Prohibición de fumar en terrazas: Un debate que vuelve a echar humo en Málaga
Sanitarios aplauden la idea, mientras los hosteleros rechazan su papel de “inspectores o mediadores”
Los fumadores van desde los que la aceptan a los que se quejan del “acoso” que sufren
El tabaco causa al año en Málaga unos 3.500 tumores de distinto tipo
La Asociación contra el Cáncer pide que no se fume en la calle Larios ni en playas, terrazas y parques de Málaga
Málaga/La intención del Ministerio de Sanidad de ampliar las medidas contra el tabaco y, entre ellas, prohibir fumar en las terrazas de los establecimientos de hostelería reabre un debate que vuelve a echar humo. Los sanitarios aplauden la iniciativa para que se avance contra una adicción que enferma, los hosteleros rechazan el papel de “inspectores” que les toca asumir ante cada disposición restrictiva que se aprueba y los fumadores oscilan entre los que comprenden una medida para construir una sociedad más sana y los que se quejan del “acoso y derribo” que los arrinconan siempre un poco más. Así que la polémica está servida.
Un recorrido por el centro de Málaga deja claro que se fuma un poco menos en las terrazas que años atrás. “Por lo general, cuando un cliente fuma y el de la mesa de al lado se queja, el fumador suele apagar el cigarrillo o retirarse. Normalmente hay respeto”, comentaba el encargado de una céntrica cafetería.
En la terraza del establecimiento había dos mujeres apurando sus cigarrillos. Preferían no opinar. “No me estropees con preguntas el único que fumo al día”, se excusaba una de ellas. Varias mesas más allá, siete jóvenes se aprestaban a desayunar. Tres eran fumadores, “pero esporádicos”. K. R. era una de estos últimos. “Me parece bien que lo prohíban porque a mí me molesta el humo cuando como”, decía. P. E., otra de las fumadoras, aclaraba que consume cigarrillos electrónicos. Tampoco se oponía a que se prohíba fumar en las terrazas de los establecimientos de hostelería: “Para no molestar a los demás y también por salud”.
En la posición contraria se colocaba Jorge, fumador de “un paquete y medio” al día. “Me parece mal el acoso y derribo del Gobierno hacia los fumadores cuando hay estancos abiertos y fábricas de tabaco funcionando”, argumentaba. Agregaba que ya los no fumadores tienen el interior de los establecimientos y los fumadores, el exterior. Aclaraba que si llega a una terraza y hay sitio, se sienta alejado de las mesas ocupadas, para no molestar con el humo.
Patricia Caballero apuraba su café en un establecimiento de la calle Zapateros antes de empezar la jornada laboral. “Estoy en contra de que se prohíba fumar en las terrazas. No vamos a poder hacerlo en ningún sitio... Me voy a morir igual, fumando que sin fumar”, decía sujetando la taza con ambas manos para calentárselas. Con la derecha, sostenía un cigarro humeante recién encendido.
En la calle Sebastián Souvirón, también en el centro, dos compañeras de trabajo se mostraban en contra de más restricciones. “Si no molestas al de al lado, no veo por qué prohibirlo”, opinaba Nuria. Marina, acotaba:“Yo, si llegan niños, tiro el cigarrillo; y siempre me pongo donde menos moleste para poder fumar”. De hecho, ambas estaban sentadas en la esquina más apartada de la terraza. Justo terminaban su desayuno, su cigarrillo y se levantaban para empezar el día de trabajo. Entonces, a modo de despedida, Marina puntualizaba: “A mí, todo lo que haga Pedro Sánchez me parece mal, aunque me repercuta para bien”.
Más allá de las voces individuales frente a estas medidas, están las de personas que representan a colectivos. Es el caso de Javier Frutos, presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos). “No estamos a favor de las prohibiciones, sino de que imperen el sentido común y el respeto al prójimo. Preferimos no valorar por ahora esa intención del Gobierno hasta no ver cómo se redacta”, apuntó. Además, recordó que sigue en vigor un decreto de la Junta de Andalucía que entró en vigor durante la pandemia y que impide fumar en las terrazas de bares y restaurantes si no hay dos metros de distancia interpersonal. Con lo cual, dijo, “es casi imposible” que al final se fume en esos espacios. Comentó que estas medidas molestan a los fumadores y agradan a los demás, pero que son los hosteleros los que luego, día a día, se tienen que enfrentar al “problema de hacer de inspectores” para que se cumplan las normas o de “mediadores” cuando surge algún conflicto.
Los que apoyan sin fisuras la idea son los sanitarios. “Como oncólogos la aplaudimos clarísimamente y esperamos que llegue a buen término. Cualquier medida para prohibir o limitar el tabaco siempre vamos a apoyarla”, explicó la presidenta de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM), Ana Laura Ortega. Recordó que el tabaquismo es el factor de riesgo evitable más frecuente tanto en el desarrollo del cáncer como en la mortalidad por esta patología. Eso, respecto a los tumores en general. Pero hizo hincapié en que hay determinados cánceres, como los de pulmón, vejiga y los de cabeza y cuello, en los que el tabaco tiene especial incidencia. Además, recalcó que también es causante de patologías cardiovasculares y respiratorias. Apuntó que cuando hace unos años se endureció la ley, los hosteleros vaticinaron una merma de ingresos. “Por eso creemos que la prohibición de fumar en las terrazas no irá en detrimento de la hostelería y sí, en beneficio de sus trabajadores y de los clientes que no estarán expuestos del tabaco”, añadió. Finalmente, la presidenta de la SAOM reclamó que se apruebe “lo antes posible” y “que no se diluya en la lucha entre políticos porque esto va más allá de los partidos; sería bueno para todos”.
El Colegio de Médicos de Málaga, a favor de la medida
El Colegio de Médicos de Málaga también se pronunció a favor de la prohibición de fumar en las terrazas de los establecimientos de hostelería. La institución indicó que ve “con buenos ojos cualquier medida que sea disuasoria del tabaquismo”. Su presidente, Pedro Navarro, destacó que ésta en concreto “es una medida de salud pública y de protección al ciudadano, sobre todo a la infancia porque el tabaco es perjudicial para la salud”.
Navarro recordó que “ninguna persona debería fumar pero, por desgracia, es un hábito muy extendido; así que todo lo que vaya encaminado a erradicarlo será beneficioso para la ciudadanía”. Además, resaltó que en España parecía “impensable” que la Ley 42/2010 tuviera buena acogida.
Sin embargo, incidió en que “hoy, casi 13 años después, nos damos cuenta de que fue una norma muy acertada. Comparada con aquella, esta propuesta es mucho más sencilla de llevar a cabo. Somos un país que merece terrazas libres de humo”.
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