PCR a las aguas residuales para vigilar el Covid en Málaga
La empresa EMASA hace analíticas semanales que permiten anticipar el comportamiento del virus y tomar por lo tanto medidas de salud pública
Málaga/No sólo se hacen PCR a las personas. También pueden realizarse a las aguas residuales. A continuación se impone la pregunta:¿Y para qué? Para predecir el comportamiento del Covid. Dado que el virus se excreta y que en esas aguas hay restos fecales, los análisis permiten anticipar el aumento de casos e incluso, de la carga viral.
Estas PCR se hacen en virtud de un convenio entre la Empresa Municipal de Aguas de la capital (EMASA) y la Universidad de Málaga (UMA). La responsable de Relaciones Públicas de EMASA, Begoña Muñiz, aclara que estos análisis a la empresa municipal “no le sirven de nada, pero son un servicio a la ciudadanía”. Lo son porque los resultados se remiten al Ayuntamiento de Málaga, la Junta de Andalucía y el Estado; instituciones que toman decisiones de salud pública en función de esos informes.
La responsable del laboratorio de EMASA, María del Carmen Assiego, explica que en este caso, la PCR sirve para determinar la concentración del Covid en aguas residuales. Recuerda que cuando las personas se infectan, hasta cuatro o cinco días después no manifiestan los síntomas. “Pero desde que están contagiadas ya excretan el virus, incluso estando asintomáticas. De manera que el análisis de las aguas residuales es un indicador que anticipa la presencia del virus. Es una alerta temprana”, explica. Lo refleja con una semana de antelación.
Y no sólo lo anticipa, sino que permite deducir con qué fuerza se presentará. “Porque a mayor concentración del virus, mayor incidencia; lo hemos comprobado en todas las olas”, añade la responsable del laboratorio. EMASA puso en marcha las PCR en aguas residuales en abril de 2020, en las primeras semanas de la pandemia. Nunca antes se había realizado esta prueba con anterioridad. Y únicamente se hace para el Covid.
Aunque el laboratorio de la empresa municipal realiza muchas analíticas a lo largo de todo el proceso de depuración, la técnica de la PCR sólo se realiza con el coronavirus. Y se lleva a cabo en las dos depuradoras de la capital; la del Guadalhorce y la de Peñón del Cuervo.
El laboratorio de EMASA es el responsable de la toma de muestras, que se hace en el agua de entrada; sin tratar. Luego, el laboratorio de Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI) de la UMA las recoge, se encarga de hacer las PCR y envía los resultados a EMASA. Posteriormente, la empresa municipal elabora los informes y los remite a tres administraciones: la local –a la Comisión de Seguimiento del Covid del Ayuntamiento malagueño–, la autonómica –a la Red de Vigilancia de Aguas Residuales de la Junta de Andalucía– y la estatal –Ministerio de Transición Ecológica–. Este organismo tiene una iniciativa piloto para el control de la pandemia, el programa VATAR (Vigilancia de Alerta Temprana de Aguas Residuales).
Ahora, las PCR confirman que la tendencia en la propagación del virus es a la baja. Cuando la ola va de subida, esta prueba anticipa y refleja de forma rápida el incremento. Pero cuando está de bajada –como ocurre en la actualidad–, las PCR recogen de manera más tardía esa caída. Assiego explica que ello se debe a que el Covid se mantiene en el organismo hasta casi un mes después de haber superado la enfermedad. Por lo tanto, la persona, aunque ya esté curada, sigue excretando restos del virus. De ahí que las aguas residuales reflejen de forma más lenta el descenso de la curva.
La responsable del laboratorio aclara que en caso de lluvia, se produce un efecto de dilución por lo que se detectan menos trazas del virus de las reales. Pero dada la intensidad con la que la sequía golpea a la provincia, esa situación no se ha producido.
Aparte de los análisis que realiza EMASA, también el Estado hace los suyos en la depuradora del Guadalhorce. Según los técnicos, las conclusiones sobre la evolución de la pandemia son coincidentes.
Durante el año 2020, además de las PCR sobre el agua sin tratar de las depuradoras del Peñón del Cuervo y del Guadalhorce, EMASA hizo análisis sobre 16 puntos de la red de saneamiento. Pero después de varios meses se constató que las PCRde las aguas residuales de entrada a las dos depuradoras de la capital, en esta situación epidemiológica, actúan como “centinelas”. Unos centinelas singulares para vigilar de cerca al Covid.
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