El Metro de Málaga prorroga su contrato de obras al Centro dos meses para terminar las pruebas de seguridad

La Junta de Andalucía extiende el periodo de los trabajos para hacerlos coincidir con los de señalización

La Junta sigue sin poner fecha a la llegada del Metro al Centro de Málaga

Pasajeros en el metro de Málaga

Málaga/La llegada del Metro de Málaga al Centro sigue sin una fecha clara. El último paso que ha dado la Junta de Andalucía es el de prorrogar el contrato de las obras con la UTE Acciona Sando, que finalizaba en septiembre y extiende dos meses más, sin coste alguno añadido. Las obras de instalación y arquitectura están completamente finalizadas, a falta de las pruebas de seguridad que necesitan esté activo el contrato de obras, motivo por el que han tenido que extender la duración del convenio, sin coste extra para las arcas regionales.

Las pruebas de seguridad, que están contratadas con la empresa Alstom, necesitan que el contrato de obras siga abierto para que, en caso de que sean necesarios trabajos para adecuar alguna deficiencia en la seguridad que se encuentre durante las pruebas, pueda ser acometido. De esta manera, fuentes de la Consejería de Fomento, señalan que la prórroga del contrato se da simplemente para hacer funciones de "acompañamiento" a los técnicos de Alstom en caso de que sea necesaria la intervención. Esto no supone que el suburbano se abra al público en su recorrido hasta Atarazanas en noviembre, puede suceder en estos dos meses en el momento que terminen las pruebas de seguridad.

Con esto, la fecha sigue siendo una incógnita. Si bien desde la Junta se ha venido apuntando a que septiembre podría ser un buen mes, lo cierto es que este sábado termina el mes y aún no han comenzado las pruebas en blanco. Noviembre es un mes clave en el contrato con la empresa comercializadora, si no entregan en esa fecha, la Junta deberá compensarles según su contrato de explotación.

Ahora mismo, siguen sucediéndose las pruebas dinámicas que se iniciaron el pasado mes de agosto. Estos tests comprueban la correcta interacción de los trenes con las instalaciones y los sistemas, lo que incluye la señalización ferroviaria. Además, continúan las pruebas que corroboran que su interacción con las vías y las catenarias es correcta.

Estas pruebas deben realizarse por la noche para no interferir con el funcionamiento normal del resto de tramos que sí están operativos entre las estaciones de Palacio de los Deportes José María Martín Carpena y Andalucía Tech. Este hecho hace que no se pueda actuar con todo la rapidez que sería deseable para recortar los plazos.

Una vez finalicen estos exámenes comenzarán las llamadas pruebas en blanco, que simulan el normal funcionamiento del tren, adecuándose a las frecuencias comerciales y que suponen la recta final a su apertura al público.

Desde la Junta de Andalucía señalan que los trabajos de señalización cobran en esta puesta en servicio "una especial complejidad", habida cuenta de que no se está abordando la inauguración de una nueva infraestructura, sino la extensión o prolongación de un servicio comercial ya existente desde julio de 2014 (L1 y L2 hasta el Perchel, 12 kilómetros de trazado y 17 estaciones y paradas, y casi 7 millones de pasajeros al año), y en el que se abarca todos los efectos el nuevo tramo (1 kilómetro y 2 estaciones), con la complicación que ello supone para las pruebas y la integración con equipos y sistemas en funcionamiento.

Esta singularidad es especialmente sensible en el caso de la señalización ferroviaria y el sistema Automático de Protección de Trenes (ATP), que acomete Alstom. Hay que recordar que en el tramo entre El Perchel y Guadalmedina confluyen las líneas 1 (Teatinos) y 2 (Carretera de Cádiz), algo que exige mayor sincronización, si cabe, con múltiples aparatos y cambios de vía.

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