Medicina para tratar en el vientre materno

Málaga/Unos 400 especialistas en Medicina Fetal se dan cita estos días en Málaga con un objetivo: compartir conocimiento y aprender más para mejorar la asistencia. El director de la Unidad de Ecografía del Centro Gutenberg, Guillermo Azumendi, se apresura a aclarar a las futuras madres: “Deben estar tranquilas. La gestación es una cosa natural y lo normal es que todo vaya bien. Pero si hay algún problema, lo mejor es detectarlo cuanto antes”. Así que con seis o siete semanas de embarazo ahí están ya los especialistas para controlar que todo vaya bien o, de lo contrario, aplicar los tratamientos correspondientes. Azumendi explica que en esa labor tienen dos aliados: la ecografía y los avances en Genética.

El Centro Gutenberg acaba de cumplir 35 años y el ginecólogo destaca que los avances en ese tiempo en ambos apartados han sido “espectaculares”. Antes, las ecografías eran muy rudimentarias. “Al mejorar la ecografía, ha mejorado la Medicina Fetal”, añade Azumendi. El facultativo comenta que ahora al ver con más definición dentro del vientre materno, aciertan más en el diagnóstico.

La Unidad que dirige Azumendi organiza cada dos años este simposio que reúne a lo más granado del mundo en Medina Fetal. Las disertaciones son imposibles de comprender para cualquier lego en la materia, pero lo que queda clarísimo es el afán de los asistentes por aprender.

“Afortunadamente, el embarazo es un proceso natural y la inmensa mayoría transcurre con normalidad”, insiste el ginecólogo. Pero hay una minoría de casos en los que puede haber algún problema, desde banal a grave. “Es como en los adultos, que pueden tener una gripe o un cáncer”, ejemplifica.

Y también como en los mayores, la clave es la detección precoz. Por eso Azumendi remarca que las gestantes deben acudir a los controles pautados, ya que cuanto antes se aplique el tratamiento, mejor. De hecho, la Medicina Fetal está avanzando hacia el primer trimestre de gestación para mejorar resultados.

No todos los problemas detectados tienen tratamiento. Pero en aquellos casos en los que sí los hay, aunque parezca ciencia ficción, se aplican en el vientre materno. Unos son orales; los toma la madre y le llegan al feto a través de la placenta. Otros son por laparoscopia y requieren entrar con esta técnica en la bolsa de líquido amniótico. Estos tratamientos se hacen en unidades de fetoscopia que requieren de un “altísimo” entrenamiento.

Según Azumendi, la sanidad pública y la privada están equiparadas en Medicina Fetal y no hay grandes diferencias dentro del territorio nacional en este campo. “España tiene una Medicina Fetal de alto nivel”, asegura. Las claves, insiste, son “la detección cuanto antes” del problema y el abordaje “especializado y multidisciplinar”.

Luego, en su exposición sobre la exploración del sistema nervioso central fetal mediante ecografía, da claves a los asistentes para seguir una check list que les ayude a confirmar la normalidad o afinar en el diagnóstico. Explica que hay guías de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) que son “de mínimos”, pero que con un mero movimiento del mando del ecógrafo sobre el vientre materno se obtiene más información para asegurar la normalidad o diagnosticar una anomalía. Incluso recuerda que la cara del feto –ahora que las ecografías tienen tanta definición– da pistas sobre un eventual diagnóstico ya que hay trastornos con determinadas características faciales.

Con cada ponencia, los asistentes aprenden algo nuevo. Así se llevan un conocimiento del que, seguramente, muchas madres y sus hijos se beneficiarán en el futuro.