La tribuna
Los muertos de diciembre
Desde 2009 no ganaba estos comicios el PP en la provincia de Málaga. Han tenido que pasar 15 años para que los populares se conviertan de nuevo en la fuerza más votada en las elecciones europeas, con un 38,7% de los votos, casi 10 puntos por delante que los socialistas. Tan reñido a nivel regional como autonómico –35,1% de votos para el PP, con 4,3 puntos de ventaja frente al PSOE– como a nivel nacional, pues los de Feijóo han conseguido dos escaños más que los de Sánchez.
Respecto a Vox, la formación liderada por Santiago Abascal se convierte en la tercera fuerza política provincial –11,37%– y los comicios han dejado espacio hasta para SeAcabó la Fiesta. Esta formación que comanda el analista José Luis Alvise parece haberse hecho con el voto de los indecisos y de los más indignados y ha concentrado el 7,43% de los sufragios.
Los resultados marcan un hito pues las últimas cuatro convocatorias de europeas terminaron en territorio malagueño con mayoría de apoyos hacia la izquierda. Y esto pese a que ni unos ni otros han conseguido lo que pretendían en primer término, que era “movilizar” al electorado y afrontar estas elecciones como si se tratase de unas “nacionales”, tal y como Alberto Núñez Feijóo pidió en la puesta de largo de la campana nacional del PP que tuvo como escenario la plaza de la Constitución. Allí, acompañado por Juanma Moreno, Martínez Almeida y por supuesto el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, dejó claras las intenciones del partido.
El envite ha estado así un tanto reñido y Málaga se ha tomado como una de las ciudades clave desde las que emitir mensajes clave como los anteriores. Tras Feijóo llegaron Yolanda Díaz, Santiago Abascal, Pablo Iglesias y, por supuesto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Este iba un paso más allá y llegaba a Benalmádena hace unos días con su mujer, Begoña Gómez, justo el día después de después de ser citada como investigada.
Sea como fuere, tras los datos, la estadística pura y dura, que es la que manda, hay otra información a tener en cuenta y es la relativa a la participación, que no ha respondido a lo esperado. En Málaga ha caído el número de votantes casi 9,5 puntos, una bajada relativamente inferior a los datos de Andalucía y del conjunto del país. Continúa así la tendencia a la baja en lo que respecta al interés que despierta esta campaña en tierras malacitanas, y es que del máximo de participación del 64% que se alcanzó en 1994 -resultando precisamente mayoría los que votaron al PP- ha llegado a caer al 39% en las convocatorias de 2004 y 2009 -40% en 2014.
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