La Mayora busca las mejores fresas
Investigadores abordan un proyecto europeo para mejorar su calidad y la adaptación del cultivo a los efectos del cambio climático y la evaluación de sus beneficios ecológicos
Antes que subtropicales, como mangos y aguacates, los investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora realizaron trabajos con el fresón californiano. La idea era implantar este fruto para su exportación al centro de Europa sustituyendo a las fresas de menor tamaño que ya existían. Eso fue en la década de los 60, y tras varios años de trabajo en los que se adaptó este cultivo a las condiciones de la costa andaluza, los responsables decidieron su implantación en Huelva, ya que la zona no contaba con una gran industria definida y existía un nicho de mercado que dio como fruto el famoso fresón de Huelva. Fue entonces el primer hito de la entonces Estación Experimental La Mayora en Algarrobo.
Actualmente, y sesenta años después, otro grupo de investigación se ha embarcado en un proyecto europeo que vuelve a tenerlo como protagonista junto a los frutos rojos. “En este proyecto se pretenden conseguir varios objetivos que se engloban dentro de mejorar el cultivo de fresa, frambuesa y arándano en Europa.
Uno de los objetivos es el desarrollo de herramientas moleculares que ayuden a los mejoradores de estos cultivos a desarrollar nuevas variedades con una mejor calidad de fruto y más adaptables al cambio climático”, explicó la responsable del proyecto Breeding Value para España, Sonia Osorio. La investigadora citó otras metas como el estudio de las diferentes preferencias de consumo de estos frutos por parte de los consumidores europeos y evaluar los beneficios ecológicos que derivan del empleo de variedades y otras líneas de mejora con mayor capacidad de resiliencia.
"El clima está cambiando"
Entre los propósitos del proyecto también constan la comunicación y diseminación de los resultados obtenidos a los mejoradores, científicos, productores, consumidores, industrias alimentarias, autoridades sanitarias y legislativas. “Es un hecho evidente que el clima está cambiando, por ello el obtener variedades que soporten mejor el estrés medioambiental manteniendo la producción y la calidad del fruto es un esfuerzo que merece mucho la pena”, razonó Osorio, quien valoró los beneficios que reportaría a los productores que podrían contar con variedades que se ajustasen mejor a la climatología local de la zona de cultivo, implicaría menores pérdidas de producción y, por tanto, “hay un beneficio económico directo”, resumió.
“El consumo de frutos rojos es muy recomendado por su propiedades saludables ya que son frutos que tienen alto contenido en antioxidantes y vitamina C. Es por ello que este proyecto pretende conocer cuales son las preferencias de sabores y aromas en función a la zona europea en la que se encuentre y de, esta manera, desarrollar variedades que intenten ajustarse a estas preferencias, y con ello, promocionar, aún más, su consumo”, detalló la responsable del proyecto en España en el que también participan los investigadores David Posé, Miguel Ángel Botella y José Vallarino.
El trabajo desarrollado en los 60 por los investigadores de la Estación Experimental La Mayora tuvo su aplicación práctica en Huelva. Podría haberse quedado en Málaga, ya que como indicó Osorio, “las fresas no encuentran grandes límites climáticos” para su cultivo, y por tanto, no había razones por las que no se pudiesen quedar en algunas zonas de la provincia. Así, en Málaga existe de forma residual encontrándose las grandes empresas e infraestructuras de Huelva. No obstante, se puede encontrar una pequeña producción en Algarrobo, siendo un fruto muy apreciado, por su gran olor y sabor, aunque no tiene una cadena comercializadora tan potente como en la provincia onubense.
Sobre los frutos rojos, la investigadora del IHSM La Mayora, destacó que son “muy apreciados por ser saludables, con alto contenido de antioxidantes y vitaminas, tener bajo contenido calórico. Además, el buen sabor y aroma de éste hace que sea un fruto objeto de campañas publicitarias animando a su consumo”.
Todo esto ha hecho, continuó Osorio, que el consumo de frutos rojos aumente exponencialmente en los últimos años y hace que España - principalmente concentrada la producción en la provincia de Huelva- sea la principal productora de fresas de Europa y la sexta del mundo tras China, Estados Unidos, México, Egipto y Turquía.
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