Pantallas que ganan al papel
Más de 3.000 escolares malagueños utilizan libros de texto digitales en clase · La motivación de los alumnos y el rendimiento aumenta con los nuevos materiales
Varios alumnos de 2º de ESO escribían sobre la pizarra digital ejemplos del presente continuo durante la clase de inglés en el IES El Palo. Era uno de los ejercicios del libro virtual que cada uno tiene descargado en su portátil. Poco después escucharon un listening que previamente se pudieron preparar en casa. El papel pierde ante la agilidad, la interacción y la variedad de contenidos en soporte electrónico. La motivación del alumnado crece y con ella la participación. Como ellos, más de 3.000 escolares malagueños de 35 centros de la provincia utilizan libros de texto digitales de forma cotidiana en las aulas, según datos de la Delegación de Educación de la Junta. Se trata de un programa experimental que comenzó el curso pasado en 11 colegios e institutos y al que se han incorporado dos nuevos este año. Ayer, el delegado Antonio Escámez quiso conocer de primera mano la experiencia.
"Estamos intentando que el tiempo de estudio sea provechoso, creativo y divertido y hemos venido a preguntar si es útil este método y si el rendimiento académico es como poco tan bueno como el del papel", explicó ayer a los alumnos Antonio Escámez. El delegado se sentó como un alumno más para seguir las indicaciones de la profesora Rosa Yáñez, que trabaja con una fórmula híbrida que permite tanto utilizar el libro off line como conectarse a internet para ampliar contenidos. "Ahora los alumnos se pelean por salir a la pizarra, mejoran porque están muy motivados, se centran más, el ritmo de la clase es más calmado y aprenden a aprender", dijo Yáñez quien destacó que el propio programa corrige las respuestas de los alumnos. "Existe un gran componente de autoaprendizaje, si queréis podéis avanzar mucho desde casa", abundó en esta idea el delegado.
Una herramienta del libro digital también permite a la docente saber el tiempo que ha estado trabajando el alumno en horario extraescolar, ver los errores cometidos y conocer el avance de competencias del escolar. "El año pasado quedábamos a una hora por la tarde para conectarnos, ver los ejercicios terminados y ponerles comentarios", comentó Rosa Yáñez. Y los que no tienen internet en casa pueden trabajar sobre el libro y nada más llegar al instituto se conectan y los datos se transfieren a su docente.
Esta profesora asumió "un poco asustada" el reto de pasar del papel al digital el año pasado. "Nunca había trabajado con ordenadores, pero he visto que esto ofrece más ventajas que el papel", reconocía ayer. Y sus estudiantes estaban de acuerdo. Para Antonio José Muñoz, el delegado de clase, el libro digital es "más divertido" aunque "para estudiar el papel es más cómodo". Jadiya apuntaba también a lo práctico del sistema. "No hay que cargar con libros ni libretas, esto es mucho mejor para nuestras espaldas", decía. Y su compañera Lidia destacaba la capacidad correctora del programa. "Sabes si lo has hecho bien al momento", apuntó.
En el IES El Palo también se trabaja de forma on line y con contenidos elaborados por los propios profesores, como los ejercicios que el docente de matemáticas Alberto Pardo le muestra a su grupo, también de 2º de ESO. Según apuntó el delegado, "la Consejería se ha adelantado y aún las editoriales no tienen libros digitales de todas las asignaturas". Aún así, 22 firmas participan en este programa experimental regional con 227 títulos.
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