Una docena de ONG exigen el pago de ayudas ya concedidas por la Junta

Una docena de ONG volvieron a denunciar ayer el impago por parte de la Junta de Andalucía de subvenciones ya concedidas en 2011 y con cargo a las que contrataron personal, ayudas que aún no han percibido de la Administración autonómica.

Representantes de las organizaciones perjudicadas se presentaron ayer en la Delegación Provincial de Empleo para exigir el pago de esas ayudas. "Tras más de una hora de espera, la Delegación de Empleo ha recibido a una representación de asociaciones afectadas, no ofreciendo ninguna respuesta que dé viabilidad a la demanda", explicó la Plataforma del Voluntariado a través de una nota.

Entre las organizaciones que ayer acudieron a la sede Muelle de Heredia y Alameda de Colón están, además de esa coordinadora, Aproinla, Amare, Fundación Aspandem, Amelgar, Madre Coraje, Ojalá, Atolmi, Casiac, Asociación de Espina Bífida y Alcohólicos Rehabilitados de San Pedro.

Las subvenciones se concedieron para el programa de Interés General Social (IGS). Incluso , según la Plataforma, la Delegación forzó la contratación de trabajadores con cargo a esas ayudas. Los empleados empezaron a trabajar, pero las subvenciones no han llegado. Sus contratos acaban a finales de mes y las ONG continúan sin ver el dinero comprometido.

"Muchas de las asociaciones, al no poder hacer frente a las obligaciones laborales contraídas -como pago de nóminas o de la Seguridad Social- nos vemos en una situación insostenible con repercusiones laborales y jurídicas en contra nuestra", indicó la Plataforma. Su presidente, Juan Luis Peña, apuntaba la semana pasada, cuando una veintena de asociaciones aprobó un manifiesto en el que exigía el pago a la Junta, explicó que las obligaciones contractuales con los trabajadores han sido contraídas por las organizaciones y que son las responsables ante posibles pleitos laborales. Además, la Plataforma recuerda que al no estar al día con las cotizaciones a la Seguridad Social no pueden acceder a otras subvenciones. Algunas asociaciones recurrieron a otras partidas o a sus fondos para hacer frente a esos pagos, pero su asfixia, dicen, es insostenible.