Las hermanas de García Caparrós: "Lleva toda la vida bajo tierra por portar la bandera"
El 4 de diciembre de 1977, en la multitudinaria manifestación por la autonomía andaluza, el joven de 18 años recibió el disparo mortal de un policía
Una vigilia recordará a García Caparrós este 4D en Málaga, en el 45 aniversario de su muerte
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Este 25 de diciembre, cuando en cada hogar se celebre la Navidad, estaría cumpliendo 64 años Manuel José García Caparrós. Pero él solo lo hará en el recuerdo, porque sus restos llevan sepultados 45 años. Pocos días antes de soplar las velas, el 4 de diciembre de 1977, fue asesinado por un policía del que aún no se ha hecho público su nombre en la multitudinaria manifestación por la autonomía andaluza celebrada en Málaga. "Mi hermano lleva toda su vida bajo tierra sin haber hecho nada malo, solo por haber portado la bandera, ese fue el único delito que cometió, tener una bandera blanca y verde en la mano", aseguran sus hermanas.
Purificación, Paqui y Dolores García Caparrós llevan cuatro décadas y media luchando para conocer la verdad, para que se haga justicia, para que se dignifique la memoria de su hermano, que cayó gravemente herido en la esquina de la Alameda de Colón con la Alameda Principal. Murió de camino al hospital. Con una vigilia que comenzaron el sábado reivindicaron su nombre y pidieron la desclasificación de las actas de las declaraciones tras el suceso. Una ofrenda floral por parte del Ayuntamiento de Málaga, con representación de todos los grupos políticos, apoyó su causa este domingo.
"Lo recordamos como lo que era nuestro hermano, un chico con 18 años con todas las ganas de vivir, con todas las ilusiones, jamás se pudo esperar que por sacar una bandera blanca y verde y estar en una manifestación donde había tantísimos andaluces le podía costar la vida", comentan sus hermanas, que lo siguen recordando cada día.
Para ellas, y para el resto de la familia, fue un mazazo demasiado duro. "A los tres años, en el 80, estábamos enterrando a mi madre con 45 años y a cuatro o cinco años después a mi padre", comenta Purificación. "Esa bala se los llevó a los tres y nos dejaron solas, nadie se preocupó, a nadie le importó el sufrimiento de mi madre, de los demás, no mandaron un psicólogo a mi casa, no vino nadie a pedir disculpas, como si no hubiera pasado nada", agregan.
Su padre denunció el asesinato de Manuel José y hubo una investigación "pero a puerta cerrada", lamentan sus hermanas. "Era como pegarse contra una pared", agregan. Por eso, con esta vigilia y las numerosas iniciativas que llevan décadas llevando a cabo demandan que se desclasifiquen las actas de las declaraciones. "Él es una víctima del terrorismo o víctima del franquismo o la transición, como quieran llamarlo, pero víctima. Él no se cayó en la calle y se pegó un golpe, le pegaron un tiro, lo mataron y queremos que se haga justicia con él", piden las hermanas García Caparrós.
"Queremos reivindicar su nombre y que esto no se olvide, él es una persona muy importante para Andalucía, porque dio su vida por Andalucía. Era uno más de los que estaban, esa bala era para Andalucía, para cualquiera de los que estaban aquí, no es que fuera para él directamente, les daba igual", añade Dolores.
Dignificar su nombre
Una moción del grupo municipal Izquierda Unida, con Remedios Ramos a la cabeza, logró salir adelante en el Pleno del Ayuntamiento hace cinco años, en el 40 aniversario de su muerte. "Se declaró lugar de la Memoria Democrática, se cambió esa placa que ha tenido el nombre mal puesto durante años, se sacaron sus restos para llevarlos al Jardín de la Memoria, donde descansa junto a un olivo, su busto y un poema que le escribieron sus hermanas. Eso es también ir cerrando heridas", considera Ramos.
"Pero aún falta la parte que se les niega, saber la verdad de lo que ocurrió ese día, y lo más importante, que sea considerado como víctima de la transición, lo que fue", agrega Ramos. "En esta tarea de reconocer y pedir a las instituciones que se desclasifiquen esos documentos, que se reconozca la verdad, estamos todos juntos, es muy importante la unidad de los grupos", considera la concejala.
Remedios Ramos, muy apegada a la familia García Caparrós, sabe que "el asesinato de su hermano destrozó toda su familia, no solo murió Manuel José, al poco tiempo falleció su madre y luego su padre, se quedaron las tres hermanas solas muy jóvenes y han seguido adelante con la memoria de su hermano por bandera, con la lucha primero por la memoria y también porque siempre han tenido la necesidad de conocer lo que ocurrió". Porque, como concluye Ramos, "fueron unos hechos muy dramáticos y un día que hubiera sido de fiesta para toda Andalucía se tiñó de sangre en nuestra Málaga".
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