“Muchas empresas tech vienen a Málaga buscando el talento de la universidad”
José Ángel Narváez, rector de la Universidad de Málaga, afronta su último curso académico en el cargo con el objetivo de seguir trabajando para acercar la UMA a la sociedad
Los títulos híbridos siguen al alza en la UMA con el doble grado de Traducción y Turismo
Málaga/La Universidad de Málaga celebra este año su 50 aniversario, al mismo tiempo que su rector, José Ángel Narváez, afronta su último curso académico completo en el cargo. Tras dos legislaturas seguidas, Narváez encara este año con "ilusión" y con el objetivo de seguir trabajando para lograr que la universidad sea "una herramienta de transformación social".
–La Universidad de Málaga cumple 50 años, ¿Cómo definiría el recorrido que ha realizado hasta ahora?
–Considero que es un recorrido fantástico e impresionante. 50 años para nosotros es mucho, pero en realidad para el resto de las universidades no es nada. La Universidad de Málaga ha sabido situarse en una posición a nivel nacional e internacional bastante relevante. A día de hoy, la UMA es una universidad respetada, conocida, con prestigio y reconocida a nivel nacional e internacional.
–¿Cuál es el objetivo de la universidad ahora?
–Creo que la universidad tiene que estar más pegada a la sociedad. Entonces, durante todos estos años he trabajado para convertir la universidad en una herramienta de transformación social en relación con las empresas, con el tejido productivo y desde mi punto de vista eso es lo que esta universidad va a seguir haciendo. Para así diferenciarse un poco del resto de universidades y ser una universidad más comprometida con el entorno, con el empleo, con la capacidad de crear empresas, de ser creativos y de ser innovadores.
–Este es su último curso académico completo como rector, ¿Cómo lo afronta?
–Con mucha ilusión, con la misma con la que empecé, para seguir trabajando hasta el final y cerrar todos los proyectos que me planteé desde el principio. Considero que es bueno que las personas y las instituciones cambien porque probablemente vendrá un compañero o compañera que lo hará muchísimo mejor que yo y que hará que la Universidad de Málaga siga creciendo.
–Cada vez son más las empresas tech que se interesan por los alumnos de la UMA, ¿Qué significa esto para la universidad?
–Esto es una gran oportunidad para nosotros y de hecho creo que muchas empresas vienen aquí porque la universidad es una fuente de talento que es lo que están buscando. Nosotros debemos tener el reto frente a esta gran cantidad de empresas tech en hacer también que los estudiantes de la universidad de todas las áreas empiecen a pensar en la tecnología. No todos tienen que ser ingenieros, ingenieros tienen que ser los y las que quieran, pero vivimos en un mundo tecnológico y esto nos ayudará a formar en tecnología a los estudiantes de ciencias sociales y de humanidades para que sigan trabajando y ganándose la vida.
–Sobre la formación de los estudiantes, este año se han incorporado dos dobles grados a la oferta educativa, ¿Cómo ha sido este inicio de curso?
–Estoy muy satisfecho, son grados que están teniendo una demanda altísima y además está dando una formación muy buena. Tanto la satisfacción que hay por parte del alumnado como la demanda que hay es muy positiva y eso hace que la universidad se refuerce.
–Y sobre la Formación Profesional, ¿Cuándo comenzará el Ciclo Superior de Guías, Información y Asistencia Turística?
–Todavía no hemos empezado porque nos autorizaron muy tarde. Eso nos ha retrasado y hemos decidido empezar el año que viene. Tenemos ya los locales preparados, se va a impartir en el Edificio López de Peñalver, se está contratando al profesorado y el año que viene empezaremos por primera vez en una universidad pública a impartir un ciclo de formación profesional.
–¿Qué le puede aportar la FP a una universidad?
–Primero le aporta un tipo de formación a la que nosotros no llegamos. Además, un chico y una chica que hacen formación profesional y se quedan ahí y si quieren entrar en la universidad se limita a un número muy pequeño de personas y a determinadas titulaciones, y al revés, un chico o una chica se puede equivocar de carrera que puede ocurrir, le cambia la vida y necesita mayor empleabilidad, si quiere entrar en una FP entra como si fuera de 0. Quiero que esto se pierda y en realidad hubiera una pasarela para que un chico o una chica que haga FP en la Universidad de Málaga si quiere luego acceder a un grado, tenga reconocido una parte de la formación que se le está dando precisamente en la universidad, es decir, queremos establecer un sistema permeable de formación y que cada uno elija hacer su formación dependiendo de sus necesidades y su situación vital.
–La Universidad de Málaga ha perdido 5.000 estudiantes en los últimos 10 años ¿a qué se podría deber?
