El PSOE pierde su última gran plaza en Málaga con Mijas, les queda Cártama
Tras la moción de censura en la única gran ciudad que controlaban, el municipio más grande en el que cuentan con bastón de mando no llega a 30.000 habitantes
El PP presenta una moción de censura en Mijas y se hace con la Alcaldía con el apoyo de Vox y Maldonado
El PSOE denuncia "la compra de voluntades del PP" en la moción de censura
Málaga/A perro flaco todo se vuelven pulgas, que recoge el refranero español. Al PSOE, perro flaco después de las elecciones municipales de mayo, las pulgas se le han presentado en forma de moción de censura en la única gran Alcaldía que sostenía en la provincia, Mijas. Una vez el PP, con el apoyo de Vox y Juan Carlos Maldonado (Por mi Pueblo), se ha hecho con la llave del último municipio que no controlaba de la Costa del Sol –se hizo incluso con Manilva en un pacto con Izquierda Unida–, lo que deja a los socialistas arrasados por una gran ola azul.
En el horizonte del puño y la rosa queda, como regidor más importante, Jorge Gallardo, de Cártama, una localidad que no llega a los 30.000 habitantes y que nunca ha contado con demasiado peso en el mapa político malagueño.
Queda tocada de un ala, así, la estabilidad del PSOE malagueño, que vio como el posible ruido de sables que empezaba a levantarse el 29 de mayo, tras los malos resultados de las municipales, se apagaban con la reacción del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que anunciaba generales en el mes de julio. Una vez se ponía en marcha la maquinaria electoral todo debate quedaba eclipsado en la única búsqueda de alcanzar el mejor resultado posible.
Tanto fue así que, pese a que Sánchez no apareció por Málaga –tampoco se dejó ver en Andalucía–, los resultados cosechados en la provincia apagaron lo que parecía un tsunami azul que sólo crecía y si en mayo el PP cosechaba casi uno de cada dos votantes en la provincia, en junio el porcentaje de votos del partido azul descendió hasta el 38% del total.
Reapareció Sánchez por la provincia para ir al Festival Cala de Mijas, donde Josele González hizo valer su posición de último samurai de las grandes ciudades malagueñas. Previamente, en Fernán Nuñez, 16; sede de la dirección provincial del partido, le habían elegido como portavoz en la Diputación de Málaga, una red de seguridad ante una posible caída mijeña que ha acabado produciéndose.
Ciudadanos, la última puntilla
Tampoco es esta la mejor noticia para Ciudadanos. El partido liberal, después de haber sido llave, e incluso gobernar en Mijas, pierde con esto el último resquicio de poder que mantenía en Málaga, quedándose de esta manera al borde del naufragio. Permanecerán, eso sí, en la oposición los tres años y medio que quedan de mandato. Si no vuelve a haber otro cambio de guion.
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