Marifrancis Peñarroya: ADN empresario y solidario
El verso libre de la saga Peñarroya, rebelde y contrastada gran empresaria
Compartimos almuerzo en el restaurante Baboo de Benalmádena
Málaga/Hoy tenemos la suerte de contar en esta sesión con la presencia y el discurso profundo, solidario y muchas veces transgresor de una mujer que se viste por los pies y por la cabeza, por donde le venga en ganas. Una mujer muy especial que quería ser reportera de guerra y ha terminado combatiendo sus ideas y principios en una sociedad que a veces no la entiende. Una guerrera, inconformista independiente y muy activista.
Los que la conocen en las distancias cortas pueden dar fe de lo que digo, y su familia también. Pero por encima de todo es una mujer entregada a familia y a su trabajo con un discurso innovador. Interesantísimo. No se lo pierdan porque merece la pena.
El restaurante Baboo
Y elegimos un marco incomparable en Benalmádena: el restaurante Baboo. No pudo atendernos por estar ausente Francisco Sequera, pero nos dejó en las profesionales manos de Ana Pérez, quien se esmeró en atenciones con todos nosotros.
Un restaurante donde prima la cocina tradicional mediterránea con un toque de fusión hacia platos elaborados bajo los cánones de la cocina más moderna. Más adelante les narro el recorrido gastronómico que nos tenían preparado. Siete personas, tres en sala y cuatro en cocina bajo las órdenes de la jefa de cocina, Aíde Gómez todo un lujo en los fogones, forman la plantilla del establecimiento.
La invitada
Me va a resultar del todo imposible poder plasmar en esta sesión el aluvión de experiencias, ideas y proyectos que me desgranó Marifrancis Peñarroya durante las más de dos horas que duró nuestro encuentro. Y es una pena, porque puedo asegurarles que merecería poder reproducirlo sin quitar una pausa, sin ocultar ningún gesto. Consejera delegada del complejo hotelero Holiday World, del grupo de empresas Peñarroya y presidenta de la Cátedra Mujer, empresa y Sociedad.
Es malagueña pero sin embargo ha estado una parte importante de su vida en Madrid. “Allí me fui a estudiar y luego continué trabajando. He vivido Málaga en la distancia durante 13 años. Pero he ejercido durante toda mi vida, sobre todo esos años fuera, una defensa a ultranza de Málaga y los malagueños. La imagen que tenían de nosotros era el estereotipo del andaluz chistoso y poco trabajador. Y no lo soporto. Siempre me rebelé contra eso”. ¿Y ahora? “Ahora es la hora de Málaga. Hemos estado muchos años con los sentimientos y actitudes acomplejadas con respecto a otras ciudades de España, incluso de Andalucía. Yo no, no soy nada conformista”.
Tiene una forma muy especial de llevar su empresa, su discurso es muy claro con respecto al papel de la mujer en la empresa actual. “La empresa se está humanizando, es la tendencia en la actualidad. Esa es mi apuesta. Me hace feliz pensar que mi empresa es mi patrimonio y mi equipo humano. Es imposible pensar en negocios sin contar con las personas”. Pero eso no ha sido lo habitual, de hecho no lo es. “Siempre he buscado mi propia forma de actuar. El pensamiento crítico es indispensable. Hay que ser una misma por encima de todo. Yo construyo en base a oír a todos los que me rodean. Gracias a eso llegamos a tener más de 700 empleados”.
Y la mujer tiene un lugar de relevancia en tu empresa. “Mi empresa está liderada por mujeres. La mujer tiene que aparecer más en la alta dirección. Nosotras hacemos empresa de otro tipo, ni mejor ni peor que los hombres, pero sí de manera distinta. Comprendemos mucho mejor la conciliación. Entendemos los ciclos de la vida de la mujer. Yo no quiero gente que cumpla su horario sino que termine sus proyectos. Tengo gente feliz en mi empresa porque concilia el trabajo con su tiempo libre y de familia, su espacio de trabajo, su formación. La gente hoy en día quiere vivir y trabajar mejor. No se trata de trabajar menos”.
