Mueren más niños menores de cinco años por atragantamientos que por accidentes de tráfico

Uvas, frutos secos, caramelos duros, salchichas e incluso piezas de algunos juguetes, entre los objetos más peligrosos en ese tramo de edad, según advierten los pediatras

La enfermera que salvó del atragantamiento a una niña en Málaga: "Han sido sus Reyes y los míos"

A salvar vidas se aprende... hasta con rap

Enfermeros en la UCI del Hospital Materno.
Enfermeros en la UCI del Hospital Materno. / Javier Albiñana

Málaga/Una enfermera y un policía salvaron a una niña de cuatro años en la última cabalgata de Puerto de la Torre de morir atragantada por un caramelo. No pasó de un susto. Pero los pediatras alertan que los atragantamientos son la tercera causa de muerte no natural en niños menores de cinco años, por encima incluso de los accidentes de tráfico. La advertencia la lanzó la Asociación Española de Pediatría (AEP) unos días antes de las fiestas navideñas, pero seguramente será útil tenerla en cuenta todo el año. Uvas, frutos secos y caramelos duros son “peligrosas trampas” para los niños, resumía la AEP.

Algunos especialistas añaden también las salchichas. “Incluso no sólo alimentos, sino también juguetes no homologados o piezas de juguetes rotos que son más pequeñitas”, agrega el jefe de Pediatría del Hospital Quirónsalud Málaga, Manuel Baca. El facultativo comenta que aunque los atragantamientos severos con riesgo vital no son tan habituales, a lo largo de la infancia no es raro que los niños sufran algún incidente más leve. La Asociación recuerda que en un atragantamiento con asfixia, “se cuenta con sólo cuatro minutos para evitar lesiones irreversibles en el cerebro y con ocho para impedir la muerte cerebral o completa del menor”.

La AEP indica que según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020 hubo en España 12 niños que fallecieron por ahogamiento, asfixia o sofocación a cuenta de estos episodios, lo que representa cerca del 17% de las muertes no naturales en los menores de cinco años.

“Los frutos secos deberían llevar la misma advertencia que los medicamentos: tienen que mantenerse fuera del alcance de los niños, sobre todo las pipas, los cacahuetes y los anacardos”, recomienda Carlos de la Torre, cirujano pediátrico del Hospital La Paz, de Madrid. Respecto a las uvas, los especialistas aconsejan quitarles la piel, las pepitas y cortarlas en mitades o cuartos, según la edad del niño.

El diámetro de la tráquea de un pequeño es similar al de su meñique. Por ello, los especialistas insisten en que siempre se le deben dar trozos más pequeños ya que el atragantamiento se produce cuando se obstruye completamente la vía aérea y el niño no puede respirar.

La AEP también aconseja evitar peladillas y los chocolatitos en forma de botón. Incluso hace hincapié en que hay que tener especial cuidado con los globos, los caramelos duros, las pulseras de cuentas, las alubias, las piezas de juguetes muy pequeños, las pilas de botón (que además provocan quemaduras en el esófago) o las bolas de los bingos con los que a veces se juega en familia. Los especialistas recomiendan no meterles los dedos en la boca si no está claro que se les pueda sacar el objeto. Echar el niño hacia adelante y darle cinco golpes secos en la espalda o las maniobras de Heimlich son las técnicas para que lo expulse.

Baca añade que incluso se puede producir un atragantamiento con una bocanada de leche, sobre todo en los menores de seis meses. En ese caso, la solución pasa por invertir la posición del niño, de manera que la boca le quede hacia abajo para que expulse el líquido. El facultativo insiste que el problema en estos casos es que como suelen ser muy pequeños, no pueden avisar, por lo que hay que extremar la vigilancia.

Para prevenir estos accidentes, la AEP ha decidido crear un Comité de Soporte Vital formado por un equipo multidisciplinar de pediatras expertos en Urgencias, Endocrinología, Neurología, Neonatología, Traumatología, Cirugía, Atención Primaria y reanimación cardiopulmonar que elaborará guías y protocolos dirigidos a familias y profesionales.

Los consejos de los pediatras para evitar atragantamientos

La primer recomendación de la Asociación Española de Pediatría (AEP) es la prevención. Desde esta organización se apunta que, si a pesar de haber tomado medidas en ese sentido se produce un atragantamiento que bloquea el paso del aire a los pulmones, hay que seguir los siguientes pasos:

Llamar a emergencias (112); mantener la calma, no tocar al niño ni zarandearle y animarle a toser. Si la tos no es efectiva para expulsar el elemento succionado y, al abrirle la boca, es viable extraerlo con las manos, se hace. Si no se ve claro que se pueda sacar el objeto o alimento sin empujarlo hacia adentro, o el pequeño es menor de un año, es mejor no intentarlo. En ese caso, hay que echar al niño hacia adelante y darle cinco golpes secos en la espalda (entre los omoplatos).

Los consejos de la AEP son que si nada de esto funciona, se le deben practicar las maniobras de Heimlich, siempre que el niño sea mayor de 1 año. Para ello, hay que abrazar al niño por detrás, desde su altura (se le sube a una silla o la persona que practique la maniobra se sitúa de rodillas). Luego se cierra la mano formando un puño y éste se coloca, con el pulgar hacia el estómago del niño, entre su ombligo y la punta inferior del esternón. Hay que agarrar el puño con la otra mano y comprimir rápidamente hacia adentro y hacia arriba, para lograr que el objeto que obstruye la tráquea salga expulsado. Esta maniobra se debe repetir tantas veces como sea necesario.

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