Proponen una teleasistencia sanitaria mediante el uso de nuevas tecnologías
El servicio permitiría monitorizar a pacientes crónicos en sus casas e incluso a turistas
Técnicamente ya es posible de forma telemática monitorizar a pacientes para controlar diferentes patologías a distancia. La Unidad del Corazón del Clínico, por ejemplo, vigila a enfermos con marcapasos que están en sus casas, sin necesidad de que se desplacen al hospital. Incluso, la tecnología posibilita reprogramar los dispositivos a distancia cuando es necesario hacer alguna corrección en su funcionamiento. La idea, lanzada por Málaga Health -una fundación creada hace tres años para atraer turismo sanitario a clínicas privadas de la provincia- consiste en crear un servicio similar al que ya existe de teleasistencia, pero con un enfoque netamente sanitario.
El presidente de la fundación, Miguel Such, explica que el servicio se podría ofrecer -a cambio del pago de una cuota- a turistas con patologías crónicas que veraneen en la provincia, dándole así la seguridad de que estarán bien controlados del azúcar, la tensión o el problema de corazón que padezcan. Así, según el cirujano cardiaco, se podrían captar turistas que quizás no vienen por temor a sufrir una descompensación en su enfermedad u ofrecer un plus de calidad en las prestaciones sanitarias que ya ofrecen las clínicas privadas malagueñas. Pero también, según Such, podría ser un servicio del que se beneficiarían los españoles y los residentes en la provincia.
La idea se planteó en los debates con los partidos políticos que la fundación organizó durante la campaña de las últimas elecciones autonómicas. "No es una iniciativa nueva. Ya hay proyectos en esa línea en el País Vasco y en algunos países europeos. Es una forma de prevenir descompensaciones en personas con patologías crónicas y que el servicio sea un reclamo más para turistas porque estarían monitorizados 24 horas al día", dijo Such. Y es que mediante un dispositivo debajo de la piel es posible vigilar a distancia los niveles de azúcar o con una especie de dedal, el oxígeno en la sangre. Y todo, sin que el paciente se mueva de casa.