Pediatras consideran “grave” la falta de antibióticos para niños

Un sanitario muestra una caja de Amoxicilina.
Un sanitario muestra una caja de Amoxicilina. / M. H.

Málaga/Padres de farmacia en farmacia para conseguir el antibiótico recetado a sus hijos o pediatras explicándoles cómo partir una pastilla de adultos para dar exactamente la dosis necesaria según el peso de su niño. Eso es lo que se ha vivido en las últimas semanas en toda España y también en Málaga. Sin embargo, según farmacéuticos de esta provincia, los problemas de suministro con presentaciones pediátricas de antibióticos se están normalizando.

“Lo peor fue hace varias semanas, en el pico de bronquiolitis, con la falta de Amoxicilina. Pero ya no hay tantos problemas”, asegura Cristina González, de la farmacia de Armengual de la Mota, en la capital. Ante los problemas de suministro, la Agencia Española del Medicamento (AEM) ha tenido que autorizar el uso de presentaciones de adultos en posología (dosis) adaptada a uso pediátrico.

Desde hace un lustro hay problemas de abastecimiento de medicamentos en general. Pero frente a unos 300 ó 400 con faltas entonces, en la actualidad se ha superado la cifra de 500 y se extendido el problema a los antibióticos de presentación pediátrica. “Es una situación que afecta a toda España. En ciertos momentos hay desabastecimiento de diferentes fármacos, pero lo que más nos preocupa son los antibióticos [en presentación para niños] porque en determinadas infecciones son imposibles de sustituir”, sostiene el jefe de Pediatría del Hospital Quirónsalud Málaga, Manuel Baca.

De hecho, en febrero, cinco organizaciones que agrupan a estos especialistas hicieron público un documento en el que expresaron su “preocupación” ante el desabastecimiento de preparaciones pediátricas de antibióticos y calificaron la situación de “grave”.

La Asociación Española de Pediatría (AEP), la de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP), de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) y la de Urgencias Pediátricas (SEUP) coincidieron en exigir que se adopten “todas las medidas disponibles” para revertir la situación en el menor plazo posible y que se busquen soluciones “más allá de la sustitución por otros fármacos”. Estas cinco organizaciones incluso hicieron una advertencia:“Diluir o fraccionar preparaciones no pediátricas conlleva un mayor riesgo de errores, tanto en la prescripción como en la administración, que se ve agravado cuando existe una barrera idiomática entre prescriptor y familia”.

El jefe de Pediatría de Quirónsalud lanza un mensaje de tranquilidad a los padres y les recomienda que en caso de tener problemas para encontrar un fármaco, consulten a su farmacéutico de confianza o su pediatra. Recalca que debe hacerse un uso responsable: “Los antibióticos sólo hay que utilizarlos cuando son necesarios para no quemarlos como armas porque las bacterias son inteligentes y desarrollan resistencia aprendiendo a defenderse del antibiótico. Pero cuando hay que utilizarlos es que hacen falta”. Y particularmente son útiles en infecciones muy comunes en invierno, como neumonías, otitis o amigdalitis. También son imprescindibles en infecciones de piel y de orina. Añade que cuando “se rompe el stock”, los pediatras tienen que “construir” la dosis a partir de un medicamento de adultos. Baca, que lleva casi cuatro décadas como pediatra, no recuerda una situación similar de falta de fármacos.

La secretaria de la Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria (AndAPap), Leonor Quesada, tampoco. “Cuando no falta una cosa, falta otra. Pero lo peor es lo de la Amoxicilina porque es el antibiótico más usado en la especialidad”, comenta. Sostiene que la falta de fármacos que no pueden ser sustituidos por el farmacéutico supone un “trastorno para los padres” que deben volver a contactar con el pediatras. Algunos profesionales confiesan que para evitarle mareos, cuando saben que hay problemas de abastecimiento, les recetan el tratamiento que deben darle a sus hijos en primer lugar y, al mismo tiempo, el segundo, para que no tengan que volver a la consulta.

La secretaria de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP), Leticia Martínez, confirma que en Andalucía, igual que en el resto del país, “las faltas van y vienen”. Detalla que el desabastecimiento suele afectar a antibióticos muy básicos en Pediatría como Amoxicilina, Augmentine o Azitromicina. “Es un problema que se mantiene en el tiempo y nos obliga a hacer malabares; dosificando comprimidos de adultos y explicándoselo muy bien a los padres”, indica Martínez.

Carmen es una de esas madres que ha tenido que recorrer varias boticas hasta hallar el fármaco prescrito por el pediatra. Fue por una otitis de su hija, de seis años. “Lo encontré en la tercera farmacia a la que fui. Y la conseguí porque la encargaron y me la trajeron al día siguiente. Eso supuso retrasar el tratamiento un día, con la niña con casi 40 de fiebre”, apuntó.

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