Martiricos, historia viva
Educación | reconocimiento como instituto histórico de andalucía
El germen del IES Nuestra Señora de la Victoria, Martiricos, se remonta a 1846, cuando se fundó el Instituto de Segunda Enseñanza
En 1961 se trasladaron al edificio modernista de Miguel Fisac
Málaga/A las 11:00 los pasillos y el gran patio central se llenan de vida. Lo que minutos antes era silencio, se convierte en conversaciones animadas, risas y toques de balón. Es la hora del recreo y los más de 520 alumnos del IES Nuestra Señora de la Victoria, más conocido como Martiricos, hacen suyas las zonas comunes mientras que dejan vacías las aulas. Esas en las que estudiaron sus antepasados más ilustres. Siendo su germen el Instituto de Segunda Enseñanza, creado en 1846 en el antiguo colegio de San Telmo de la calle Gaona, en sus archivos se atesoran expedientes académicos o exámenes de ingreso de personalidades como Picasso, Vicente Aleixandre, Severo Ochoa, Victoria Kent, Blas Infante y Moreno Villa, entre muchos otros. El centro, que en los años 60 se trasladó al edificio modernista creador por el arquitecto Miguel Fisac, acaba de ser declarado Instituto Histórico de Andalucía.
Tras la reforma educativa de principios del siglo XX, en 1901, pasó a denominarse Instituto General y Técnico, se incluyeron estudios de agricultura y se siguieron impartiendo los de comercio y náutica. En esa época las alumnas estaban en minoría absoluta, eran pocas las mujeres que accedían a los estudios superiores. Pero pasadas las primeras décadas del pasado siglo, se fue ampliando la cuota femenina en el instituto y tras la Guerra Civil se decidió dividir el espacio -que continuaba ubicado en la calle Gaona- con una verja. En la parte más amplia, puesto que era más numeroso el alumnado, se quedó el Instituto General y Técnico destinado a estudiantes varones.
Diego Palacios, director actual del IES Nuestra Señora de la Victoria, señala que en 1944 está fechada la primera acta en la que aparece este nombre para designar la sección masculina. "Pero creemos que se le puso dos años antes, en 1942, coincidiendo con la coronación canónica de la Virgen de la Victoria", explica el director. La femenina recibirá el nombre de Vicente Espinel. "En los años 50 se quedó pequeño el antiguo edificio de los filipenses, junto a la iglesia San Felipe Neri, y se decide hacer otro", comenta Palacios. A las afueras del centro, en terrenos en los que en aquellos años todo era campo, se levantó un instituto modernista de grandes ventanales y pasillos al aire libre ideado por el arquitecto que recibiría en 2002 el Premio Nacional de Arquitectura. Aquí se dio la bienvenida al instituto masculino tras la inauguración capitaneada por el mismísimo Franco. Trasladaron la mayor parte del archivo y algunos objetos históricos. "Tenemos un microscopio de 1917 que posiblemente lo utilizara Severo Ochoa", dice el director del centro y agrega que "deberíamos de tener un legado grande de física, pero cuando se hizo este instituto no tenía laboratorio y el catedrático Jesús Marín se lo llevó al Politécnico, aunque estuvo en un lugar con problemas de cimentación y acabó en el Cánovas, donde sufrió varios robos en los años 60 y 70".
Lentes, tubos de vacío para experimentos, artilugios mecánicos y eléctricos formaban un museo de Ciencias que ahora se quiere recuperar. Lo que sí continúa en el centro para el conocimiento y disfrute de los alumnos es el Museo de Ciencias Naturales Antonio García Acosta. Diego Palacios relata que García Acosta fue el catedrático que trasladó los animales desde la calle Gaona. Más de medio millar de especies disecadas, un esqueleto humano -el conserje, según bromean los estudiantes- un feto en alcohol de hace 140 años, fetos de cerdo, una vértebra y una costilla de ballena conforman una colección en la que las aves adquieren gran protagonismo. "Posiblemente tengamos la mejor colección ornitológica de España", considera Palacios. Un buitre leonado con las alas desplegadas resulta impresionante, casi tanto como el quebranta huesos, el cocodrilo del Nilo, el ornitorrinco o el oso pardo. "Antes los libros eran carísimos, por eso los institutos del siglo XIX tenían a un taxidermista que cazaba y disecaba animales, algo que resultaba más barato que adquirir libros", apunta el director del centro. Aunque también tienen una preciosa biblioteca llena de tesoros en papel. El más antiguo data de 1728 y es un tratado de corte de la piedra para la construcción.
Martiricos fue instituto de Enseñanza Secundaria y Escuela de Comercio, en el edificio anexo que hoy es propiedad de la Universidad de Málaga. Hasta los años 80 continuó siendo masculino. "Era el instituto de referencia en Málaga, tenía profesores de gran prestigio, un amplio número de ellos catedráticos, estudiar aquí significaba formarse en el mejor centro de la ciudad", asegura Palacios. El gran cambio vino con la Logse y el tránsito "obligado" de BUP a la Secundaria Obligatoria. "Entonces se pasó a la adscripción por zona de residencia y desde entonces acogemos estudiantes de La Roca y Martiricos, del centro y Palma-Palmilla", explica el director. Esto supone, comenta, "pasar de tener un alumnado que busca la excelencia educativa a ser un centro de compensatoria". Esto, aunque cambia el perfil de los jóvenes que lo integran, no merma su trabajo. "Esta generación está mucho mejor preparada en cuanto a idiomas, manejo de la informática y de las relaciones con personas de cualquier parte del mundo, son capacidades adaptadas a su mundo y quizás la escuela es la que no ha sido capaz de adaptarse a ello", estima Palacios. Por eso, señala, en Martiricos "estamos intentando sumarnos a ese movimiento de innovación educativa, ya las clases no se imparten como hace 20 años". También destaca el director los buenos resultados obtenidos en Bachillerato y Selectividad en los últimos años.
Inmersos en la tremenda tarea de la enseñanza, lo que quieren ahora es disponer de recursos humanos y económicos para seguir desentrañando la historia de este centro, con un archivo aún por descubrir en gran medida. "Sabemos que Emilio Prados pasó por aquí pero aún tenemos que encontrar su examen de acceso", relata el director. Mientras siguen impartiendo ESO y Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales y una FP Básica de Comercio. Por la tarde son también sede de la Escuela Oficial de Idiomas para ofrecer clases de That's English y C1 para docentes.
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