El Puerto de Málaga prevé otro ‘faro’ en el dique de Levante ante el efecto de la torre sobre La Farola

La construcción del hotel obligará a trasladar la señal marítima, lo que supondrá una inversión de 1,5 millones

El Gobierno apunta que la decisión sobre el hotel no podrá basarse "en criterios de oportunidad política o valorativos, sino en criterios competenciales y técnicos"

Imagen nocturna de La Farola, en el puerto de Málaga. / Javier Albiñana
Sebastián Sánchez

25 de enero 2021 - 07:38

Y con la torre del puerto, la Farola de Málaga se apagará. El histórico guía de los barcos en su aproximación a la capital de la Costa del Sol dejará de funcionar como tal en el momento en que se levante el hotel de gran lujo proyectado en la plataforma del morro, en el dique de Levante. Así al menos se contempla en los informes de la Autoridad Portuaria en el marco de la modificación urbanística necesaria para hacer posible la construcción del nuevo establecimiento, que está pendiente de ser ratificada de manera definitiva por el Pleno municipal.

Conforme a la lectura de estos documentos, queda clara la intención del Puerto de trasladar la señal marítima a un nuevo emplazamiento, en concreto al extremo del dique de Levante. Una operación que, de acuerdo con las previsiones económicas manejadas en el plan de urbanización requerido en el proyecto, supondrá una inversión de 1,5 millones de euros.

En el documento que permitió la aprobación provisional del ajuste urbanístico para dar encaje al uso hotelero, se demanda al Puerto la necesidad de actualizar las nuevas partidas referidas a, entre otras cuestiones, el traslado de la señal marítima.

Pero no sólo, porque también se menciona de manera directa otras intervenciones en el entorno, como la realización de mejoras de accesibilidad en el entorno de La Farola, valoradas en 459.600 euros; la implantación de medidas de movilidad, por otros 112.000 euros; y actuaciones de sostenibibilidad de Puerto Verde, por 555.000 euros.

Todo ello incrementa en 2.626.000 euros el presupuesto estimativo de ejecución material de las obras de urbanización, "cantidad que no se considera sustancial a los efectos de la viabilidad económica en el cómputo global previsto en la futura concesión", señalan los técnicos municipales. Y no es para menos cuando, según los datos manejados por la promotora de la operación, la inversión final podría rondar los 200 millones de euros.

Otra de las exigencias realizada por Urbanismo en su informe, fechado el 24 de noviembre pasado, insiste en la necesidad de que antes de proceder a la aprobación definitiva de la modificación, el Puerto deberá disponer de las respuestas de las compañías responsables del suministro eléctrico y de disponibilidad de recursos hídricos, de manera que ambos suministros estén garantizados.

En relación con las dudas surgidas a lo largo de la tramitación sobre el impacto que la construcción del hotel, con capacidad para 378 habitaciones, de los usos comerciales y de un auditorio para 1.100 espectadores pudiera tener sobre la movilidad de la zona, los informes municipales concluyen la viabilidad de la intervención.

A lo más que se llega, de acuerdo con lo contenido en los informes, es a abrir la puerta a una intervención de "bajo impacto" con el fin de "potenciar el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla como eje de salida de mayor capacidad". Para ello, se precisa, cabe la posibilidad de dotarlo de un nuevo carril de circulación "a costa de recordaran los aparcamientos actuales".

Una propuesta que se topa con los peros de la Gerencia de Urbanismo, que si bien entiende que se trata de una solución que "pudiera resultar factible desde el punto de vista de capacidad de la vía, urbanísticamente no parece viable, puesto el Paseo Marítimo Ciudad de Melilla tiene una vocación claramente estancia, por su privilegiada ubicación".

Por ello, se incide en que las posibles acciones para facilitar las salidas de la zona "han de preservar el carácter estancial del paseo y se han de sustentar, con carácter preferente, sobre el Paseo de la Farola, que dispone de mayor sección útil (dos carriles por sentido) y zonas de aparcamientos que favorecen la posibilidad de reordenación de la sección viaria, además de pertenecer al dominio público portuario".

Todos estos apuntes forman parte de la documentación que ya fue objeto de aprobación provisional por parte del Consistorio. A la espera de pequeñas subsanaciones, es previsible que la aprobación final tenga lugar en febrero. Ese paso, en el que queda por conocer la posición, por ejemplo, del PSOE, abrirá la puerta al pronunciamiento definitivo por parte del Consejo de Ministros, ente al que corresponde validar el uso hotelero solicitado por la Autoridad Portuaria en esta parte del recinto.

En una reciente respuesta parlamentaria, a una pregunta de Unidas Podemos, el Ejecutivo no toma partido, sino que se limita a reflejar que la toma de decisiones sobre esta intervención "deberá evacuarse en el momento procedimental que en cada caso corresponda, sin que se pueda basar en criterios de oportunidad política o valorativos, sino en criterios competenciales y técnicos, en cumplimiento de la legalidad vigente".

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