El termómetro no bajará en Málaga de los 20 grados durante la madrugada, noches tropicales ya en mayo
El tiempo
Volverá la calima con una intensidad "moderada" el viernes y sábado, aunque no hay riesgo de que se formen depósitos de barro porque no habrá lluvias
Málaga/El calor va a ser protagonista del tiempo al menos hasta el próximo martes, con temperaturas inusualmente altas, más propias de pleno verano que de un mes de mayo, con valores que por la noche apenas bajarán de los 20 grados en la provincia de Málaga, dando lugar a lo que se conoce como noches tropicales.
La subida de las temperaturas mínimas, tanto en el interior como el litoral malagueño, es la consecuencia más significativa en Málaga de este episodio de calor que afecta a todo el país y que en puntos de la Cuenca del Genil o Valle del Guadalquivir disparará los termómetros hasta los 40 grados. Así lo explica el director del Centro Meteorológico de Málaga, Jesús Riesco, que precisa que "hablamos de que respecto a los valores normales de mayo, estaríamos 6 grados por encima tanto en las máximas como en las mínimas durante el fin de semana".
Las máximas, por su parte, se esperan que ronden los 35 grados el resto de semana en amplias zonas del interior de la provincia. El calor afectará sobre todo al Valle del Guadalhorce y la comarca de Antequera, donde puntualmente algunas localidades como Cuevas de San Marcos podrían alcanzar los 38 grados el viernes.
El viernes será precisamente el día de más calor en Málaga esta semana, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología. Así, el mapa de temperaturas de la Aemet marca para esa jornada 36 en Villanueva de Algaidas, Benamejí o La Viñuela. El área más fresca estaría en Estepona y Manilva, con unos 26-27 grados.
Además, volverá a Málaga la calima para el viernes y sábado, según ha confirmado Riesco. Tendrá una intensidad "moderada". "Un poco más intensa de lo habitual pero todavía lejos de lo que pasó en marzo", señala el director del Centro Meteorológico, que explica que al no estar acompañada de precipitaciones no se producirán depósitos de barro en calles o fachadas, como sí sucedió entonces.
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