María Gámez, un perfil técnico con impronta política para la Guardia Civil
La hasta ahora subdelegada del Gobierno en Málaga será la primera mujer en ponerse al frente de la Guardia Civil
Málaga/La niñez de María Gámez –hija de un farero, la menor de 11 hermanos de una familia “modesta y numerosa”– son los recuerdos del malagueño barrio de la Victoria. Gracias a “un benefactor anónimo” que nunca conoció, estudió en la Escuela La Aneja Femenina y en el Colegio del Monte. Lo que vino después, es conocido.
En lo personal, madre de tres hijos. En lo profesional, alta funcionaria de carrera de la Junta de Andalucía y, ahora, la primera directora general de la Guardia Civil en sus 175 años de historia.
Los que conocen y los que han trabajado con María Gámez coinciden al definirla con dos palabras: trabajadora y sumamente cercana. El suyo es un perfil muy técnico con gran impronta política, pero más en principios que en apariencia, explican. Su cargos en lo orgánico del PSOE han estado alejado de cualquier matiz de polémica y su paso por la política, en primera persona, fue tan velado como su salida.
“Es una persona muy capaz y trabajadora, pero no de relumbrón”, afirma una de las primeras personas que apostó por ella en referencia a que “siempre está en su papel”, pero nunca como protagonista. “Se limita a hacer su labor de forma callada”, detalla esta misma persona.
“Es, ante todo, una mujer preparada. Con un perfil técnico que no limita su carácter político, pero de la política que no es mediática. María hace buena política cuando tiene entre manos un proyecto que afronta con un alto rigor técnico”, explica alguien que ha trabajado con ella.
Coincide con los demás en afirma que la malagueña puede superar “muy bien” el reto que se le pone sobre la mesa con la dirección general de la Guardia Civil, a pesar de que “el Cuerpo no será nada fácil”. “Su paso por la Subdelegación ha sido importante, ha visto por si misma el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y se ha graduado con cum laude”.
Quien ha trabajando con ella en uno de sus momentos más duros como subdelegada del Gobierno, el rescate de Julen, confiesa que además de descubrir “a una gran profesional, muy preparada”, durante los 13 días que duró el dispositivo encontró en su persona “una enorme humanidad y una inteligencia emocional suficiente como para liderar un equipo y un trabajo como el que fue”.
“Tiene autoridad, pero no una autoridad impostada sino de esas que emana de una persona inteligente, preparada y, sobre todo, muy humana”, dice. Da la sensación con estas definiciones de que Gámez nunca se ha erigido como “la jefa” que será a partir de ahora. Pero todos la ven capaz de serlo.
Su biografía de Twitter, una red social donde es bastante activa, es definitoria: “La política es un estado transitorio. La lucha por la justicia, una batalla permanente. Mi lugar en el mundo, #Málaga”.
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