El urólogo Pedro Torrecillas, reconocido por la Academia de Ciencias Ramón y Cajal
Ha sido pionero en el uso del láser para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata
Málaga/La Academia de Ciencias de la Salud Ramón y Cajal ha reconocido al urólogo Pedro Torrecillas por su trayectoria en el mundo de la medicina, además de incorporarlo en esta institución como académico de número. Esta distinción ha sido concedida "por ser pionero en Europa en el uso del láser verde para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, una de sus grandes especialidades; y por ser uno de los principales impulsores de la técnica de la criocirugía en el tratamiento de diversos tumores".
Los responsables de esta institución acordaron imponer el cordón de académico de número al malagueño Pedro Torrecillas, por destacar en sus méritos científicos y académicos, y por la divulgación de conocimientos en foros profesionales nacionales e internacionales, así como por sus publicaciones en revistas científicas. Pedro Torrecillas Cabrera es actualmente vicepresidente de la World Health Sharing Organization, así como miembro y directivo de diversas sociedades científicas nacionales e internacionales de urología, criocirugía, incontinencia y láser.
La Academia de Ciencias de la Salud Ramón y Cajal fue creada por profesionales con el fin de organizar, promover, apoyar y tutelar eventos científicos y profesionales relacionados con el sector sanitario. La academia, presidida por la doctora Carmen Slocker de Arce, y con el doctor Javier López-Ibor como vicepresidente, cuenta con académicos de honor, de número y correspondientes.
Esta academia fija su andadura con el firme compromiso de reconocer la calidad en el ámbito de la salud para, de este modo, alentar sus carreras y trayectorias y homenajear a los nombres más prestigiosos de la medicina en España. La filosofía que rige sus principios son el potenciamiento de valores en las empresas para que alcancen la máxima calidad y enriquezcan el sistema sanitario. La terapia con láser verde es un procedimiento mínimamente invasivo. El uso del láser verde para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata (HBP) reduce el tiempo de estancia hospitalaria a poco más 24 horas y permite el ahorro de costes.
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