La Policía alerta en Málaga de un repunte de estafas online relacionadas con falsos bonos de transporte

Un agente de la Policía Nacional especializado en Ciberdelincuencia.
Un agente de la Policía Nacional especializado en Ciberdelincuencia. / Policía Nacional

La Comisaría Provincial de Málaga ha detectado un repunte en el número de estafas online relacionadas con falsos bonos de transporte público, donde los ciberdelincuentes utilizan técnicas de 'publi-phishing' para conseguir los datos bancarios de las víctimas.

La Policía Nacional, con una finalidad preventiva, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para estar en alerta ante un fraude que, bajo la apariencia de anuncio publicitario, emerge entre las propias historias personales en redes sociales.

Estos spot ofrecen ofertas muy atractivas de bonos de transporte, los cuales simulan proceder de una empresa pública en la capital malagueña y que redirigen a una página que suplanta de manera fraudulenta a la entidad perjudicada, ha indicado la Policía Nacional en un comunicado.

Este método, conocido como 'publi-phising', es utilizado por los estafadores para conseguir los datos personales y bancarios de las víctimas, al objeto de hacer cargos fraudulentos en sus cuentas.

El Grupo de Ciberdelincuencia de la Comisaría Provincial ha detectado en los últimos días un incremento en el número de denuncias por hechos con este modus operandi, usando los estafadores perfiles falsos, a través de distintas redes sociales, para difundir mensajes engañosos que promocionan bonos de transporte semestrales, a precios muy bajos.

Estas promociones, diseñadas para parecer legítimas, contienen enlaces maliciosos que dirigen a los usuarios a sitios web fraudulentos. Una vez allí, se les solicita a las víctimas información personal y financiera, haciéndoles cargos en sus cuentas por importes superiores a lo anunciado en la supuesta oferta, no recibiendo nunca el bono ofertado. Los estafadores aprovechan los precios y descuentos que se aplican en este año 2024 para intentar confundir y engañar a los usuarios.

Hacen creer a un anciano que había ganado un premio para timarle 280.000 euros

El pasado mes de diciembre, se conoció el caso de la estafa a un anciano al que hicieron creer que había ganado la lotería en España y que tenía que abonar 280.000 euros para cobrar el premio, pero la suerte, en realidad, no había estado de su parte. La ilusión porque así fuera le había jugado una mala pasada y acabó autorizando hasta seis transferencias -dos de ellas de 100.000 euros- a sus timadores, que han sido condenados. Para hacer más creíble la farsa, le enviaron un correo con un certificado en el que constaba el hipotético botín.

Los hechos se remontan al año 2013 y ha sido ahora cuando el Tribunal Supremo (TS) ha rebajado las penas de prisión impuestas a tres implicados junto a un cuarto acusado. La víctima es un ciudadano austriaco de 75 años a quien un grupo de estafadores le prometió una participación en los premios del sorteo. El engañó se gestó a través de la llamada de una supuesta abogada -que hablaba alemán-. En esa conversación, la mujer le explicó al septuagenario que había sufrido un fraude a manos de unos timadores y que podía emprender acciones legales contra ellos. Pero para sacarle más dinero, mantuvo la versión del premio ganador. La letrada le aseguró que era cierto que le había tocado la lotería y que, para cobrarlo, debía hacerle llegar 80.000 euros para pagar los impuestos correspondientes.

La estafa siguió su cauce a través del correo. El anciano recibió así un escrito de la abogada que le había prometido asesoramiento para indicarle a qué cuenta bancaria debía girar el dinero. La víctima, convencida de que se había alzado con el premio, picó el anzuelo. Ordenó cuatro transferencias de 20.000 euros cada una. Meses después, una nueva llamada, le incitaba a dos nuevos pagos que sumaban otros 200.000 euros.

La sentencia, con fecha del pasado 12 de diciembre, modifica la condena inicial impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid a los cuatro pequeños empresarios, cuyas sociedades estaban radicadas en Málaga y Majadahonda (Madrid).

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