"Con todo mi cariño, Mariano Rajoy": dos horas en Málaga para una firma

Málaga/La vida de Mariano Rajoy tras dejar la política se resume en una palabra: firmar. Primero, como registrador de la propiedad y, en las últimas semanas, también como estrella editorial.

Cientos de personas hicieron cola este viernes ante El Corte Inglés para que el ex presidente estampara su firma en un ejemplar de Una España mejor, el libro de memorias en el que ha condensado su visión de lo acontecido durante su gobierno.

Más hombres que mujeres pero de todas las edades. El acto estaba programado para las 18:00, pero Álvaro, el primero de la fila, llegó sobre las 16:00. Tiene 20 años y dice que no es votante del PP pero que habría apoyado a Rajoy si hubiera podido. “Ha ejercido una gran responsabilidad que se le reconocerá con el tiempo. Vengo a darle las gracias en persona”, confiesa antes de que le dieran permiso para comenzar el recorrido, custodiado por agentes de seguridad y una cinta negra, que le conduciría hasta la segunda planta del centro comercial.

Rajoy llegó unos minutos tarde y, para entonces, la prensa y los primeros simpatizantes estaban expectantes: las cámaras comienzan a disparar y los periodistas intentan sacarle unas palabras. Algunos son despachados a la gresca, otros lo consiguen. El expresidente se refiere a las “enseñanzas de cara al futuro” que ha incluido en su libro, como “que no hay que dar marcha atrás a las reformas” o que “hay que respetar la ley” y, en una burbuja de exacerbación entre la prensa, comienza la firma.

El primero no es Álvaro sino el alcalde de la capital, Francisco de la Torre: “A mi amigo, Paco de la Torre, ilustrísimo alcalde de esta hermosa y pujante ciudad que es Málaga. Con todo mi afecto y cariño ¡(algo inteligible) ! Mariano Rajoy”.

El hombre que lideró la derecha durante 14 años abandonó la política en junio de 2018 tras una moción de censura que lo apartó del poder unas semanas después de la sentencia del caso Gürtel. Para Mabel, “él no tuvo la culpa”. “La corrupción recayó sobre él”, explica. Su hija, Ana, opina que “el tema es una vergüenza”. Acuden juntas, cada una con un ejemplar del libro, porque “lo hemos admirado siempre” y “queremos agradecerle todo lo que ha hecho por este país”.

Esta firma es la única que el expresidente hará en Andalucía, según la editorial, pero desde que volviera ante los focos se ha dejado ver hasta en platós de televisión. Como de costumbre, haciendo uso del sarcasmo, ha ido evitando mojarse sobre la actualidad política –“no opino”, respondió en Málaga. “El libro termina el día que yo me fui o me quitaron del Gobierno de España”–.

Solo sonrisas y firmas, intercalados con “buenas tardes” y “gracias”. El acto está organizado al milímetro pero Lola y Eduardo, “votantes del PP de toda la vida”, tuvieron la oportunidad de intercambiar algunas palabras. “Le he dicho que es el mejor presidente que ha tenido y tendrá España”. “¿Y qué le ha contestado?”. “Gracias, y nos ha sonreído”. Dicen que ya lo conocían “de todas las veces que ha venido a Málaga” y que lo admiran “porque lo que dice lo cumple”. Se marchan felices del centro comercial con un “Para Lola, con todo mi cariño. Mariano Rajoy” bajo el brazo.

En la fila solo hay palabras buenas para el hombre que, con un perfil bajo, lo fue (casi) todo en el PP. “Es un personaje histórico”, resume José, de 24 años, que confiesa haber votado al expresidente y también a su sucesor, Pablo Casado, “aunque no es un líder eficaz”. El joven tiene las ideas claras: afirma que la corrupción es “el problema que tenemos que combatir en el SXXI”, cree que al actual líder popular “le falta un largo hervor y necesita estar en la oposición” y asegura que “hay que respetar el gobierno democrático que se acaba de formar”. “¿Es democrático entonces?”. “Claro, por qué no lo va a ser. Ha salido de un procedimiento democrático y hay que aceptarlo”, asevera.

La fila no para de crecer ni el expresidente de sonreír y esbozar garabatos. Minutos antes de su turno, Antonio parece nervioso. “¿Quién es?”. “Mariano Rajoy, el expresidente del PP”. Antonio tiene 10 años y espera junto a sus padres y su hermano Ernesto, de 9. “Es una buena persona que ha cambiado España”, resume.