–En primer lugar, porque la tasa de natalidad ha bajado y también que se empezaron a ofertar los grados de cuatro años y se dejaron de ofertar las licenciaturas y diplomaturas. Aunque en comparación con otras universidades hemos perdido muy pocos alumnos. Entonces estamos trabajando para ir captando estudiantes del extranjero para poder compensar esta pérdida de estudiantes. De todas formas perder en 10 años 5.000 estudiantes no es tan dramático como en otros campos. Además, nos permite mantener una enseñanza de calidad.
–¿De qué forma se está intentando captar a los estudiantes?
–Estamos participando en posgrados internacionales, estamos intentando captar estudiantes a través de la FGUMA. El sistema español es un sistema muy complicado para que entren los estudiantes extranjeros porque los no comunitarios tienen que hacer la selectividad y generalmente lo hacen en la UNED. Con lo cual es muy difícil explicarles a estudiantes que vienen de otros sistemas que aquí se tienen que incorporar a un sistema donde el acceso a la universidad es muy difícil, especialmente en Andalucía, donde además dependemos del distrito único. Por lo tanto, lo que estamos haciendo es intentar hacer campaña sobre todo a nivel de posgrado, donde nosotros tenemos más capacidad de captar estudiantes que vengan a estudiar exclusivamente a Málaga.
–Dentro de esa pérdida de alumnos, ¿también podría influir la aparición de nuevas universidades privadas?
–En Andalucía no hay muchas universidades privadas. Si es verdad que están viniendo muchas a instalarse en Málaga, pero nosotros ofertamos unas siete mil plazas nuevas al año y tenemos solicitudes por encima de las 12 mil. Con lo cual hay estudiantes que no pueden acceder a la UMA porque no podemos asegurarles que su formación de calidad se vaya a mantener y entonces esos estudiantes se van a otras universidades o a las universidades privadas.
–En el ámbito de la investigación, ¿Cómo ha evolucionado en los últimos años?
–El departamento de investigación ha tenido un incremento importantísimo. Teníamos un plan propio de 700.000 euros y ahora tenemos uno de 4 millones y medio. Eso es el resultado del apoyo que hace la universidad a los grupos de investigación y también se refleja en los resultados.
–En relación a la financiación, ¿Málaga sigue siendo la segunda universidad de España que recibe menos dinero por alumno?
–Esta situación sigue, desgraciadamente, siendo la misma. Espero que con este nuevo modelo de financiación que estamos discutiendo con el nuevo consejero podamos revertir eso para que todas las universidades tengamos los mismos ingresos por estudiante. Lo que no es normal que el gasto por estudiante en el País Vasco sea de 9.000 euros, en Andalucía de 5.000 euros y en Málaga de 4.000 euros.
–Desde que usted es rector, ¿Cómo ha cambiado la plantilla del profesorado?
–Uno de mis objetivos era aumentar y estabilizar la plantilla. Cuando llegué a ser rector había 170 profesores titulares acreditados que no podían optar a su plaza y 80 catedráticos acreditados que tampoco. Hoy esa cola ha desaparecido y hemos convocado en estos 7 años que llevo de mandato más de 300 plazas de profesores. Por tanto, la Universidad de Málaga tiene una plantilla mucho más estable y hace que los profesores estén más tranquilos y puedan trabajar e investigar más.
–Con respecto a los nuevos edificios de la Facultad de Turismo y Filosofía y Letras, ¿Qué va a pasar con ellos?
–Ahora tenemos una situación un poco complicada desde el punto de vista económico porque nos quitaron los remanentes y nos metieron en un callejón sin salida porque se acabó el dinero de la construcción. Sobre todo la complicación viene por la subida de los precio en los materiales y la energía, nos está incrementando muchísimo los costes de construcción. Entonces, con Filosofía y Letras no es que esté paralizada, pero estamos ahí discutiendo y Turismo va a buen nivel, pero también la empresa nos está pidiendo una serie de requisitos que no sé si podemos afrontar en ese sentido.
–Y ¿Cómo ha sido la acogida de la nueva Facultad de Psicología?
–Están todos muy contentos, he recibido pocas quejas, eso es buena señal. La facultad hemos tardado nueve años en construirla y creo que es una facultad muy moderna, muy sostenible, muy innovadora y con mucha luz. Además en el campus nuevo necesitamos edificios que le den vida.
–En cuanto a los estudiantes egresados, ¿Cuál es su inserción laboral?
–Tenemos datos de empleabilidad del propio observatorio que tenemos en la Universidad a tres años vista. Esos datos de empleabilidad señalan que en global el 80% tienen un empleo a los tres años. En el caso de las ingenierías con la cantidad de empresas que hay, prácticamente al año están trabajando sino antes. En el caso de las ciencias sociales y humanidades, se tarda un poco más y a lo mejor la tasa de empleabilidad puede oscilar entre el 70/80%. El grado de empleabilidad es muy alto porque la formación universitaria lo que hace es ayudar a conseguir empleo pronto y de mayor calidad.
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