Intuban en el Materno a un bebé unido aún por el cordón porque tenía una obstrucción para respirar
El bloqueo fue detectado en el embarazo y más de 50 profesionales se coordinaron para evitar que muriera al nacer por falta de oxígeno
La madre y el niño ya están de alta en su casa
Un equipo que salva niños en el Materno de Málaga
Málaga/La madre y el bebé están bien y ha sido un nacimiento histórico en el Materno Infantil de Málaga. A medio salir del vientre materno por cesárea, aún unido por el cordón umbilical, fue intubado para asegurarle el oxígeno cuando éste se cortara ya que presentaba una obstrucción traqueal. Más de 50 profesionales del hospital entrenaron diferentes escenarios de gravedad para evitar que muriera al nacer o tuviera secuelas. Finalmente, todo salió bien. Ambos ya están de alta en casa.
"Todos los profesionales pusieron una gran predisposición; cada uno sumó su granito de arena y se movilizó a mucha gente. Aunque el procedimiento es complejo, resultó fácil", asegura Isidoro Narbona, el ginecólogo de la Unidad de Medicina Fetal que atendía a la madre.
Las alarmas saltaron en los controles del embarazo. En la semana 36 se detectó una obstrucción traqueal que podía conducir a la muerte en los primeros momentos de vida del recién nacido por falta de oxígeno. Así que los profesionales se plantearon cinco escenarios de diferente complejidad con el bebé aún unido a su madre por el cordón. Primero, que actuaran los neonatólogos para reanimarlo e intubarlo. Si esto fallaba, que entraran en acción los neumólogos para ver el problema contrarreloj. El tercer paso era que los otorrinolaringólogos hicieran una traqueotomía en el preciso momento del nacimiento. Como cuarto escenario se previó la entrada en acción de los cirujanos pediátricos en el mismo quirófano de la cesárea para operar una posible tumoración que fuera la causante de la obstrucción y en quinto lugar estaban preparados los cirujanos cardiovasculares por si hacía falta conectar al bebé a la máquina que hace de pulmón y corazón artificiales (ECMO).
Al final, todo se quedó en el primer escenario porque la obstrucción no era tan severa. "A medio salir, tras la incisión de la cesárea, sacamos la cabecita y la mitad del cuerpo. Con medio cuerpo fuera, el oxígeno le seguía llegando a través de la placenta de la madre. Entonces, los neonatólogos procedieron a intubarlo", explica Narbona. Los profesionales se plantearon los peores escenarios para planificar la cesárea y garantizar que tanto la madre como el bebé salieran bien de la intervención.
Según Narbona este tipo de operación es "tremendamente rara". Sostiene que "hace muchos años", habían realizado alguna similar en el Materno. "Pero no tan bien organizada como esta vez", indica. De hecho, en las dos semanas previas a la cesárea, los más de 50 profesionales se entrenaron con Victoria, una muñeca que es un simulador de parto. El objetivo era que en los cinco escenarios -"de complejidad cada vez más creciente, indica el ginecólogo-, cada uno supiera cómo actuar.
"Los neonatólogos atendemos a los recién nacidos al nacer. En este caso, en el que había una malformación de la vía aérea, el procedimiento realizado nos permitió asegurar la vía aérea intubando con la tranquilidad de que al bebé le llega la sangre oxigenada a través de la circulación placentaria", señala la neonatóloga Reyes Roldán.
Cinco días después de la cesárea y tras una serie de pruebas para confirmar que el bebé no sufría una obstrucción, el menor recibió el alta hospitalaria junto a su madre, que conocía todos los posibles escenarios. "Semanas antes había estado en negación, no quería tocar la ropa de mi bebé. Tampoco preparar la maleta del hospital, algo que las futuras mamás hacen con tanta ilusión, a mí me aterraba", afirma la madre. La mujer explica que dos semanas antes del nacimiento, su ginecólogo le dijo que "iban a desplegar todos los medios disponibles" para que ella y su bebé salieran del quirófano "con vida". La madre ha destacado el "cariño y calor humano transmitido desde la primera cita" por los profesionales. "Jamás habrá palabras suficientes para agradecer a todo el equipo", sostiene.
Esta singular intervención, que se considera intraútero porque el bebé estaba unido aún a su madre por el cordón, ha sido posible gracias a la implicación de profesionales de una decena de servicios: Neonatología, Anestesia obstétrica y pediátrica, Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría, Otorrinolaringología pediátrica, Neumología pediátrica, Cirugía cardiovascular, Radiología, Cirugía pediátrica, Enfermería y la Unidad de Formación; todo bajo la coordinación del Servicio de Ginecología y Obstetricia.
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