La montaña rusa de Miguel Ángel Ruiz, el candidato número 11 del PP de Málaga que vuelve al Parlamento
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La designación de la diputada Patricia Navarro como delegada del Gobierno andaluz en Málaga permite que corra la lista
Patricia Navarro vuelve a ser nombrada delegada de la Junta en Málaga
La política a veces es un continuo vaivén o casi una montaña rusa. Y algo sabe de estos avatares Miguel Ángel Ruiz, siempre en el foco y en medio de las disputas internas de su partido. Este profesor de historia y diplomado en Ciencias Religiosas aparece y desaparece del Parlamento andaluz. En las últimas listas fue desplazado del puesto 3 al 11 de la candidatura de su partido en Málaga, el PP. Un mensaje inequívoco de que la dirección le mandaba directamente a su casa. Pero el insólito resultado de Juanma Moreno en las pasadas elecciones le ha permitido regresar a la Cámara autonómica al contabilizarse la primera baja.
El consejo de Gobierno de la Junta ha nombrado a Patricia Navarro delegada en Málaga de la Administración autonómica. El cargo es incompatible con el de parlamentaria así que Navarro renuncia y Ruiz regresa al Palacio de las Cinco Llagas en Sevilla, donde había estado los últimos cuatro años con responsabilidades en el área de Educación.
Miguel Ángel Ruiz fue diputado a los 25 años. Entonces vivía con sus padres "porque no tengo dinero para independizarme" le confesaba en 2008 a El País. Era el más joven de los representantes del PP, pero pronto se hizo notar. Preparaba entonces su plaza para profesor de Bachillerato y anunció que renunciaría a su sueldo como parlamentario para conservar su puesto como docente en el colegio San Estanislao de Kostka de El Palo.
Ruiz era un dirigente de confianza del entonces presidente del PP de Málaga Joaquín Ramírez. Así que cuando llegó Elías Bendodo al frente del partido perdió su privilegiada posición. En 2012 ya no repitió como parlamentario andaluz y siguió su camino por la enseñanza y en la creación de la Cánovas Fundación sobre debates y liderazgos, de la que ha sido secretario general y Presidente.
Pero en mitad de la travesía del desierto, Ruiz trabó amistad y unió sus vinculaciones políticas con la de Pablo Casado. Así que recuperó todas sus influencias cuando el ex presidente popular llegó al primer sillón de Génova por sorpresa y gracias a la disputa entre Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal. Y así llegó a la Junta Directiva Nacional del partido.
Ruiz junto a la diputada Esperanza Oña, el presidente del Puerto, Carlos Rubio, el dirigente de Diputación Juande Villena y el alcalde de Estepona, José María García Urbano, era prácticamente los militantes malagueños que respaldaban a Casado y que literalmente entraban en un taxi. Así que en 2018 el historiador y experto en religiones regresaba seis años después al Parlamento al ocupar el número 3 de la candidatura del PP de Málaga, un puesto que le aseguraba su presencia.
Es más, este periódico publicó en abril de 2019 que tras el intento fallido de Francisco de la Torre por fichar como número 2 en la lista al Ayuntamiento de Málaga al alcalde esteponero también le ofreció a Miguel Ángel Ruiz ese puesto de mano derecha. Y lo hizo sin contar con las direcciones provincial y regional del partido, que lógicamente nunca hubieran dado su conformidad a la operación. Pero el entonces diputado evitó entonces meterse en más líos y declinó la propuesta.
Ruiz no se mantuvo fiel a Casado hasta el final. Cuando comenzaron las deserciones él también se distanció el líder mediante un mensaje en las redes sociales. "Avergonzado por el espectáculo que está dando la cúpula de mi partido. Urge un cambio de rumbo y pedir perdón a los españoles. El bien de España debe estar siempre por encima de los personalismos", sentenció en twitter.
Pero ya sin su protector, Miguel Ángel Ruiz aceptó deportivamente su defenestración política. Porque del número 3 pasó al 11 en la lista confeccionada en Málaga por Elías Bendodo y Juanma Moreno, que siempre han marcado distancias con él. Las encuestas pronosticaban en el mejor de los casos 8 escaños. Finalmente fueron diez, así que se quedó en puertas y ya había regresado a sus clases y al resto de actividades. Aunque también estaba cantado que Patricia Navarro emprendía un viaje de ida y vuelta al Parlamento porque, si no era consejera, regresaría a su puesto de delegada de la Junta en Málaga.
Así ha sido. Y Miguel Ángel Ruiz, pese a todo, volverá como diputado al Parlamento andaluz ya en la cuarentena. El viaje en la montaña rusa continúa.
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