El Melillero, que atacó con ácido a su ex novia, declara que quería "darle un susto con aguafuerte"
José Arcadio D. N., acusado de intentar asesinar a la mujer con la que había mantenido una relación y a una amiga de esta, niega que su objetivo fuera acabar con su vida
El juicio a el Melillero por el ataque con ácido a su ex novia comenzará la próxima semana en Málaga
La Fiscalía pide más de 50 años de cárcel para el Melillero por arrojar ácido a su exnovia y a una amiga de ésta
Arranca el juicio contra José Arcadio D. N., conocido como El Melillero, acusado de atacar con ácido a su exnovia y a una amiga de ésta en Cártama. Durante su declaración, el procesado ha asegurado que su intención "era darle un susto" con "aguafuerte" a la mujer con la que había mantenido una relación sentimental para que "quisiera hablar" con él. Así, ha negado en varias ocasiones que el fin fuese "asesinarla ni nada por el estilo".
Durante la primera sesión del pleito, el también conocido como El Negro, se ha declarado "culpable" de algunos hechos. Junto a él, otros cinco acusados -que han defendido su inocencia-, entre los que se encuentra Juan José G. R., alias El Poti. Según el relato del Ministerio Público, este fue el que arrojó a las jóvenes el 12 de enero de 2021, poco después de las 14:00, un bote de ácido sulfúrico a través de la ventanilla del conductor en el que iban las mujeres siguiendo las órdenes de Arcadio. En la declaración prestada ante la Guardia Civil días después del ataque, se autoinculpó de los hechos; este lunes ha defendido que esa manifestación "no vale porque estaba amenazado".
El Melillero, considerado por el Ministerio Público también jefe de una organización criminal dedicada principalmente al tráfico de drogas y ocasionalmente a delitos contra el patrimonio, se enfrenta a una petición fiscal de 51 años y medio de prisión. Para El Poti piden un total de 39 años y seis meses de cárcel. Ambos son los únicos que permanecen en prisión provisional, por lo que han permanecido esposados durante la vista oral.
El principal acusado y su expareja mantuvieron una relación sentimental "muy buena" -ha definido él- desde marzo de 2020 hasta diciembre del mismo año. "Ella fue infiel en su momento, se le perdonó, seguimos y estábamos bien", ha contado. Durante ese tiempo, ha negado rotundamente que la agrediese, vigilase o insultase. "La he acosado algunas veces por el teléfono", ha reconocido excusándose en que en ese momento "salía mucho de fiesta". "Me avergüenzo de las cosas que le he escrito". Si bien, ha insistido en que "nunca tuvo el propósito de causarle ese daño. Mi intención era darle un susto para que quisiera hablar conmigo porque había cosas que aclarar", ha reiterado.
Asimismo, ha negado que impulsara un plan para atentar contra su vida y que no fue él quien arrojó el contenido de la botella -que, insiste, creía que se trataba de aguafuerte-, sino su acompañante Poti, el mismo al que ha dicho que encargó comprar el líquido. "De todas formas yo no sabía lo que te podía producir el ácido sulfúrico", ha apuntado. Sí ha reconocido que él mismo le colocó en su vehículo una baliza de geolocalización, pero con "conocimiento de ella", ha puntualizado. El motivo, siempre según su versión, que la mujer "recibía ciertas amenazas" ya que había mantenido relaciones "con gente que se ha dedicado al narcotráfico".
El acusado de arrojar el ácido señala a 'El Melillero'
Juan José G. R., que ha cambiado ahora su declaración, ha culpado directamente a El Melillero. "Sé que aquí va a salir la verdad y tendré que vivir con miedo", se ha justificado. Aunque ha reconocido que el día de la agresión acompañaba a Arcadio como piloto, ha asegurado que él no se apeó del vehículo y que tampoco arrojó el ácido a las víctimas. "Él tenía la ventanilla abierta, yo agaché la cabeza y dije vámonos. Estaba cagado", ha manifestado. Si bien, ha afirmado que logró observar cómo, tras el ataque, el principal acusado se quedó mirándolas y riéndose.
Relata que la primera vez que coincidió con El Negro fue en un prostíbulo, donde se encontraba con un amigo. "Ellos empezaron a hablar de un trabajo que habían hecho juntos y a las semanas me dijo que me había chivado", explica. Como consecuencia, n, le dijo que "tenía que hacer una cosa". Un día antes de los hechos, relata, que ya estuvieron en Cártama. "Me senté en un banco con el bote a mi lado. No lo quería hacer porque sabía que eso contenía algo peligroso", ha contestado a preguntas del Ministerio Fiscal aunque ha precisado que desconocía qué sustancia era.
A pesar de su oposición, ha explicado que aquel 12 de enero le dio con la pistola en la cabeza para que se montara en el coche y pusieran rumbo al lugar donde estaban las jóvenes. "El plan inicial es que tenía que echárselo yo y comerme el marrón, es lo que quería", lamenta al tiempo que ha reiterado que él no fue quien finalmente arrojó el ácido.
En el escrito de acusación, -al que ha tenido acceso este periódico- se describen los pasos previos a la agresión. El día antes, según el relato de la Fiscalía, José Arcadio ya intentó atacar a su expareja y a la amiga de ésta. Al parecer, le dijo que bajara la ventanilla, pero, ella, asustada, no lo hizo, a lo que él le respondió: “Éste se va a encargar de ti, te va a matar”, refiriéndose a Poti, quien se llevó la mano al cuello haciéndole la señal de rajárselo. Ese mismo día, el Melillero también habría amedrentado a su expareja en una gasolinera de Los Álamos (Torremolinos).
Para llevar a efecto su plan, encargó a V.M.A, otro de los miembros de la presunta organización, que comprara un bote de un litro de ácido sulfúrico. Durante esos días, José Arcadio también colocó en la parte baja del vehículo de su expareja y en el de su amiga –sin consentimiento ni conocimiento de ellas– dos balizas de geolocalización para controlar sus movimientos.
El 9 de enero, José Arcadio y su mano derecha se reunieron para perfilar y coordinar el ataque así como su posterior evasión a la acción judicial. Finalmente, el 12 interceptó el paso a su expareja, que circulaba con su amiga, y ordenó a J.J.G. que se bajase del automóvil y arrojase el bote de ácido sulfúrico 98% que llevaban. A través de la ventanilla del conductor, que estaba semiabierta, éste colocó el producto provocándoles graves quemaduras a las jóvenes.
Por estos hechos, la Fiscalía solicita para José Arcadio un total de 51 años y seis meses de cárcel divididos de la siguiente manera: 34 por dos delitos de asesinato en tentativa, siete por pertenencia a organización criminal, cuatro por dos delitos de amenazas graves, otros cuatro por dos delitos de acoso y dos años y medio por un delito de maltrato habitual. Para Poti piden un total de 39 años y seis meses de prisión; mientras que para el resto de miembros de la banda, 35. En materia de responsabilidad civil, la fiscal pide que los procesados indemnicen a la expareja de el Melillero con 1.133.401,28 euros por lesiones y secuelas, y con 312.522,22 euros a su amiga, también por los perjuicios sufridos.
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