los 40.000 euros anuales que podrían pagarle en una malagueña. Su novia, pese a ser graduada universitaria también, ahora mismo está en el paro. Él se hace cargo de los 900 euros de alquiler que pagan y están mirando un piso "de al menos tres dormitorios, que necesitamos un espacio para teletrabajar y, claro, hay que pensar en el futuro cuando ampliemos la familia que también podamos hacerlo sin pensar que el piso es pequeño".
Haciendo malabares y restringiendo sus gastos consigue ahorrar unos 800 euros mensuales, "haciendo cuentas no tendré ahorrado para la entrada antes de los 40, y yo soy programador". El precio del alquiler, cada vez más alto, es otro de los lastres que aprieta el nudo de la soga que no permite a los jóvenes ahorrar lo suficiente.
Este mes de julio, según un informe de Idealista, el precio del alquiler en la ciudad ha marcado su máximo histórico, 10,7 euros el metro cuadrado. Esto es un 13 % más que los datos registrados hace justo un año y un 4,5 % que el trimestre anterior. En el conjunto de Andalucía, el mismo indicador señala que el precio medio del alquiler es de 9,2 euros el metro cuadrado, 1,5 euros por debajo.
Pagando uno de esos alquileres se encuentra también Julio, el tercero de los programadores que cuenta a este periódico cómo ve cada vez con menos esperanza la posibilidad de comprar una casa en Málaga. Julio llegó de Alemania hace dos años, cuando una empresa lo contrató para que viniera en la continúa necesidad de búsqueda de talento foráneo de las tecnológicas. En su México natal estudió desarrollo de software, además de un máster en administración financiera.
Con ocho años de experiencia en el sector gana unos 2.700 euros brutos mensuales. De ahí paga cerca de 1.000 euros mensuales entre alquiler y gastos derivados. "Si ahorro mucho y me sacrifico, en cuatro años, si no suben los precios puedo ahorrar para la entrada", asegura, pero aún así, descarta casi por completo la obra nueva. "Todo es carísimo, el otro día pasé por Martiricos, las torres nuevas que están construyendo y un piso de dos habitaciones cuesta 220.000 euros" y no es ni pleno centro, añade.
"Sé que trabajo en una industria privilegiada y no puedo comprar una casa, sólo tengo la esperanza de que haya una crisis inmobiliaria y equilibre los precios", casi resopla al otro lado del teléfono. Julio, con la facilidad del teletrabajo, ha pensado en mudarse a algún municipio en el campo, "muchos amigos me han dicho "con lo que vale un pisito en Málaga te compras una casa grande en el campo", pero ¿por qué tendría que renunciar a lo que ofrece Málaga? Después de dos años ya he construido una vida aquí".
El 57 % de la vivienda en Málaga cuesta más de 200.000 euros y sólo un 7,4 % están por debajo de los 100.000, según datos de Idealista del mes de junio. Un informe de Fotocasa, por otra parte, señalaba que en la provincia el año pasado eran necesario 7,4 años de salario bruto para adquirir un piso de 80 metros cuadrados. La provincia, de lejos, con un mayor indicador de Andalucía, que se reparte entre los 5,5 años de Cádiz y los 3,8 de Jaén.
Mientras, los arquitectos señalan que se construye "poca vivienda a un precio asequible para la clase media y trabajadora". El decano del Colegio Oficial de Arquitectos, Francisco Sarabia, señalaba que los precios eran casi prohibitivos y que deberían estar "en torno a los 100.000 euros". Para remediarlo ponía la mirada en la VPO y en la ayuda de las administraciones, "con incentivos, ayudando a la financiación y con un producto jurídico-legislativo diferente".
Sarabia calcula que el ritmo de visados y finalización de viviendas debería ser de 20.000 al año para atender la demanda. Y ahora Málaga está muy lejos de esa cifra: se visaron 5.820 en 2021 y se terminaron 7.552. En resumen, se hacen pocas viviendas "y la mayoría de alto standing".
Otra de esas jóvenes que quiere comprar una casa y lo ve casi como una utopía es Miriam Gornés, psicóloga. Ahora mismo, haciendo balance de ingresos y gastos, puede ahorrar unos 300 o 400 euros al mes, que espera que sean el doble dentro de un par de años. "A este ritmo, si no tengo ayuda de nadie, podré comprarme una casa dentro de 15 o 20 años", se lamenta. Sigue viviendo en casa de su madre a sus 27 años, si no, sería imposible ahorrar.
"He mirado casas, pero casi como una fantasía, me gustaría mudarme a Teatinos o una zona tranquila", cuenta Miriam, las cuentas no salen pese a que lleva dos años trabajando ya como psicóloga sanitaria.
Peor se ponen las cosas si, como Ascensión González, eres autónomo y no tienes ingresos estables. Ascensión estudió Bellas Artes y sigue viviendo con sus padres. Ahora ha vuelto a estudiar un máster de producción artística, de vez en cuando le llegan encargos con los que poder mantener la cuenta saneada, pero no con la estabilidad que requiere afrontar un alquiler, no digamos una compra.
Por eso mantiene la esperanza lejos, ahora ni siquiera visualiza lo posibilidad de una compra, "a lo mejor dentro de diez años...". Entonces, rozará los cuarenta y, seguramente, sea otra más de los muchos malagueños que no cuenten con una vivienda en propiedad y una hipoteca a 30 o 40 años. Lo que supone seguir pagando el préstamo con edad de estar jubilado y, pese a ello, sigue siendo un sueño lejano.
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