Muy personal
Malagueña de nacimiento, hija del reconocido empresario Cristóbal Peñarroya, muy pronto abandonaría Málaga para buscar nuevos horizontes. “Tuve la suerte, gracias al trabajo de mi padre y su pasión, de poder elegir lo que estudiar, y tras pasar por el colegio Sagrada Familia, donde mi madre era profesora, elegí irme de Málaga. En Málaga había poca oferta y esa fue mi gran excusa. Fui a Madrid a estudiar Ciencias de la Comunicación en la Complutense”. Mujer emprendedora – algo que lleva en el ADN–, pronto creó su propia empresa audiovisual. “En la vida, para poder triunfar tienes que dejarte llevar por lo que te guste”. Se casó y se vino a vivir a Málaga, concretamente a Marbella, y comenzó el proyecto hotelero de la familia. Nacieron sus dos hijos, Pedro y Susana. Con ellos y con su marido, Andrés, cumple cada vez que puede con una de sus grandes aficiones: recorrer mundo en bicicleta. Sus escapadas a distintos países europeos la hacen desconectar del mundo de la empresa. De hecho su gran sueño es dar la vuelta al mundo en bicicleta. Conociéndola, seguro que lo cumple. No puede dejar de emocionarse cuando hablamos de su familia, el más grande de sus tesoros. “Mi padre es una bellísima persona, un hombre grandioso, un poco difícil, con mucho carácter, pero en definitiva un hombre bueno. Él y mi madre nos hicieron, a mí y a mis hermanas, creer en todo momento que podríamos llegar donde quisiéramos. Mi madre nos dejó muy claro que teníamos que ser mujeres independientes. Mi abuela es muy especial. Ella ha sido mi referente como mujer en la vida y mi marido me ha acompañado en todo momento”. Y uno pudo descubrir que entre otras muchas cosas, Marifrancis es también una mujer soñadora. “Sí, tengo muchos sueños por cumplir, pero son pequeñitos. Soy muy feliz con lo que tengo: mi familia, buenos amigos, mi gran ciudad. De todas las etapas de mi vida he sacado buenos amigos. Lo tengo todo”. En ella se da el lema de “No es más rico quien más tiene sino quien menos necesita”. Marifrancis Peñarroya, una empresaria modelo, también en implicación social. Para orgullo de todos. Hasta siempre.
¿Y eso se lo transmite a otros empresarios? “Claro. Asisto a foros y cuento todo esto. Muchos me miran como si fuese una cosa rara, como si no estuviese muy bien de la cabeza. Yo los miro como empresarios que se han quedado en la prehistoria. Pero ya hay gente que está en ello. Es una buena noticia”.
Pues le está dando resultado porque el éxito de su empresa es contrastable. “Yo no percibo ni persigo el éxito, pero si es así, me alegro. Llegué hace 15 años para liderar el proyecto hotelero de mi familia. Hasta entonces no se había vinculado al turismo. Tengo que trabajar con ilusión y proyectos renovados. Me da igual si me llevan o no al éxito”.
La competencia es cada vez mayor en un mercado a veces saturado. “La competencia es imprescindible, nos hace estar activos. Si piensas que eres el único en determinado tipo de negocio puedes llegar a perder la humildad y eso es lo peor. La competencia hace que te superes continuamente”.
La conciliación es una palabra que tiene siempre en sus labios. “Es que la conciliación es en sí misma un cambio social. La mujer se incorpora cada vez más a la empresa y tiene un papel protagonista en la empresa del futuro. Es el dibujo del líder del futuro: empatía para gestionar conflictos, creo que la mujer desarrolla esa labor mejor que el hombre, y la responsabilidad social, planes sociales, medioambientales y de solidaridad. Mira, hoy en día, todavía, la mujer se tiene que callar en determinados círculos sociales. No lo soporto. Yo soy incapaz de estar callada”. O sea que como política lo tendría complicado. “No creo en la política de hoy. No tengo afinidad con ningún partido político. En política no creo que durase mucho tiempo [risas]”.
Su solidaridad como empresa es también algo notorio. “Es algo arraigado a nuestra empresa desde siempre, lo heredé de mi padre, siempre ha colaborado con todo tipo de temas sociales, pero ahora lo hago de una manera ordenada. Eso es una responsabilidad social. Proyecto Hombre me enseñó que hay que ir a construir proyectos. Ellos nunca nos han pedido nada y de ahí surgió nuestro proyecto, más que hacer un donativo puntual creamos un proyecto conjunto, y hasta hoy”.
Hizo una apuesta muy concreta con el modelo de negocio hotelero. “Nuestro negocio está muy diversificado, pero apostamos claramente por el turismo de familia y estamos adaptados al cien por cien. Somos líderes en la costa. En nuestro complejo hotelero tenemos un club de playa familiar con 30.000 metros cuadrados de piscinas. No existe nada así en la costa. Un hotel es un lugar para vivir experiencias no un simple lugar para alojarse y descansar. El concepto ha cambiado totalmente”.
La comida
Y tras una breve pausa en nuestra conversación, Ana Pérez se puso manos a la obra y tras el descorche de una botella de Melior, selección de bodegas Lara, nos presentó unas brochetas crujientes de langostinos con salsa de soja, cilantro y salsa de pimentón, un plato sabroso y original. A continuación una tosta de queso filadelfia con salmón, alcaparras, cebolla roja y rúcula nos hicieron disfrutar el maridaje con el excelente vino.
Volviendo a Málaga, ¿cómo ha vivido su evolución turística? “Málaga ha sido muy visionaria y realizó una apuesta al cien por cien a un mercado, la cultura, y le ha salido muy bien. Y no solo ha atraído al turismo, sino que está realizando un servicio incalculable al malagueño. Las próximas generaciones lo van a apreciar mucho más. Paco de la Torre me parece un político con un discurso sobre turismo profundo, creíble y continuado, y luego lo cumple”. ¿Cómo ve el debate del hotel que se quiere construir en el puerto? “Apoyo el proyecto del hotel. Va a ser un icono de referencia turística de la ciudad, pero debe ser referencia en todo. Me refiero a sostenibilidad, medio ambiente, etcétera”. Y continuamos con la comida.
Un carpaccio de pulpo con crujiente de jamón, rúcula y aceite de pimentón precedió a unos de los platos de referencia de Baboo: carrillada al Pedro Ximénez con lecho de patatas asadas. Riquísimo. Para tomar este plato, descorchamos una botella de Cuatro pasos Black, sencillamente extraordinario.
Ya solo nos quedaba rematar con un sorbete de lima, limón y yerbabuena, riquísimo. Vaya nuestra felicitación a Aíde Gómez y su equipo de cocina y a Ana Pérez por sus atenciones en todo momento. Cuando quieran desconectar del día a día y disfrutar de una cocina elaborada, no pueden dejar de ir a Baboo. Un marco incomparable.
Y nosotros desgraciadamente teníamos que finalizar nuestro encuentro. Marifrancis Peñarroya nos ha dejado un discurso que se mantendrá, esperemos, durante mucho tiempo en nuestras mentes. Un ejemplo a seguir.
Los vinos
Blanco Melior: Vino de la D.O. Rueda, fresco, con un toque de acidez y fruta que lo hace suave y especial.
Tinto Cuatro pasos black: Extraordinario vino de las bodegas Martín Codax, D.O. Rías BAIXAS, potente, con sabores a fruta negra, con un toque de ahumados y un fondo mineral. Muy recomendable.
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